México y la Unión Europea (UE) firmaron hoy un acuerdo comercial que inagurará a partir de julio la primera gran alianza entre un país latinoamericano y el bloque de 15 naciones.
Tras la formalización del Tratado de Libre Comercio México-UE, industriales mexicanos anunciaron una serie de seminarios y foros para analizar las oportunidades de negocios que se abren en el mercado europeo.
El presidente de México, Ernesto Zedillo, y el primer ministro de Portugal y presidente de turno de la UE, Antonio Guterres, firmaron este jueves en la capital de ese país europeo la Declaración de Lisboa, que establece la liberalización gradual de ambos mercados.
El documento, calificado de "histórico" por Guterres, significa además una estratégica asociación en los campos de la política y la cooperación.
El acto en Lisboa cerró un proceso de negociación de cinco años, en el que las partes acordaron el ingreso inmediata sin trabas aduaneras a México de 47 por ciento de los rubros de exportación europeos.
Otro cinco por ciento del universo arancelario podrá ingresar a este país de 100 millones de habitantes en 2003 y al 48 por ciento restante se le aplicará una reducción paulatina de aranceles para 2005 o 2007.
De su lado, el bloque comunitario eliminará los aranceles a la importación de 82 por ciento de bienes industriales mexicanos. El restante 18 por ciento será suprimido a partir de enero de 2003.
México accederá así en condiciones beneficiosas a un mercado de 375 millones de personas con un producto interno bruto de 8,4 billones de dólares y un ingreso anual por persona de 22.000 dólares.
Por su parte, México tiene un producto interno bruto de 420.000 millones de dólares y un ingreso anual por persona de 4.682 dólares.
Con el acuerdo de asociación económica, concertación política y cooperación con los 15 estados de la UE, México sumó ocho distintos tratados comerciales con 24 países que representan en total 870 millones de consumidores potenciales.
El tratado con la UE plantea el proceso de integración más ambicioso de México. El gobierno de Zedillo pretende que las exportaciones a Europa se tripliquen en tres años, hasta alcanzar 15.000 millones de dólares.
Asimismo, el acuerdo "plantea más beneficios que perjuicios para México, que no posee una alternativa seriamente construida para desarrollar su economía", declaró este jueves a IPS Federico Nobelo, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.
La asociación con la UE "convertirá a México en un espacio privilegiado y de gran atracción para las inversiones. En ese sentido, es más importante ahora reflexionar sobre las bondades de este tipo de instrumentos", señaló el experto.
México "debe aprovechar que la principal motivación de las grandes empresas es la búsqueda de mano de obra barata, además de recordar que el peor empleo es el que no existe", afirmó Nobelo, investigador del Departamento de Producción Económica de su universidad.
Entre el 5 y el 14 de abril se realizarán foros informativos en importantes ciudades de México, con el objeto de dar a conocer al sector privado los nuevos senderos que se abren a los negocios en Europa, anunció el Consejo de Comercio Exterior.
Otros seminarios se realizarán en fechas posteriores en diversas localidades mexicanas, anunció el director del Consejo, Juan Manuel de Nigris. La intención de los industriales es "sacarle jugo" al acuerdo, dijo.
El nuevo tratado establece que a partir de julio los productores mexicanos de calzado podrán exportar hasta 250.000 pares de zapatos de cuero para hombre, informó la Secretaría de Comercio.
La cuota de exportación de zapatos para mujer y niño de cuero alcanza los 375.000 pares, así como 120.000 pares más elaborados de tela y 120.000 de plástico. En todos los casos, las piezas deberán estar fabricadas con materias primas mexicanas o europeas.
Esas cuotas de exportación aplicarán hasta 2004, cuando serán sometidas a revisión. En el sector automotor, el acuerdo estipula un límite de exportación de 2.500 tractores mexicanos.
En ese ramo, los productores mexicanos tendrán que fabricar autos con 45 por ciento de insumos mexicanos y europeos para recibir los beneficios del acuerdo. A partir de 2002 y hasta 2004, 50 por ciento de la materia prima deberá ser mexicana o de los países del bloque europeo.
En el campo de los textiles y la confección, las prendas de vestir para hombres, mujeres, niños y bebés, así como alfombras y telas o tejidos tendrán que ser confeccionadas sólo con hilos, fibras, filamentos y materias químicas de México y los países de la UE.
Los términos del acuerdo procuran evitar que los productos exportados desde México a la UE sean fabricados con insumos de Estados Unidos y Canadá, hasta ahora los principales socios comerciales de este país en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Al firmar la Declaración de Lisboa con los jefes de gobierno de España, José María Aznar, y de Francia, Jacques Chirac, como testigos, Zedillo afirmó que México aprecia "que éste sea el acuerdo más amplio de la UE con una nación fuera de su zona geográfica".
Guterres afirmó que la UE no aspira a ser una " fortaleza europea", sino que desea abrirse al mundo construyendo nuevas vías de relación. En esa ruta, es necesario que la globalización en el mundo "no genere además pobreza y mayores injusticias", añadió. (FIN/IPS/pf/mj/if/00