El gobierno de Rumania debe mejorar la seguridad en sus fronteras para controlar la salida indocumentada de refugiados a Europa occidental si desea incorporarse a la Unión Europea (UE).
Diez años después de haber derrocado el régimen comunista, Rumania también debe luchar contra la delincuencia fronteriza, entre 31 ámbitos más que debe mejorar para poder ingresar al bloque europeo.
Rumania es un país de tránsito para los inmigrantes indocumentados, sobre todo de Afganistán, Iraq, Somalia y Sri Lanka, pero a menos que se adopten medidas nuevas, en los próximos años se podría convertir en un lugar de destino.
"Pero para impedir el cruce fronterizo y el contrabando ilegal necesitamos mucho dinero. Necesitamos la ayuda de la Unión Europea, especialmente la financiación", dijo el coronel Marian Dumitru, al frente del departamento de guardias de frontera.
El año pasado, la Comisión Europea autorizó un préstamo de 10 millones de dólares para equipar las fronteras rumanas y este año autorizó dos millones más.
En 1999, el país concentró su policía fronteriza en una sola fuerza. Las autoridades denunciaron el decomiso de 17 toneladas de narcóticos, 150 kilogramos de explosivos y detuvo a cientos de personas intentando viajar ilegalmente a Occidente.
Las autoridades comenzaron a colaborar con otros países, especialmente con Bulgaria, para fortalecer los controles fronterizos.
Las relaciones entre Bucarest y Sofía mejoraron en los últimos tiempos, a pesar de una larga historia de insultos comerciales mutuos. La razón es muy sencilla: los dos países son firmes candidatos para ingresar a la UE.
Una primera señal de mejor cooperación es que, después de nueve años de idas y venidas, Rumania y Bulgaria acordaron a principios de mes un lugar para construir un puente sobre el río Danubio que será parte de una ruta de transporte norte-sur que vinculará Berlín con Estambul.
El proyecto, financiado mayormente por la UE, es uno de los primeros resultados concretos del Pacto de Estabilidad de los Balcanes y también un símbolo de la cooperación regional.
La construcción del puente comenzará este año y llevará dos años y medio para concluirse.
"Como integrantes de la UE, Bulgaria y Rumania serían los puntos de contacto (del bloque) con la ex Unión Soviética y Turquía. Europa Occidental tiene interés en su integración ya que los considera países clave para la estabilidad regional", declaró un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otra condición impuesta a Rumania para ingresar a la UE es cerrar sus fronteras con los países vecinos de Moldavia y Ucrania, aunque ese es un tema delicado.
Después de que Rumania fue invitada a comenzar las negociaciones para ingresar a la UE, Moldavia temió que el país cerrara sus fronteras y exigiera visas de ingreso.
Cientos de ciudadanos de Moldavia solicitaron la ciudadanía rumana en la embajada de Rumania en la capital moldava, Chisinau. La mayoría de la población en Moldavia hablan el mismo idioma que sus vecinos rumanos.
En la época estalinista de la Unión Soviética, una campaña de "rusificación" forzosa, incluso con deportaciones masivas, alteró el equilibrio étnico y la identidad nacional de Moldavia.
Los modavos temen que Rumania les exija visas de ingreso en el futuro, como hicieron las autoridades búlgaras a fines de 1999.
"Mi única salvación es que me ofrezcan la ciudadanía para ir a trabajar a Rumania", dijo Ion Tabacaru, luego de esperar durante cinco horas frente a la embajada rumana.
Según cálculos extraoficiales, más de 200.000 moldavos solicitaron la ciudadanía rumana en los últimos meses, lo cual creó tensiones entre Chisinau y Bucarest.
El presidente moldavo Petru Lucinschi solicitó a las autoridades rumanas que sean "más rigurosas" al otorgar la ciudadanía a los moldavos ya que la constitución de Moldavia prohíbe la doble ciudadanía.
Las tensiones disminuyeron este mes cuando funcionarios de ambos países acordaron que Rumania no le negaría el acceso a los moldavos luego de convertirse en parte de la UE. (FIN/IPS/tra-en/mc/sm/aq/ip/00
