El espectáculo Carnaval de Jamaica 2000, dedicado a los estilos musicales calipso y soca, comenzará este domingo con la tradicional apertura en las canchas de polo de Chukka Cove, próximas al centro turístico Ocho Ríos, sobre la costa septentrional de la isla.
Este año, el festival carnavalesco, que concluye el domingo 30, tendrá algo diferente. Impulsado por el éxito multitudinario de 1999, lo cual demostró que superó sus raíces de clase media y llegó a las masas, Byron Lee, su creador, piensa llevar el espectáculo a las pequeñas poblaciones de todo el país.
En sus 10 años de vida, el espectáculo se limitó a Kingston. Incluso el acontecimiento de Chukka Cove atrajo siempre a una mayoría de kingstonianos, que invadían las canchas de polo el domingo de Pascua para festejar todo el día y toda la noche.
Esta vez, Lee quiere llevar su orquesta y sus invitados a lugares como May Pen, Mandeville y Santa Isabel, en el centro de la isla, y Savanna-la-Mar, Negril y Bahía Montego en el extremo oeste del país. "No le presto demasiada atención a Kingston, se lo dejo a otra gente", declaró.
La "otra gente" son los organizadores de festivales de carnaval rivales que incluyen grupos de "alto perfil" como los Revellers, Oakridge y Maestros, todos controlados por la clase media y alta jamaiquina.
Las diferencias y disputas entre ambos es otra de las características del carnaval jamaiquino, al igual que sus extravagantes disfraces.
El estilo autocrático de Lee le restó el apoyo de los miembros jóvenes de su comisión en 1998, quienes lo relegaron a una función de escasa importancia ese año.
Pero Lee retornó en 1999, cuando el carnaval celebró su décimo aniversario atrayendo a participantes de todos los sectores y sacudiendo su imagen burguesa.
Ahora, Lee se dispone a consolidar el triunfo de 1999 presentando nuevos talentos y propagando el evangelio soca, estilo musical derivado del calipso, por los distritos rurales.
Por primera vez desde su inaguración en 1989, el festival tendrá un concurso para elegir al monarca del soca que ya es parte integral del carnaval caribeño. En el correr de los años, la competencia dio lugar al nacimiento de grandes del calipso, como Lord Kitchener y Mighty Sparrow.
En el caso del Carnaval de Jamaica, el concurso está abierto a los aficionados y tiene el propósito de descubrir a una estrella local del soca, que todavía no es tan popular como el calipso.
"Por primera vez tendremos una gran producción jamaiquina. Si el nombre es Carnaval de Jamaica, la música debe ser jamaiquina", dijo Lee.
La mayoría de las canciones interpretadas en el desfile callejero y las fiestas carnavalescas son importadas del carnaval de Trinidad y Tobago.
No obstante, fueron canciones con temas del carnaval jamaiquino las que tuvieron mayor éxito popular, impulsado por la orquesta Dragonnaires, de Lee, además de conjuntos como Admiral Bailey y Lieutenant Stitchie.
El calipso y el soca son tradicionales en Jamaica. La música de Kitchener, Sparrow y The Merrymen, procedentes de Barbados, siempre fueron populares en las radios y clubes jamaiquinos.
La fusión que hiciera el trinitario Lord Creator de los éxitos de ska y calipso para la compañía Randy's Records, con sede en Kingston, popularizó estos estilos en los años 60.
Sin embargo, la música de carnaval en la tierra del reggae antes pertenecía a la clase media y se escuchaba en enclaves de Kingston con concurrencias selectas.
Ansioso por liberarlo del estigma clasista ligado al carnaval local, y deseoso de emular el afianzado festival trinitario, Lee tomó el toro por los cuernos y lanzó el Carnaval de Jamaica.
Su éxito entre las clases trabajadoras, según algunos observadores, se debe a la ausencia de espectáculos de reggae, como el Reggae Sunsplash, que no se realizó por segundo año consecutivo. (FIN/IPS/tra-en/hc/da/ego/aq/cr/00