UCRANIA: Rusia elogia referéndum que aumenta poder presidencial

El presidente electo de Rusia, Vladimir Putin, elogió hoy en Ucrania el resultado favorable a su par ucraniano Leonid Kuchma del polémico referéndum que aumentó los poderes del poder ejecutivo y redujo los del Parlamento.

Putin, quien se encuentra de visita en Ucrania, felicitó este martes a Kuchma por la victoria en el referéndum.

El resultado indica la "confianza" del pueblo ucraniano en el gobierno del país, dijo Putin según la agencia de noticias rusa Interfax, quien fue elegido presidente de su país el 26 de marzo en la primera vuelta electoral.

Kuchma, quien mantuvo tensas relaciones con el parlamento ucraniano en los últimos seis años, argumentó que necesita ampliar sus poderes para impulsar más reformas.

El parlamento estuvo dominado por el Partido Comunista hasta principios de este año y criticó severamente las reformas de mercado del presidente.

Aunque el Consejo de Europa calificó de inconstitucional al referéndum, 90 por ciento de los electores apoyaron la iniciativa de reducir la cantidad de legisladores de 450 a 300, y 85 por ciento apoyaron la disolución del Parlamento por el presidente si aquel no aprueba el presupuesto en un lapso de tres meses o forma una mayoría en un mes.

Casi 82 por ciento de electores votaron por formar un parlamento bicameral y 89 por ciento estuvieron a favor de cesar la inmunidad penal de los diputados.

La oposición criticó por autoritario al referéndum.

El líder comunista Petr Simonenko, quien fue derrotado por Kuchma en los comicios presidenciales de noviembre, boicoteó la consulta popular y acusó al gobierno de falsificar el resultado.

Una de los candidatas en las elecciones presidenciales, Natalia Vitrenko, dijo que el referéndum fue el primer paso para disolver el parlamento y profundizar el autoritarismo del gobierno.

Kuchma dijo que solicitará al parlamento que modifique la constitución una vez que se publique el resultado oficial del referéndum el día 26.

Pero el referéndum puede provocar una crisis política si los diputados se niegan a autorizar el resultado. Según la legislación actual, el presidente puede disolver el Parlamento sólo si éste no inaugura las sesiones en el plazo de un mes.

Durante su visita, Putin también discutió la deuda multimillonaria que Ucrania mantiene con Rusia por la exportación de gas. En los últimos meses, Moscú insistió en el pago de la deuda. Ucrania depende de Rusia por aproximadamente 80 por ciento de sus necesidades energéticas.

Ambas partes aún deben acordar el monto exacto de la deuda. Ucrania reconoce 1.400 millones de dólares, pero Rusia asegura que es más de 2.000 millones.

El problema radica en que Ucrania recibe una cierta cantidad de gas gratuito por un gasoducto que cruza su territorio, pero Rusia sostiene que el país toma más de la cantidad acordada.

El director de la compañía estatal rusa, Gazprom, quien acompañó a Putin en Kiev, acusó a Ucrania de robar el gas.

Este martes, Putin y Kuchma acordaron formar una comisión conjunta para resolver el problema de la deuda en el plazo de un mes. El presidente ucraniano también reconoció que la práctica de desviar el gas hacia gasoductos de exportación para el resto de Europa no es "civilizada" y prometió reprimir a los infractores.

Moscú también había propuesto que Kiev pagara parte de la deuda con la venta de propiedad estatal ucraniana, pero Kuchma rechazó la idea.

A pesar de la disputa, Putin y Kuchma visitaron la flota rusa en el Mar Negro, que arrienda el puerto de Sevastopol a Ucrania.

Los estados vecinos se consideran socios naturales, pero los constantes desacuerdos caracterizaron sus relaciones desde la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Ambos países difirieron por la división de los activos soviéticos, el deseo ucraniano de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sobre todo por la flota del Mar Negro basada en el puerto de Sevastopol, en la península ucraniana de Crimea.

El líder soviético Nikita Kruschev cedió Crimea a Ucrania como un "obsequio" en 1954, y el país heredó la península cuando declaró la independencia hace siete años. Pero nacionalistas rusos cuestionan la legalidad de la medida.

En febrero de 1999, Rusia aprobó un controvertido tratado de cooperación con Ucrania, firmado en octubre de 1997, junto con tres acuerdos más sobre la flota del Mar Negro, condenados por los nacionalistas como una traición a los intereses rusos.

Según el tratado, Rusia confirmó su reconocimiento de la soberanía ucraniana en la península de Crimea.

Moscú arrendaría el puerto de Sevastopol durante 20 años y allí basaría su parte de la flota del Mar Negro, que fue dividida entre los dos países en 1991.

A los nacionalistas rusos les preocupa especialmente que Ucrania se incorpore a la OTAN, que consideran una amenaza a la integridad de Moscú.(FIN/IPS/tra-en/sb/sm/aq/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe