(Arte y Cultura) RUSIA: El Bolshoi pide ayuda

El Bolshoi de Moscú, uno de los más antiguos y conocidos teatros de danza de Europa, lanzó una campaña internacional en pocura de reunir 200 millones de dólares para financiar su renovación.

"El Bolshoi tiene reconocimiento mundial y ahora necesitamos el apoyo de todos nuestros colegas", declaró Vladimir Vasiliyev, su director artístico.

A comienzos de marzo, Vasiliyev apeló personalmente a "todos los teatros del mundo" en procura de respaldo para el proyecto de renovación del Bolshoi mediante la donación de una parte de sus ingresos o con funciones especiales de ayuda. Hasta ahora han respondido más de 20 teatros.

La iniciativa de recolectar fondos de ayuda ganó vigor con el día de solidaridad con el Bolshoi, declarado por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) el 28 de marzo, en ocasión del 224 aniversario de la fundación del teatro ruso.

Ese día, se alentó a grupos en todo el mundo a solicitar dinero en apoyo de la rehabilitación del famoso teatro. Esas iniciativas son cruciales para la supervivencia" del Bolshoi, señaló Vasiliyev, un ex bailarín que tomó las riendas de la compañía en 1995.

El edificio del teatro, construido en 1856, nunca fue sometido a grandes reparaciones y necesita con urgencia ser restaurado. Además, el millón de espectadores que asisten anualmente a las funciones han superado la capacidad del Bolshoi.

La mayoría de las estructuras metálicas del teatro datan de 1856, y tanto el escenario como los equipos fueron reemplazados por última vez en 1930, cuando símbolos comunistas fueron pintados en telones y bajorrelieves.

La compañía nació en marzo de 1776, cuando sus 13 miembros originales iniciaron las actuaciones en lo que luego se conoció como el teatro Petrovsky.

Pero el fuego destruyó el teatro Petrovsky en 1805 y también el local que lo reemplazó en plaza Arbat, en 1812, y el primer teatro Bolshoi, en la plaza homónima, en 1853.

El actual edificio fue construído en 1856, y la fachada y el ingreso del teatro resultaron dañados por el estallido de una bomba de 200 kilos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La reconstrucción fue completada ocho meses después de la explosión.

Ahora es el paso del tiempo el factor de deterioro de un teatro que fue hogar o anfitrión, de algunos de los nombres más famosos del mundo de la música, como Tchaikovsky o Rachmaninov.

La Unesco, que se hizo cargo en 1993 dl proyecto de renovación, se ha comprometido a frenar la degradación y devolver al teatro su antiguo esplendor.

Marina Panfilovich, jefa de relaciones públicas del teatro, dijo que, a pesar del aumento de sus producciones, el teatro sigue crónicamente corto de fondos para llevar adelante su programa de renovación.

"Es por eso que consideramos tan importante la cooperación de Unesco para la recolección de fondos fuera de fronteras", dijo Panfilovich.

Además de recursos para financier su programa de renovación, el Bolshoi necesita dinero para asegurar que sigue siendo una de las mejores compañías de Rusia, con sus 2.500 artistas, entre cantantes, bailarines, miembros del coro y músicos.

El teatro ya ha perdido a algunos bailarines y músicos, que optaron por mejores retribuciones en el exterior. De todas maneras, nuevos contratos flexibles, que permiten a los artistas trabajar tambien en el extranjero y seguir siendo miembros del Bolshoi, redujeron la fuga de jóvenes talentos.

Pero mantener su elenco y asegurar la calidad de sus producciones exige a la compañía una financiación adecuada. El Bolshoi tiene un subsidio del gobierno de 10 millones de dólares anuales, una cantidad insuficiente para mantenerlo a flote, señaló Vasiliyev.

Como institución del Estado, el Bolshoi está obligado a mantener bajo el costo de sus entradas. Un lugar en las mejores butacas se logra por menos de 20 dólares y las ubicaciones en palcos se pagan menos de un dólar. El resultado son ingresos modestos, que no contribuyen a las arcas de la compañía.

El Bolshoi necesita más de 60 millones de dólares para completar las obras de un nuevo teatro de 1.000 butacas contiguo al edificio principal. Luego deberá financiar la rehabilitación de este último.

En total, alrededor de 200 millones de dólares son necesarios para el proyecto de renovación, que está tres años atrasado respecto del plazo original.

A pesar de sus problemas financieros, el Bolshoi intenta ampliar su actividad al exterior. Vasiliyev anunció en marzo un plan para crear una escuela de danzas del Bolshoi en Brasil, la primera fuera de Rusia.

La escuela se levantará en Joinville, en el meridional estado de Santa Catarina, costará un millón de dólares y tendrá capacidad para 200 alumnos.

"No excluímos la posibilidad de abrir escuelas de danza del Bolshoi en otras partes del mundo", dijo Panfilovich. Japón y Alemania figuran ahora en el mapa de expansion de la compañía. (FIN/IPS/tra-eng/sb/da/ego/cr/00

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