ESPAÑA: Amplio triunfo de Aznar presagia crisis socialista

El amplio triunfo en las elecciones generales de hoy en España que las encuestas a boca de urna otorgaron al centroderechista y gobernante Partido Popular (PP), de José María Aznar, presagia una crisis en el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Al finalizar la votación, todos los sondeos a boca de urna dieron ganador al PP, que podría obtener entre 163 y 172 de los 350 diputados que se eligen. En segundo lugar quedaría el PSOE, que obtendría de 130 a 143 escaños, seguido del nacionalismo moderado de Cataluña, con nueve a 16 diputados.

Con 20 por ciento de los votos escrutados, los resultados confirman en líneas generales lo anticipado por las encuestas. El resultado final, con la cantidad exacta de diputados por partido o coalición, se conocerá sólo cuando termine el recuento oficial de votos, en las primeras horas del lunes.

La designación del presidente del Consejo de Ministros (primer ministro, que en España se conoce como presidente del gobierno) corresponde al Congreso de los Diputados, previa propuesta del Rey.

Si el candidato lograse el apoyo de la mitad más uno de los diputados en la primera votación, quedaría designado presidente. En la siguiente bastaría la mayoría simple.

Lo que equivale a decir que si el PP no lograse 176 diputados como mínimo, debería contar con el apoyo de otros grupos minoritarios para asegurar un segundo mandato consecutivo a Aznar.

La jornada electoral se celebró sin mayores incidentes, salvo unos 50 pequeños municipios del norteño País Vasco, cuyas autoridades -pertenecientes a la coalición Eusko Herritarrok, próxima a la organización ilegal Eta- se negaron a prestar apoyo organizativo a la instalación de las mesas electorales.

Media hora después del cierre de las urnas, el director de la campaña electoral del PP y ministro de Educación, Mariano Rajoy, compareció ante los periodistas para agradecer la confianza de los electores y dio por buenos los sondeos a boca de urna.

Además, un portavoz autorizado del PP dijo que sus propias encuestas les proporcionan aún mejores resultados que los obtenidos por las encargadas y dadas a conocer por Televisión Española, Telecinco y Antena3-Televisión, los tres canales televisivos abiertos y de alcance nacional.

De confirmarse estos resultados, el PP registraría un alza considerable en relación con las elecciones que lo llevaron al gobierno en 1996, cuando logró 156 diputados, y el PSOE podría acusar una baja considerable, ya que en aquel año obtuvo 141 escaños.

El portavoz del PSOE, Cipriá Ciscar, desestimó rotundamente los resultados que arrojan las encuestas a boca de urna y afirmó que sus propios sondeos, que no dio a conocer, indican todo lo contrario.

La afirmación de Ciscar tiene cierto respaldo en lo ocurrido en 1996, cuando las encuestas a boca de urna anticiparon un triunfo del PP con una ventaja de seis puntos sobre el PSOE, pero el recuento oficial de votos dejó esa diferencia en sólo 1,7 puntos. (uno coma siete) por ciento.

Sin embargo, los primeros recuentos oficiales confirman esta vez lo adelantado por los sondeos.

Los resultados que presagian las encuestas no sólo confirman el PP en el gobierno, sino que también le permitirían hacerlo sin depender en gran medida del apoyo de los partidos regionalistas de Cataluña, Canarias y el País Vasco, como le sucedió en el período gubernamental de 1996-2000.

Así como para el partido gobernante estas elecciones significarán un gran apoyo, para el PSOE pueden indicar la reanudación de una crisis que se hizo evidente en 1998 con la elección interna de candidato a la presidencia del gobierno y su posterior anulación.

En aquella interna resultó triunfador un opositor al aparato oficial, el ex ministro José Borrell, quien superó al secretario general del partido, Joaquín Almunia, propuesto para ese cargo por su antecesor, Felipe González.

Pero la oposición y trabas puestas por el aparato partidario a Borrell obligaron a éste a renunciar a su candidatura y pasar a un discreto segundo plano. Así, el derrotado en la interna, Almunia, terminó siendo el candidato a presidente por el PSOE en las elecciones de este domingo.

Almunia, rompiendo con una acendrada política anticomunista de González, propuso y logró una alianza con la coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista). Esa alianza no llegó a formalizarse en una coalición, pero sí en la presentación de listas conjuntas al Senado y la realización, también conjunta, de algunos actos electorales.

Sin embargo, los resultados electorales dieron la espalda a Almunia y con él a González, quien le expresó todo su apoyo. Quienes votaron contra ambos en la única interna realizada en ese partido en su historia para designar candidato presidencial, podrían ahora pedirles una rendición de cuentas. (FIN/IPS/td/ff/eu/ip/00

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