El séptimo Festival Iberoamericano de Teatro de la capital colombiana, que concluye este domingo, dio escenario a diversas manifestaciones artísticas que enuncian un compromiso con la realidad social de los artistas de América Latina y España.
Tres directores que presentaron sus obras como homenaje a la reivindicación de valores morales, sociales y políticos, en un trabajo enmarcado en el teatro "de combate y compromiso", dialogaron con IPS.
Claudio Valdés, de México, Antonio Abujmra, de Brasil, y Salvador Távora, de España, pusieron a consideración del público bogotano tres obras que abarcan el teatro de tradición con largos diálogos, la fuerza de la comedia erótica y la espectacularidad de una ópera sevillana, respectivamente.
Valdés expresó que lo más importante es "la recepción del sentido de la obra representada", que en su caso aborda la realidad latinoamericana pensando en la "informalidad del público que percibe el impacto del mensaje adaptándolo a su propia situación".
"Becket o el honor de Dios", la pieza del dramaturgo francés Jean Anouilh adaptada por Valdés, sobre la búsqueda existencial del honor, analiza los lazos y límites de la amistad al tiempo que desentraña los mecanismos del poder, "siempre pervertido por las pasiones personales".
Esta obra, escrita en los años 50, relata el asesinato del arzobispo de Canterbury, Tomás Becket, ordenado en 1770 por su amigo el rey Enrique II de Inglaterra.
Cinco actores que representan a 15 personajes que, aunque con vestuario medieval, interpretan sentimientos y posiciones acordes con la situación política contemporánea, como la alegoría que hacen de la figura del Papa y el protagonismo de la Iglesia Católica en los asuntos de gobierno.
"El de Becket es el honor concebido como uno quiere ser en la vida" y como la vigencia de los temas actuados es enorme, "hay que tratar de conseguirlo aún a pesar de que pueda costarle la cabeza", como ocurrió con el arzobispo, comentó Valdés.
Abujmra y Joao Fonseca, con su grupo de 10 años "Os Privilegiados", escenificaron "El Casamiento", adaptación tragicómica de la novela de Nelson Rodrigues, prohibida por el gobierno militar brasileño en la década del 60.
Los preparativos del casamiento de "Glorinha", predilecta de su padre, van descubriendo secretos de la vida sexual de cada uno de los personajes, describiendo el juego de la doble moral.
"El Casamiento" tiene gran aceptación de público "porque muestra las relaciones tal y como son" y, por increíble que parezca, "todavía no ha sido totalmente superada la faceta mojigata del moralismo, porque somos pueblos condenados a vivir en la mediocridad y el sexo no es la excepción", dijo Abujmra.
Al espectáculo musical apuesta la compañía andaluza "La cuadra de Sevilla", de Salvador Távora, un antiguo aspirante a torero que decidió "reivindicar el mito" de las cigarreras de Triana representadas en el rol femenino de la ópera "Carmen".
La tradición oral sevillana motivó a Távora para darle vida a una nueva interpretación de "Carmen", cuyas versiones más conocidas son la obra lírica del francés George Bizet y la película del español Carlos Saura.
Távora describe a esta "Carmen" como una conjunción de ópera flamenca, arte taurino y teatro, donde "se resalta la concepción popular del arte" y el grupo de "cantaores" de tradiciones, los músicos de banda e incluso el caballo del picador amante de la cigarrera, ambientan "a esa mujer que debate y lucha".
El dramaturgo aseguró que hace una "nueva ópera", en la que se comunica todo lo que se quiere sin hablar y se abandona la idea de mujer frívola presentada en las "Cármenes anteriores".
"Este trabajo quisiéramos que fuera una especie de homenaje no sólo a nuestro pueblo anadaluz, sino a toda la respuesta latinoamericana que hemos recibido", principalmente de México y Colombia, expresó Távora.
El Festival Iberoamericano presenta del 7 al 23 de este mes a 81 compañías provenientes de 33 países de los cinco continentes, las cuales completan 460 funciones del denominado "Estreno del Siglo". (FIN/IPS/mjll/ag/cr/00