El Foro Mundial de Educación de Dakar terminó el viernes con la promesa de que gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG) garantizarán educación de calidad para todos.
El Marco de Acción aprobado en el último día del Foro, que comenzó el miércoles, se consideró un avance en relación con el compromiso de lograr acceso universal a la educación básica asumido hace 10 años por los gobiernos del mundo, en la ciudad tailandesa de Jomtien, durante la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos.
En Jomtien se fijó esa meta sin que hubiera "recursos ni mecanismos" para garantizar que se alcanzara, admitió Tom Bediako, un educador y activista de Ghana. "En Dakar no ha sido así. Logramos algunos compromisos para asegurar que los cambios se produzcan", señaló.
En el documento final, preparado por una comisión en la noche del jueves, se realizan seis promesas a los niños del mundo.
Entre esas promesas están las de cuidado y educación integrales a edad temprana para los más vulnerables y los discapacitados, educación primaria universal y de calidad, y atención a las nuevas necesidades de los jóvenes en materia de educación.
En el Marco de Acción también se plantea la aspiración de superar la actual brecha de género en la educación. Las metas fijadas en esa materia son eliminar la brecha en la educación primaria y secundaria para 2005, y alcanzar la plena igualdad de género en 2015.
Funcionarios y activistas participantes en el Foro indicaron el viernes que el Marco de Acción es aceptable para los gobiernos de países industrializados y en desarrollo, las instituciones financieras internacionales y las ONG.
"Los países donantes están preparados para trabajar con los países en desarrollo que cuenten con planes nacionales de educación", afirmó Marie Minna, ministra de Cooperación Internacional de Canadá.
Desde su punto de vista, los desafíos planteados en Dakar no serán fáciles de afrontar, pero "es posible llevar a cabo un gran trabajo".
Lo más importante es que cada nación lleve adelante su propio programa de educación, con garantías de que las ONG tengan mayor involucramiento que antes en el diseño de esos planes, opinó
Los objetivos planteados en el Foro "brindan una oportunidad para cerrar la brecha del conocimiento que se ha estado ampliando entre el mundo industrializado y el resto de los países", comentó el ministro de Educación de Bangladesh, A.S.H.K. Sadique.
Durante el encuentro "hubo una enorme convergencia" de los puntos de vista de los participantes, declaró a periodistas el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura, Koichiro Matsuura, tras el cierre del Foro.
El viernes, representantes de la Campaña Mundial por la Educación (GCE), una coalición de 400 ONG dedicadas al desarrollo y sindicatos de educadores de 180 países, informó por qué había respaldado el Marco de Acción.
"Alcanzamos algunos progresos. El documento es una herramienta con la cual vamos a trabajar", apuntó Elie Jouen, vicesecretaria general de Educación Internacional, una ONG con sede en Bruselas.
Jouen afirmó que la GCE estaba satisfecha por haber logrado que se incluyeran en el Marco de Acción garantías de educación gratuita de calidad, aumento de los recursos para la educación mediante el alivio de la deuda externa de países en desarrollo, y prioridad para la educación de las niñas.
La activista expresó, sin embargo, su frustración ante el rechazo de una propuesta para financiar la educación en el mundo presentada por la GCE a la comisión de redacción del documento.
La coalición había enfatizado en su Plan de Acción Mundial (GAP), divulgado en vísperas de la conferencia, la necesidad de invertir en educación 8.000 millones de dólares adicionales por año, durante 10 años, para alcanzar la meta de educación primaria universal.
En el GAP se pidió que los países en desarrollo se comprometieran a aportar con ese objetivo 4.000 millones de dólares anuales, o seis por ciento del producto bruto interno de cada país, y que la comunidad internacional y las agencias de asistencia contribuyeran con 3.000 millones anuales.
El resto del dinero necesario sería recolectado, según el GAP, por ONG, fundaciones y otras fuentes privadas.
La GCE subrayó que esos compromisos en materia financiera eran imprescindibles para garantizar el cumplimiento de las promesas de cambio.
Clare Short, ministra de Cooperación Internacional de Gran Bretaña, no estuvo de acuerdo con las propuestas del GAP, y opinó incluso que habría sido "peligroso establecer un fondo internacional para la educación básica".
"El dinero no es suficiente para alcanzar el objetivo de educación para todos. También es vital que exista voluntad política, y las organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil deben ejercer presión sobre los gobiernos para que lograr auténtica voluntad política", explicó.
Short añadió que el Foro no era el lugar adecuado para "forzar a los gobiernos a actuar de determinada manera".
El Marco de Acción, aprobado por funcionarios responsables de la educación de 181 países, fue visto por muchos como un paso adelante en relación con la declaración final de la Conferencia de Jomtien, ya que sus términos son más específicos que los empleados hace diez años.
El delegado de una ONG admitió que la declaración aprobada por 155 gobiernos en Jomtien fue "vaga".
"Ahora el desafío es lograr que las iniciativas de Dakar se hagan realidad", enfatizó Rasheda Choudhry, director de la ONG Campaña para la Educación Popular, con sede en Bangladesh,
Ese desafío implica brindar educación básica de calidad a la población infantil de más de 113 millones que no va a la escuela, formada en su mayor parte por niñas, y reducir a la mitad la cantidad de adultos analfabetos, que llega a 880 millones en la actualidad. (FIN/IPS/tra-eng/mmm/an/da/mp/ed/00