NACIONES UNIDAS: El Sur no acepta que EEUU reduzca su aporte

Estados Unidos trata de negociar una reducción de sus aportes económicos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y ese intento es objeto de severas críticas de los países del Sur en desarrollo.

El embajador estadounidense Richard Holbrooke pretende que los 187 miembros de la ONU acepten una disminución del aporte anual de Washington al presupuesto ordinario del foro mundial, de 25 a 20 por ciento, y esa rebaja se maneja como condición del pago de cuotas atrasadas estadounidenses.

El presupuesto 2000-2001 asciende a 1.300 millones de dólares, de modo que la rebaja a la cual aspira Wahington equivaldría a 65 millones de dólares.

En la actualidad, Estados Unidos es el mayor moroso de la ONU, con una deuda de 1.700 millones de dólares. El Congreso estadounidense, dominado por la derecha del opositor Partido Republicano, decidió retener los pagos por razones políticas.

Esa retención ha causado una crisis de liquidez en la ONU, que llevó al foro mundial a reducir su personal y adoptar medidas de austeridad.

El embajador nigeriano Arthur Mbanefo, hablando en nombre de 133 países en desarrollo que integran el Grupo de los 77, dijo que la actual crisis financiera de la ONU, debida al no pago de cuotas por parte de algunas naciones, no debe vincularse con una revisión de la escala de contribuciones al foro mundial.

"La situación financiera ha afectado en forma grave el funcionamiento de la organización y entorpece el cumplimiento de sus actividades principales", expresó.

El Grupo de los 77 opina que la única solución viable es que los países miembros paguen sus importantes deudas y cumplan con sus futuras obligaciones a tiempo, en forma total y sin condiciones.

En la actualidad, 75 por ciento del presupuesto ordinario de la ONU se cubre con el aporte de 10 países, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, Rusia, Canadá, España y Holanda, en orden de importancia de las contribuciones.

Existe un tope de 25 por ciento del presupuesto para el aporte de cada nación, y Estados Unidos paga ese máximo, mientras los aportes más bajos, asignados a la mayoría de las naciones en desarrollo, son 0,001 por ciento del presupuesto.

La cuota de Japón es 20 por ciento del presupuesto, la de Alemania 9,8 por ciento, la de Francia 6,5 por ciento, y la de Italia 5,4 por ciento del presupuesto.

Una de las vías manejadas por Washington para reducir su aporte es que se fije un tope más bajo a los aportes.

Holbrooke dijo a la Comisión de Administración y Presupuesto de la ONU que la actual distribución de los aportes se basa en criterios fijados hace 26 años, cuando el foro mundial tenía sólo 147 miembros, y debe ser revisada "de forma equitativa y justa".

Desde que se estableció esa distribución, muchas de las economías del mundo han cambiado en forma dramática, para mejor o peor. Washington pretende que aumente la proporción del aporte de las naciones que mejoraron su situación y se reduzca la de otras, entre ellas la de Estados Unidos, explicó.

"Muchos países aquí presentes nos han dicho en privado que están dispuestos a pagar más si se hace una revisión equitativa de la escala", dijo Holbrooke a los integrantes de la comisión, sin indicar a qué países se refería.

La fijación de las cuotas se realiza en la actualidad mediante un complicado proceso que estima la "capacidad de pago" de cada país, mediante una evaluación de su situación económica que tiene en cuenta su producto interno bruto (PIB), su ingreso por habitante a su población.

"Todas las naciones hablan aquí de 'capacidad de pago'. Estamos de acuerdo con ese principio, pero debemos ser honestos acerca de lo que significa", apuntó Holbrooke.

El embajador estadounidense opinó que la ONU debería establecer un sistema que reconozca la auténtica capacidad de pago de cada país, para dividir la carga de forma más equitativa.

Estados Unidos tambien desea que la ONU acepte una reducción del aporte de Washington a las misiones de paz del foro mundial, de 30 a 25 por ciento. De hecho, esa reducción ya fue resuelta por el Congreso en forma unilateral, en violación a la carta de la ONU.

Se prevé que el presupuesto para misiones de paz ascenderá este año a 2.000 millones de dólares, de modo que la rebaja equivaldría a unos 100 millones de dólares.

El embajador Wang Yingfan, de China, señaló que el intento de Washington de reducir sus contribuciones no tiene bases legítimas.

Estados Unidos paga 25 por ciento del presupuesto de la ONU, pero recientes estadísticas mostraron que su PIB representa 27 por ciento del total mundial, y ha crecido en forma sistemática en los últimos nueve años, explicó.

"Muchas naciones en desarrollo opinan que el actual tope de 25 por ciento debería elevarse, para que el aporte estadounidense aumente a 27 por ciento del presupuesto de la ONU, en vez de bajar a 20 por ciento", apuntó.

"Una disminución del tope distorsionaría aun más la plicación del principio de la 'capacidad de pago', y haría aun más injusto el sistema de contribuciones a la organización".

"Eso no sería razonable y no puede aceptarse. Además, el pago de las cuotas atrasadas para resolver la actual crisis de liquidez de la ONU y la propuesta de ajuste de la escala de contribuciones son dos asuntos distintos", que no deben vincularse, subrayó.

"Consideramos inaceptable la pretensión de disminuir el tope de las contribuciones como condición para pagar las cuotas atrasadas, que ejerce presión sobre la ONU", añadió.

Según el embajador Kamalesh Sharma, de India, Washington advirtió a la ONU que su deuda no será pagada hasta que se revise el sistema de cuotas y se reduzca la estadounidense.

"Sobre esto debemos ser claros. Lo sacrosanto no es el tope a las contribuciones, sino la carta de la ONU. Negociar la revisión de la escala y la fijación de un tope más bajo, en forma abierta e intergubernamental, es un derecho que todos tenemos. Lo único excluido es la decisión unilateral", dijo Sharma a la Comisión.

Es verdad que los ricos tratan de pagar menos impuestos en todos los países, "pero un individuo que rehusa pagar sus impuestos, arguyendo que son demasiado altos, pronto se vuelve objeto de incomprensión y de juicios adversos por parte de su gobierno", apuntó. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/ego/mp/ip/00)

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