VENEZUELA: Las elecciones más vigiladas

El gobierno de Venezuela invitó hoy a todo el cuerpo diplomático a sumarse como observadores de las elecciones del día 28, en el marco de una campaña para disipar las dudas en torno de los mayores comicios en la historia de este país, que también terminarán siendo los más vigilados.

"Pueden tener la seguridad de que estas elecciones serán totalmente limpias", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, quien convocó a la cancillería a los embajadores acreditados en Venezuela para invitarlos a participar en actividades de "vigilancia y control".

Rangel aseguró que el sistema electoral de este país "impide el fraude", y destacó que se ha invitado a numerosos observadores internacionales que no serán meros "turistas electorales".

El vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Eduardo Semtei, precisó a la prensa extranjera acreditada en Caracas que fueron cursadas 53 invitaciones a organizaciones internacionales, y hasta ahora se presume que "todos vienen".

La lista de invitados internacionales incluye organismos interamericanos, organizaciones políticas, centros electorales de otros países latinoamericanos, e incluso instituciones como la Cruz Roja.

Una delegación del Centro Carter estadounidense que opera hace varios días en Venezuela participará en acciones relacionadas con la auditoría de los comicios, y esta semana es esperada la llegada de los primeros integrantes de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La estrategia de supervisión de los comicios intenta desactivar las dudas en torno al CNE, principal árbitro electoral, cuyos directivos fueron nombrados por una asamblea legislativa de transición dominada por partidarios del presidente Hugo Chávez.

Los opositores a Chávez han manifestado sus dudas en torno de la imparcialidad del Consejo, e incluso la Iglesia Católica, principal institución religiosa de este país, sugirió que había dudas debido a la fórmula utilizada para seleccionar sus integrantes.

El CNE convocó a 11,7 millones de venezolanos inscriptos en el registro electoral a elegir el día 28 entre más de 30.000 candidatos a 6.215 funcionarios, en el marco de un proceso de adaptación de la institucionalidad a las normas de la nueva Constitución, vigente desde el 30 de diciembre.

Los votantes elegirán presidente, parlamentarios, gobernadores, legisladores regionales, alcaldes, concejales y miembros de las juntas parroquiales.

En un primer intento por desactivar la imagen de parcialidad a favor del oficialismo, el CNE invitó el mes pasado a las principales fuerzas opositoras a participar con voz pero sin voto en sus reuniones, una oferta que fue rechazada.

Las autoridades electorales tampoco tuvieron éxito con la Iglesia Católica, que rechazó la oferta de incorporar como observadores a 1.200 sacerdotes, pero en cambio recibió respuesta afirmativa de la federación de iglesias protestantes y evangélicas, que colocarán 350 delegados el día de los comicios.

Semtei dijo este miércoles que además tienen previsto conversar con los rabinos venezolanos y con representantes de la comunidad islámica.

El delegado del CNE explicó a los corresponsales extranjeros que, más allá de los observadores invitados, una pieza clave del proceso de vigilancia de los comicios sería el funcionamiento de un "comité de auditorías" completamente independiente del consejo, similar a los existentes en las empresas privadas.

El comité venezolano, formado por organizaciones de la sociedad civil y representantes de sectores como el empresarial, tendrá a su cargo la selección de una compañía internacional encargada de realizar tres auditorías relacionadas con el proceso de votación.

Semtei comentó que la primera auditoría será previa y estará centrada en el funcionamiento adecuado de las máquinas lectoras de la votación, que será casi totalmente automatizada. La segunda verificará que las máquinas estén en su lugar el día de los comicios.

La tercera auditoría será realizada apenas esté cerrado el acto. La compañía elegida destapará las urnas y verificará la lectura correcta de las máquinas en 300 mesas de votación.

El CNE también exhibió como garantía de transparencia la contratación de cuatro empresas distintas de gran envergadura para el mantenimiento de las máquinas de votación, para su manejo el día de las elecciones, para la transmisión de datos y para la impresión de las boletas de votación.

El proceso "involucra a tantas personas y compañías que si quisiéramos hacer" un fraude "no podríamos", aseguró Semtei.

Los estudios de opinión encargados por el CNE han revelado que la confianza en el organismo aumentó de ocho por ciento a fines de 1999 a 52 por ciento en la actualidad, según informó Semtei. De acuerdo con esas encuestas apenas dos por ciento temería la posibilidad de que el Consejo cometa fraude.

Semtei lamentó que 48 por ciento aún desconfíe del CNE, "pero me parece bien que tan poca gente piense que vamos a hacer fraude". (FIN/IPS/lc/mj/ip/00

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