/Ciudades de América Latina/ MEXICO: El transporte público busca subir a tren de la modernidad

El transporte público de la capital de México encara el reto de seguir la ruta de la modernidad, que responda a la demanda de 16,4 millones de viajes-persona diarios, tras décadas de improvisación y desorden.

El área metropolitana de la ciudad de México pasó de menos de 12 millones de habitantes a casi 20 millones en 25 años y, mientras de convertía en una de las urbes más pobladas del mundo, el transporte de pasajeros crecía carente de organización.

El sistema de transporte está formado por 191 kilómetros de vías y 2.559 vagones que proporcionan el servicio de tren subterráneo, así como por 439 trolebuses y 19 unidades del llamado tren ligero que completan una red de transportes eléctricos.

También circulan en la ciudad unos 90.000 automóviles con taxímetro, aunque el rasgo característico del sistema de transporte local es que casi 60 por ciento lo cubren los llamados microbuses (autobuses pequeños), que la mayoría utiliza gasolina.

Una red de microbuses con itinerario fijo, que compite con el tren subterráneo, genera buena parte de la contaminación del aire, provoca congestionamientos viales y graves deficiencias en el servicio de transporte.

Estudios de la Secretaría del Medio Ambiente de la capital mexicana sostienen que la mayor parte de las 230.000 unidades de microbuses en circulación ya cumplió su vida útil.

Estos vehículos son además inseguros para los pasajeros, al suscitar constantes accidentes. Entre enero y septiembre del año pasado, 113 personas murieron y 7.407 resultaron lesionadas en incidentes de tránsito.

La capacidad de circulación en las principales arterias de la ciudad de México sucumbió en la última década ante el acelerado crecimiento de la cantidad de automóviles particulares que se incorporaron, a razón de seis a siete por ciento cada año.

El Circuito Interior y el Periférico, dos vías rápidas que rodean y cruzan la ciudad, redujeron hasta en 40 kilómetros por hora el nivel de desplazamiento, con puntos de conflicto en los que un automovilista pierde hasta 3,5 horas al desplazarse.

Las horas-hombre perdidas a causa de problemas en el tránsito se calculan en unas 20 millones al día, 62 por ciento de las cuales corresponde a viajes en transporte colectivo de pasajeros y el resto a particulares.

El vertiginoso crecimiento de la cantidad de vehículos, públicos y particulares, amenaza con saturar la vialidad disponible, si se considera que en 1978 había 680 vehículos por kilómetro cuadrado frente a casi 3.000 este año, según datos oficiales.

Las autoridades capitalinas, surgidas en 1997 de las primeras elecciones en la historia de la ciudad que le dieron el triunfo al centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), impulsan un programa para articular el servicio público de transportes.

Los más de 9.000 kilómetros de calles existentes en la actualidad resultan insuficientes para el explosivo crecimiento vehícular.

El programa para ordenar en forma integral el transporte capitalino, con miras a garantizar un servicio de calidad, prevé la definición de 33 corredores viales estratégicos que darán cuerpo a una red vial básica.

Además, considera la sustitución de microbuses por autobuses, con el fin de renovar la flota vehicular y mejorar la atención a la demanda del servicio de transporte público de pasajeros.

Los microbuses ya no sirven para atender la demanda de la población debido a problemas de seguridad, impacto ambiental y congestión vial, sostienen las autoridades capitalinas.

El nuevo plan, que incluye además la capacitación de los transportistas privados, pretende ordenar los recorridos para evitar que compitan con el servicio de trenes subterráneo.

La política del gobierno local en la materia plantea el rescate de esa red ferroviaria, como columna vertebral de un sistema integral de transporte.

La capacidad del tren subterráneo de la ciudad de México registra 25.000 pasajeros diarios por kilómetro, mientras ese mismo sistema cubre 20.000 pasajeros por kilómetro en París y 11.000 en Madrid.

En mayo del año pasado, en el marco de la ley de transporte aprobada por la Asamblea Legislativa capitalina, fue creado el Centro de Estudios y Capacitación de Transporte Urbano, para entrenar a conductores de vehículos de transporte de pasajeros.

El gobierno que encabeza Rosario Robles invertirá este año 200 millones de dólares en la compra de 300 autobuses, la construcción de talleres para el tren ligero, la rehabilitación de trolebuses y trenes, y renivelar la línea 2 del servicio subterráneo.

En la actualidad, 25 vehículos del servicio de tren ligero y trolebuses brindan servicios exclusivos a personas con discapacidad, ancianos y a madres con bebés. (FIN/IPS/pf/dm/ip if/00

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