El Centro de Investigaciones Ciudad, que desarrolla proyectos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la capital de Ecuador, comenzará en junio un programa de radio tendiente a fomentar la participación de la sociedad civil.
El centro se ha destacado desde su creación hace 15 año por investigar los problemas que afectan a las urbes ecuatorianas y aportar posibles soluciones.
Desde sus comienzos, esta organización no gubernamental le ha dado especial importancia a la elaboración de revistas, libros, boletines y una serie de publicaciones que aportaran "a la democratización de los espacios públicos".
El programa que se transmitirá por radio La Luna, de Quito, una de las de mayor audiencia, busca transformarse en un vehículo "que sirva a los quiteños y quiteñas en la construcción de una ciudad mejor", dijeron sus responsables.
Augusto Barrera, experto en temas urbanos y encargado de la planificación del programa por parte de Ciudad, señaló que lo primero a tener en cuenta es que "Quito es una forma de vivir".
"Las ciudades no se definen solamente por su urbanización y la concentración de industrias y servicios, sino por la rapidez e intensidad de las relaciones entre sus habitantes, y el programa debe ayudar a mejorar esas relaciones", explicó.
De la ciudad tranquila en la que casi todos sus habitantes se conocían sólo queda el recuerdo, porque en los últimos años ha crecido a un ritmo que no se pensaba décadas atrás.
Una población actual de 1.700.000 personas en el distrito metropolitano, que abarca el perímetro urbano y el área rural, habla de ese crecimiento espectacular de la capital de Ecuador.
"Ese crecimiento y la iniquidad en la distribución de la riqueza ha llevado a que se convierta en escenario de contrastes inmensos, donde se encuentran las más grandes riquezas y las mayores pobrezas", arguyó el experto.
El desempleo en Quito alcanza en la actualidad a 20 por ciento, con un aumento significativo de la actividad económica informal y un deterioro en las condiciones de salud y educación.
El 29,7 por ciento de la población económicamente activa de la ciudad se dedica a actividades productivas primarias, secundarias y de construcción, 48,6 por ciento a la prestación de servicios, 16,9 por ciento al comercio y 4,8 por ciento a otras actividades.
"Los impactos de la aplicación de políticas neoliberales han provocado un progresivo empobrecimiento de la ciudad y la pérdida de perspectivas para una reactivación económica", afirmó Barrera.
Los números son elocuentes. Sólo 27 por ciento de la población tiene instrucción superior, la mortalidad infantil es de 36,9 por mil y la desnutrición crónica abarca a 43,3 por ciento.
En tanto, 48 por ciento de los habitantes del distrito metropolitano se encuentra bajo la línea de pobreza, 10 por ciento de la cual vive en situación de indigencia, 64 por ciento tiene acceso a agua potable, 78 por ciento a alcantarillado y 68 por ciento dispone de servicio higiénico unifamiliar.
Barrera opinó que "se ha dado un clarísimo proceso de fragmentación, en las que hay zonas con todos los servicios y otras totalmente marginadas y excluidas".
Por eso cree que este programa de radio, dirigido por profesionales de la comunicación y asesorados por el Centro de Investigaciones Ciudad, puede transformarse en un instrumento de democratización de la capital ecuatoriana.
En ese sentido, Barrera explicó que el proyecto debe aportar a que el municipio y los sectores sociales puedan caminar hacia formas de gobierno que amplíen la participación.
"Muchas veces la defectuosa representación de los sectores sociales en los órganos que toman decisiones imposibilita que la política sea el espacio de negociación, concertación y administración pacífica de los conflictos", señaló el urbanista.
Para evitar eso es necesaria una descentralización efectiva, con posibilidades de influencia de las comunidades en la toma de decisiones, indicó.
"Es necesario abrir la gestión de la ciudad a formas más amplias y permanentes de participación ciudadana en la planificación, gestión y control social del municipio, ya que fortalece el sentido de corresponsabilidad en la construcción de la ciudad", arguyó.
Otra idea contenida en el proyecto es la de ayudar al municipio y a la población organizada a asumir el reto de crear condiciones de seguridad para todos.
También destacó la importancia de rescatar la historia de cada barrio de Quito para ir conformando la memoria colectiva de la urbe, con sus hechos importantes, sus personajes y rincones típicos.
Barrera cree necesario que un programa de estas características debe vincularse estrechamente a la gente, a través de visitas constantes a los distintos barrios y organizaciones sociales.
"También se piensa desarrollar instancias de debate e intercambio que aporten a crear valores de solidaridad, responsabilidad social, superación, respeto y amor a la ciudad", informó.
En Centro Ciudad apuesta a la descentralización de la capital ecuatoriana en espacios geográficos y poblacionales con identidad definida, que se expresen a través de organizaciones representativas del conjunto de ciudadanos en forma plural, por fuera de partidos políticos.
Para Barrera, otro objetivo es promover una gestión municipal más ágil y la cooperación voluntaria de la ciudadanía, "acercando a funcionarios y ciudadanos en términos de cordialidad y sensibilidad humana, en los distintos procesos de trabajo".
"Si bien Quito no ha tenido gobiernos municipales irresponsables como otras ciudades, cada vez son mayores las dificultades para que todos y todas vivamos bien, por eso es necesario mejorar las condiciones de vida pensando que en 20 años la población superará lejos los tres millones de habitantes", afirmó.
Muchas de las propuestas de Ciudad fueron asumidas por candidatos a alcaldes en las elecciones municipales que se llevarán a cabo en Ecuador el 21 de este mes.
Barrera sostuvo que esa circunstancia alienta el trabajo de la entidad en la construcción de un marco de relaciones más equitativas para que Quito sea un lugar de "convivencia, en que la gente respete la vida, la libertad, los derechos, los medios de subsistencia y los espacios públicos".
"Una ciudad humana y cercana a la gente debe ser un espacio privilegiado para reconstruir y recrear las identidades culturales, la tolerancia, la recuperación histórica y el sentido de pertenencia. A eso apuntan Ciudad y La Luna con este programa", concluyó Barrera. (FIN/IPS/kl/dm/cr ip/00
