Gobernadores de provincias de Argentina exigieron hoy al presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que impida a los gobiernos locales de su país continuar fomentando el virtual éxodo de empresas argentinas.
"No necesitamos que Cardoso llore al lado nuestro. Necesitamos que gobierne Brasil, que no permita que los gobernadores manejen la relación bilateral", reclamó este jueves Carlos Ruckauf, gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más populosa de Argentina.
El mandatario brasileño había manifestado su "horror" por el éxodo de empresas argentinas a su país, atraidas por las ventajas que han dispuesto los gobiernos estaduales y que se suman a los beneficios que representa el bajo precio del real.
Ruckauf se reunió el miércoles con sus pares de las provincias de Córdoba, José Manuel de la Sota, y Santa Fe, Carlos Reutemann.
El gobierno nacional debe negociar con "cordialidad y firmeza" para equilibrar asimetrías que "nos están perjudicando enormemente", dijo De la Sota, cuya provincia sufre la salida de empresas hacia Brasil.
Por su parte, Reutemann, que ve cómo Santa Fe se despide impotente de su industria de maquinaria agrícola tentada por los estados brasileños, sostuvo que Brasil "rompió el Mercosur" con la devaluación del real, su moneda, pues afectó seriamente las posibilidades de competir a la producción argentina.
La crisis entre Argentina y Brasil, los dos principales socios del bloque, comenzó en 1998 cuando sus economías sufrieron un proceso de retracción.
La situación se agravó en enero de 1999 con la devaluación de Brasil, que desató un recorte de las importaciones del país más grande del Mercosur (Mercado Común del Sur), al tiempo que restó competitividad a la producción argentina en precios.
Sobre este escenario, los estados brasileños profundizaron la política de ofrecer beneficios impositivos y fiscales, terrenos o alquileres bajísimos, con el fin de lograr que empresas argentinas se trasladen allí.
La disputa se desató incluso entre los propios estados, que pelean por ofrecer los mejores beneficios.
La cancillería brasileña, a través de la Embajada en Buenos Aires, también respaldó esta convocatoria brindando información a los candidatos interesados.
La sede publicó una "Guía para el inversor" escrita en español, en que se plantean los requisitos necesarios para trasladar inversiones a ese país de una manera didáctica y simple.
Esta actitud mereció el repudio de Ruckauf, para quien la cancillería no parece responder al horror manifestado por Cardoso a raíz del comportamiento de los gobernadores de su país.
"Debemos pararnos con mucha firmeza ante Brasil y explicarle que hay actitudes de sus gobernadores que no pueden ser toleradas, y que no alcanza con que el presidente se ponga mal: tiene que colaborar controlando a los estados", remarcó el mandatario provincial argentino.
Ruckauf apuntó con sus críticas al ex presidente brasileño Itamar Franco, hoy gobernador del estado de Minas Gerais.
"Fue un mal presidente de Brasil, es un pésimo gobernador, y con su irresponsabilidad está generando una situación complicada que implica desfinanciar su propio estado", dijo el gobernador bonaerense.
La actitud de Franco, junto con la de otros gobernadores brasileños, "desencadenó la crisis que desembocó en la devaluación del real", recordó.
Con la depreciación del real, los salarios en Brasil, equivalentes antes a los de Argentina, pasaron a representar la mitad de una paga promedio en este país. Eso golpea con fuerza a sectores de mano de obra intensiva como el del calzado, uno de los que afronta una grave crisis.
De acuerdo con datos de la Unión Industrial Argentina, ya son 52 las empresas radicadas en este país que se trasladaron a Brasil, de las cuales 30 son fabricantes de piezas de automóviles, la mayoría instaladas en Córdoba.
Esa provincia ofrece ahora a la compañía VolksWagen una serie de beneficios impositivos para la radicación de una fábrica de cajas de cambios.
A pesar de las estrecheces fiscales que atraviesa Argentina, el gobierno de Córdona ofreció a la empresa alemana exoneraciones impositivas, obras de infraestructura —accesos viales, desagües, semáforos—, subsidios y la eliminación de aportes sociales por el personal empleado por cuatro años.
Por su parte, Ruckauf prometió castigar a las empresas que se trasladen de la provincia de Buenos Aires a Brasil dejándolas al margen de las licitaciones públicas provinciales.
Esta semana, por decreto, el gobierno bonaerense optó por una compra de jeringas fabricadas por una empresa nacional que amenazó con irse a Brasil, en lugar de las más baratas procedentes de Taiwán.
Brasil "tiene una situación interna complicada con gobernadores que desobedecen al presidente y salen con una política totalmente agresiva a robar inversiones a su socio", pero en Argentina hay acuerdo entre el gobierno nacional y los provinciales, a pesar de que son de distinto signo político, dijo Ruckauf.
"El conductor de la política exterior argentina es el presidente (Fernando) De la Rúa y ningún gobernador pretende aquí repetir actitudes inconsultas, como ocurre en Brasil', dijo el gobernador argentino.
Ruckauf aseguró estar "convencido" de que De la Rúa, la cancillería y la Secretaría de Industria "tienen vocación de hacer una política de defensa" de la producción nacional.
Pero el gobierno de De la Rúa comenzó en diciembre con un alto déficit fiscal y casi todas sus medidas se han orientado a achicar gastos y aumentar la recaudación, en lugar de ofrecer beneficios, créditos y rebajas impositivas al sector productivo, explicó la secretaria de Industria, Débora Giorgi.
"No podemos perder más tiempo", apuró Ruckauf al gobierno nacional.
Las negociaciones entre los dos países ya comenzaron, pero las distintas instancias del gobierno argentino tienen actitudes de extrema mesura en comparación con la más enérgica posición de los mandatarios provinciales, y, por supuesto, respecto del sector privado.
Este miércoles, la Unión Industrial advirtió que no se están tomando medidas para corregir asimetrías a pesar del continuo traslado de empresas a Brasil, y recomendó, al igual que Ruckauf, que sin violar normas de la Organización Mundial de Comercio, se reclamen compensaciones al socio principal del bloque. (FIN/IPS/mv/mj/if/00