DESARROLLO: Nuevas tecnologías para la participación democrática

Una organización no gubernamental (ONG) de Sudáfrica lanzó una iniciativa innovadora para vincular al parlamento con los hogares, mediante las nuevas técnicas informáticas.

El Grupo de Control Parlamentario (PMG) pone a disposición de los usuarios de Internet, la red mundial de computadoras, mociones, declaraciones, leyes y proyectos de ley, entre otros documentos parlamentarios, con una demora menor de 48 horas.

"La democracia participativa es un ideal al cual debemos tratar de aproximarnos. Los votantes deben recibir educación acerca de sus derechos, en especialmente en un país como el nuestro, donde antes de 1994 esa participacion fue negada", dijo Gail Moosmann, del PMG.

Entre 1948 y 1994, el régimen racista del apartheid impidió el ejercicio de derechos básicos a la mayoría de los sudafricanos.

"Estamos en un país en desarrollo y usamos un medio del mundo industrializado, inusual para la mayoría de nuestros ciudadanos. Se debería garantizar por lo menos el acceso a Internet de las organizaciones de base comunitarias, los nueve gobiernos provinciales, las ONG y las universidades", agregó Moosman.

La iniciativa del PMG ilustra un creciente desafío entre países en desarrollo: cómo poner a punto tecnologías de la información, ya usadas en naciones industrializadas, para acrecentar los procesos democráticos.

El PMG fue formado en 1995 por tres ONG, y en 1998 comenzó a presentar su labor en Internet. Sin embargo, la gran mayoría de los sudafricanos no tienen acceso a los documentos que divulga el grupo, e ignoran qué ocurre en el Poder Legislativo.

En la actualidad, la mayoría de los 1,2 millones de usuarios de Internet en Africa son sudafricanos, pero Sudáfrica tiene más de 42 millones de habitantes.

La escasez de conexiones, la carencia de hábitos de consulta a Inernet y la naturaleza de la información que difunde el PMG contribuyen a que sólo haya unas 200 consultas diarias al sitio del grupo.

Sólo 38 por ciento de los visitantes al sitio son sudafricanos con seguridad, 40 por ciento están identificados como habitantes de otros países y no existe certeza sobre el 22 por ciento restante.

"De todos modos brindamos un servicio único. El propio parlamento no es capaz de registrar la actividad de sus más de 40 comisiones. Nosotros lo hacemos y además ponemos la información a disposición del público", indicó Moosmann.

Los grupos de expertos en desarrollo debaten cada vez más sobre las formas de lograr que las instituciones nacionales y transnacionales, incluyendo a las ONG, sean más transparentes y confiables. El desarrollo de la tecnología está brindando nuevas opciones válidas en la materia.

Jerzy Szeremeta, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, señaló que la globalización afecta el bienestar de la poblaciòn mundial, pero también conduce al mundo hacia la democracia de masas, y que ahora más personas insatisfechas con la actuación de los gobiernos pueden hacer algo al respecto.

Szeremeta afirmó que los grupos cívicos pueden emplear tecnologías informáticas para impulsar discusiones públicas a las cuales se puede acceder con un costo relativamente bajo.

"Ciudadanos insatisfechos, instruidos, especializados, pertenecientes a redes locales y que actúan como ciudadanos globales, pueden participar con comodidad desde sus hogares", apuntó.

En Zimbabwe se lanzó hace poco, mediante mensajes de correo electrónico, una campaña de protesta contra los 20 años de gobierno del presidente Robert Mugabe.

Los mensajes instaron a los ciudadanos a inclinar la cabeza todos los días a las 11 de la mañana, para expresar que el régimen está "en su undécima hora" (expresión que significa "llegando a su fin").

"En las áreas de la política y el gobierno, Internet brinda medios para lograr más transparencia, apertura y confiabilidad, al tiempo que da a grupos marginalizados oportunidades y elementos para hacerse oír", señaló Mohamed Awang Lah, de la Academia de Ciencias de Malasia.

"Sin embargo, cuando tengamos demasiadas voces que quieran ser escuchadas en ese nuevo mundo, tropezaremos con muchos conflictos. Eso pondrá muy nerviosa a mucha gente que no está habituada a que se exprese ese nivel de discordia, y no sabe cómo actuar ante él", apuntó.

Es inevitable que el acceso a la información y el conocimiento se conviertan en nuevas variables de la ecuación política, dominada hasta ahora por los poderes económico y militar.

En Perú, Internet es un creciente instrumento de presión para las comunidades indígenas. En ese país de 25 millones de habitantes hay unos 800.000 usuarios de Internet, en su mayoría jóvenes que dependen del servicio de microempresas que cobran 0,65 dólares por hora de acceso a la red desde cabinas públicas.

Hace algunos meses había 2.000 de esas cabinas en las ciudades peruanas, y su cantidad está aumentando con rapidez.

"Internet y el correo electrónico democratizan las comunicaciones y serán una poderosa herramienta para la democratización social, en especial en países en desarrollo", aseguró Gonzalo Mier y Terán, un ex activista de izquierda y actual diseñador de páginas de Internet en Perú.

"La información no será distribuida en forma vertical sino en forma horizontal", pronosticó.

Muchos analistas opinan que Internet erosiona los poderes centralizados, a veces en detrimento de las soberanías nacionales, ya que impulsa la globalización y el mundo aún no está preparado para manejarla, en especial en los países en desarrollo.

Juan Gargurevich, un profesor universitario peruano experto en comunicaciones, comentó que Internet abre nuevos canales de comunicación, pero que aún es temprano para saber si ayudará a democratizar Perú.

Más de la mitad de la población peruana vive en la pobreza, sólo 12 por ciento de los hogares tiene teléfono y sólo siete por ciento disponen de computadora, explicó.

En Malasia, solo tres por ciento de la población de 12 millones tiene acceso a Internet, pero se prevé que ese beneficio alcanzará a 30 por ciento en cinco años.

"Siempre recuerdo que según las estadísticas mundiales, si la población del planeta estuviera representada con fidelidad en una aldea de 100 habitantes, 70 de ellos serían incapaces de leer y solo uno poseería una computadora", señaló Moosmann.

"Eso ayuda a mantener una perspectiva realista sobre el valor actual de Internet, que considero de todos modos la enciclopedia más actualizada y detallada del mundo sobre cualquier asunto", añadió. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/ego/mp/dv sc/00)

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