/Mujeres líderes/ CHILE: Soledad Alvear, primera mujer canciller

Cinco mujeres forman parte del equipo de ministros del gobierno de Ricardo Lagos en Chile, y entre ellas se destaca por la importancia de su cargo y su proyección política la titular de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear.

Nunca antes en este país hubo tantas ministras y del mismo modo es un hecho inédito que una mujer encabece la cancillería, una suerte de coto de caza reservado hasta ahora exclusivamente para los hombres.

La plena integración al Mercado Común del Sur (Mercosur), la recomposición de los vínculos políticos con Europa, dañados a raíz del caso Pinochet, y un decidido apoyo diplomático a la apertura económica y la conquista de nuevos mercados son los ejes de la labor de la canciller chilena.

Alvear, abogada y licenciada en Ciencias del Desarrollo, de 49 años y madre de tres hijos, militante del Partido Demócrata Cristiano (PDC) desde su época de estudiante en la Universidad de Chile, es hoy la figura de mayor proyección política en el país.

"Es perfectamente posible que ella sea la primera mujer presidente en la historia de Chile", afirmó el senador del PDC Jorge Pizarro, para quien la ministra encarna dentro de su partido "un liderazgo distinto, poderoso, novedoso, creíble, respetable en contenidos y con condición de futuro".

"Chol", como le dicen sus familiares y amigos, fue consultora de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), hasta que el presidente Patricio Aylwin (1990- 94) la designó en 1991 ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam).

Desde el Sernam puso en marcha el Plan de Igualdad de Oportunidades e impulsó otras iniciativas para mejorar la condición de la mujer en este país, que se caracteriza por bajas tasas de participación política y desigualdades salariales y profesionales en contra de la población femenina.

El 11 de marzo de 1994 asumió como ministra de Justicia del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, cargo desde el cual impulsó y materializó la Reforma Procesal Penal, considerada una de las modernizaciones fundamentales del país en las postrimerías del siglo XX.

La reforma del código del proceso penal que Alvear promovió a desde 1994 entró en vigencia en 1999. Sus principales características son la introducción en Chile del juicio oral, con lo cual se agiliza la tramitación de causas menores que permanecían años en los tribunales, y la creación de la Fiscalía Nacional, que actúa como parte acusadora en los procesos.

Anteriormente, los magistrados eran juez y parte, porque estaban encargados de formular las acusaciones y a la vez dictar sentencias.

Alvear fue la mejor evaluada del elenco ministerial de Frei, según todos los sondeos de opinión. El 14 de diciembre de 1999 dejó la cartera de Justicia para asumir como Directora Ejecutiva del comando electoral de Lagos para la segunda vuelta de la elección presidencial.

El papel de Alvear fue determinante, según analistas políticos, para que Lagos superara por más de 180.000 votos en esa segunda instancia del 16 de enero a Joaquín Lavín, el candidato de la derecha, con quien había prácticamente empatado en la primera vuelta del 12 de diciembre.

Casada con el diputado Gutenberg Martínez, también abogado y actual presidente del PDC, la nueva canciller afirmó en una entrevista con el diario La Segunda que "si repitiera mi vida, volvería a elegir al 'Gute' como marido".

"Si hay algo que nos propusimos con Gutenberg cuando nos conocimos en la universidad y nos casamos fue proyectar una vida en común para siempre", dijo.

Como católica practicante "tengo la gracia de Dios de creer en el matrimonio indisoluble, lo cual no quiere decir que me falte la tolerancia para aceptar que para muchas personas el matrimonio no sea un sacramento, como lo es para mí", agregó la ministra.

Orgullosa de su familia, Alvear valora el apoyo permanente de su esposo y sus tres hijos. "Nunca me han dicho que consideran que trabajo mucho. Al revés, me dicen que soy una mujer que ha hecho cosas importantes para su país. Y eso me reconforta muchísimo", dijo.

"Todo lo que Gutenberg y yo hagamos en el ámbito público puede ser bien o mal evaluado públicamente, así como la coherencia que exista entre nuestra vida privada y la pública", señaló la canciller, quien es una firme detractora del sensacionalismo periodístico.

Alvear criticó el tratamiento que dio la prensa en febrero a un incidente en el que vio envuelto su hijo Gutenberg, de 17 años, agredido a la salida de un "pub" por otros jóvenes, que le provocaron graves heridas obligando a su hospitalización.

Algunos medios de prensa sugirieron que el muchacho "andaba en malas ondas", sugiriendo así que la reyerta se originó en consumo de drogas, alcohol u otras conductas ilícitas, lo cual era falso.

"¿Qué hace uno en este país si se rumorea que eres homosexual, lesbiana, drogadicto o lo que sea? ¿Salir a mostrar un certificado de buena conducta a través de los medios?", se preguntó Alvear.

"Me preocupa que uno de los mayores costos de ser figura pública terminen siendo los horrores que se puedan decir y publicar de ti, porque por temor a ser víctima de esto, mucha gente valiosa no va a estar dispuesta a dedicarse al servicio público. Y eso sería lamentable", afirmó. (FIN/IPS/ggr/dm/ip/00

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