FINANZAS-EUROPA: Inquietud por debilidad del euro

Declaraciones de un alto funcionario del Bundesbank de Alemania sobre la debilidad del euro provocaron hoy fuertes ventas de la moneda común europea, mientras el financista internacional George Soros advirtió que esta seguirá devaluándose si el Banco Central Europeo no interviene para respaldarla.

A 18 meses de su adopción, la moneda común europea que se esperaba desafiara la hegemonía del dólar de Estados Unidos en los mercados financieros del mundo se está convirtiendo en un tigre de papel a 18 meses de su adopción.

Este martes, Klaus Dieter Kuehbacher, un alto funcionario del Bundesbank, el Banco Central alemán, dijo después de que la moneda cayera por debajo de la barrera psicológica de los 90 centavos de dólar por euro que hay pocos indicios de fortaleza sustentable de la misma a corto plazo.

El lunes, los ministros de Finanzas de los 11 países europeos que adoptaron el euro expresaron su "inquietud por el nivel actual" de la moneda, pero no pidieron la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para fortalecerla, aunque sugirieron que podría hacerlo.

Los 11 países son Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.

"Este es uno de los instrumentos que existe y que está a disposición en el momento", declaró el ministro de Finanzas alemán Hans Eichel, luego de la reunión en Bruselas. Atribuyó la situación actual del euro a "los desequilibrios entre las zonas monetarias".

La posibilidad de que el BCE intervenga se apoya en que los ministros de Finanzas autorizaron al banco aumentar sus reservas a 100.000 millones de euros, de los 40.000 millones actuales.

Los ministros, la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la Unión Europea) y el presidente del BCE, Willen F. Duisenberg, compartieron la percepción de que el crecimiento económico en la zona de influencia del euro es "muy robusto".

Una vez más hicieron hincapié en que el propósito del BCE es mantener un crecimiento económico que no provoque inflación.

"Entiendo la inquietud (del público europeo) ya que una tasa de cambio persistentemente más baja del euro podría conducir a mayores precios en las tiendas. También podría perjudicar la noción del euro como moneda estable. Por lo tanto, nosotros en el BCE vigilamos muy de cera la tasa de cambio", dijo Duisenberg el día 5 en Frankfurt.

Pero agregó que los precios son estables en la zona del euro, y que en las últimas décadas hubo pocos períodos de tanta estabilidad.

"La estabilidad interna del euro significa que la gente puede confiar en que sus ahorros y pensiones mantendrán su valor con el paso del tiempo", dijo.

En los últimos seis meses, el BCE tomó la precaución de aumentar las tasas de interés cuatro veces, y seguirá haciendo todo lo posible para mantener la estabilidad de los precios, aseguró Duisenberg.

Eso ayudaría a convertir el actual auge económico en un largo período de crecimiento de la economía y de reducción del desempleo. El desempleo alemán se redujo a 9,8 por ciento, el más bajo desde 1996.

"Los ciudadanos europeos pueden estar seguros de que el futuro del euro es el de una moneda fuerte, basada en la estabilidad de los precios y la fortaleza de la economía europea", dijo Duisenberg.

Pero su optimismo no es compartido por Kuehbacher, cuyas declaraciones con respecto a la improbabilidad de un euro fuerte a corto plazo provocó gran venta de euros este martes.

Kuehbacher dijo que no tiene sentido que el BCE intervenga en el mercado sin la cooperación de Estados Unidos y Japón, lo cual se interpretó como que el banco no intervendrá para apoyar al euro.

Los comentarios de Kuehbacher, quien preside los bancos centrales de Berlín y Brandenburgo, influyeron sobre el mercado ya que él es considerado influyente en el Banco Central alemán, aunque el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, es el único funcionario alemán con autoridad en el proceso de decisión del BCE.

"Sus declaraciones serán percibidas como una indicación de lo que piensa el propio Bundesbank del euro", comentó Jeremy Hawkins, principal asesor económico del Bank of America en Londres.

Mientras, el financista internacional George Soros advirtió que el euro seguirá cayendo a menos que el BCE intervenga y agregó que el banco central tiene suficientes reservas para hacerlo, pero carece de la voluntad política.

La inquietud por el valor del euro se debe a que la Unión Europea se encuentra en la última etapa de adopción de la Unión Económica y Monetaria que comenzó hace más de 10 años.

La Unión Monetaria se hizo realidad el 1 de enero de 1999. Desde entonces, el euro ha sido la moneda común de los 11 estados miembros, según las directivas establecidas por el Tratado de la Unión Europea. Un período de transición de tres años concluirá el 31 de diciembre del 2001.

A partir del 1 de enero del 2002, los bancos nacionales sólo emitirán billetes y monedas del euro. (FIN/IPS/tra-en/raj/da/aq/if/00

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