TIMOR ORIENTAL: Annan impresionado y deprimido tras su visita

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annnan, dijo al Consejo de Seguridad del foro mundial que estaba impresionado y deprimido por lo que vio en su visita a Timor Oriental la semana pasada.

"Me deprimió el espectáculo de la destrucción", expresó el secretario general ante los 15 integrantes del Consejo, durante una reunión a puertas cerradas realizada el martes. Annan comentó que le había parecido claro que gran parte de los destrozos que vio fueron causados "en forma sistemática" y deliberada.

"La situación es peor de lo que podía imaginarme por lo que había visto en televisión y leído en informes (de prensa)", indicó.

La violencia y destrucción en Timor Oriental comenzaron tras el plebisicito de autodeterminación supervisado por la ONU el 30 de agosto, en el cual 78,5 por ciento de los votantes optaron por la independencia total de Indonesia, que había ocupado el territorio desde el fin del dominio colonial portugués, en 1975.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia afirmó el año pasado que el ataque indiscriminado de milicias pro indonesias a civiles timorenses, incluyendo a mujeres y niños, fue "una respuesta indignante a la libre elección de la independencia por parte del pueblo".

Annan dijo también a los integrantes del Consejo que estaba "muy impresionado" por el desempeño de los líderes timorenses, en especial por el de Xanana Gusmao, y por la voluntad popular de reconstruir Timor Oriental y alcanzar la reconciliación, tanto interna como con las naciones vecinas.

"Timor Oriental puede tener un futuro de bienestar y estabilidad si recibe la ayuda adecuada, y para que eso ocurra el Consejo de Seguridad aún debe desempeñar un papel decisivo", afirmó el secretario general.

Durante una conferencia de donantes realizada hace poco en Tokio, representantes gubernamentales prometieron conceder asistencia a Timor Oriental por valor de 500 millones de dólares, "una cifra realmente impresionante" según Annan.

"Si se cumplen las promesas realizadas en esa ocasión, este será uno de los raros casos (de intervención de la ONU) en los cuales no haya escasez de tropas ni de dinero", apuntó el secretario general, quien advirtió sin embargo que el cumplimiento de las promesas suele llevar tiempo.

El dinero está llegando, pero no con la rapidez suficiente, señaló.

En la actualidad, el Fondo de las Naciones Unidas para Timor Oriental sólo cuenta con unos 22 millones de dólares.

El Banco Mundial ha comenzado a aportar dinero, y agilizó sus procedimientos al permitir que sus representantes en Timor Oriental pudieran decidir gastos, dentro de ciertos límites, sin consultar a la sede central de la institución en Washington, comentó Annan.

El presidente del banco, James Wolfensohn, visitó Timor Oriental el mes pasado y firmó un acuerdo con el representante especial de la ONU en Dili, Sergio Vieira de Mello, para habilitar la entrega de unos 21 millones de dólares destinados a solucionar problemas urgentes.

La ONU instó a los integrantes de la diáspora timorense a que aportaran sus habilidades y apoyo a las tareas de reconstrucción.

La Administración Transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNTAET) llegó a un acuerdo con Australia para que el pueblo timorense reciba parte de las ganancias provenientes de la explotación de petróleo y gas en el Mar de Timor, que separa a ambos países.

Annan dijo al Consejo que la parte de esas ganancias recibida por Timor Oriental no ascenderá al comienzo a más de siete u ocho millones de dólares anuales, pero que hay esperanzas de que se perciban sumas mayores en el mediano plazo.

El secretario general informó que se está en camino de superar la situación de emergencia en materia de seguridad, pero que persisten riesgos importantes.

"Por favor, que nadie se confunda. Aún estamos ante una emergencia muy grave".

Timor Oriental se enfrenta a una tarea de reconstrucción cuya magnitud es "desalentadora", no sólo en términos físicos sino también en lo vinculado con la reconstrucción social.

La gente necesita empleos, escuelas y hospitales, y también es necesario construir puertos, carreteras y edificios, apuntó Annan.

Todo debe ser edificado o reedificado desde los cimientos, hay que establecer leyes e instituciones, y es preciso capacitar a los timorenses en todo lo vinculado con la administración de un Estado moderno, explicó.

Annan aseguró que nadie desea mantener la administración de la ONU en Timor Oriental por un minuto más de lo necesario, pero agregó que sería irresponsable que el foro mundial abandone el territorio antes de que su trabajo haya terminado.

"El momento de nuestra partida debe ser decidido en función del logro de metas que se puedan evaluar en forma objetiva", enfatizó.

El Consejo de Seguridad estableció el año pasado que el mandato de la UNTAET cesara en enero de 2001.

"Haremos cuanto podamos para cumplir nuestra tarea en ese plazo, pero debemos estar preparados para prolongarlo si es necesario", afirmó el secretario general. (FIN/IPS/tra- en/td/ks/mp/ip/00

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