Países industrializadas y en desarrollo discutieron en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) si éste tiene derecho a intervenir en conflictos invocando razones humanitarias.
Las potencias occidentales alegan que la ONU puede decidir una intervención humanitaria sin autorización del país en el cual resuelva actuar, pero el Movimiento de Países No Alineados, que reúne a 114 naciones en desarrollo, sostiene que ese tipo de intervención es arbitraria y viola la soberanía nacional.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo en su discurso de apertura de la sesión del Consejo sobre la cuestión, el jueves, que que el marco legal de esas acciones se basa en principios universales establecidos en normas internacionales humanitarias, sobre derechos humanos y sobre refugiados.
"Debemos reforzar nuestro compromiso de asegurar que las bases legales y de principios para la acción humanitaria sean mantenidas, respetadas y reforzadas", añadió.
Pero los representantes de casi todos los países en desarrollo que intervinieron en el debate, incluyendo a China, Egipto, India, Namibia y Túnez, afirmaron que la soberanía de las naciones tiene prioridad sobre la intervención humanitaria.
Wang Yingfan, embajador de China, dijo al Consejo, de 15 miembros, que las organizaciones humanitarias deben mantener total respeto por los puntos de vista nacionales de los países en los que actúan, y actuar sin prejuicios en su relación con los destinatarios de su ayuda.
"La soberanía de los países destinatarios no debe ser amenazada, nadie debe interferir en asuntos internos invocando la intervención humanitaria, y las razones humanitarias no deben emplearse como pretexto para decidir el uso de la fuerza contra un Estado". enfatizó.
El año pasado, los países de la Organización del Atlántico Norte, liderados por Estados Unidos, sostuvieron que sus bombardeos contra Yugoslavia se justificaban por principios humanitarios.
También afirmaron que esa intervención era la primera guerra en defensa de los derechos humanos, acusando a Belgrado de genocidio contra la etnia de origen albanés en la provincia yugoslava de Kosovo.
El embajador de India, Satyabrata Pal, afirmó que la cuestión de la asistencia humanitaria no tiene un marco legal tan claro como la de los derechos humanos, y que "un país tiene el derecho soberano de decidir si necesita ayuda".
"Si una nación no quiere asistencia, hay pocas bases para plantear que pueda ser obligada a aceptarla por el Consejo o por cualquier otro organismo", agregó.
India está preocupada por la posibilidad de que la ONU decida intervenir en su conflicto con Pakistán por el territorio fronterizo de Cachemira, y alega que el uso de la fuerza sin autorización de un Estado viola el artículo 2.7 de la Carta de la ONU.
Ese artículo establece que ninguna de las disposiciones de la Carta autoriza al foro mundial a "intervenir en asuntos cuya esencia pertenece a la jurisdicción de un Estado".
El embajador de Canadá, Robert Fowler, arguyó que tras el fracaso de la negociación de agentes humanitarios con participantes en un conflicto, y si la población civil sigue siendo perjudicada, el Consejo debe estar preparado para adoptar otras medidas adecuadas, usando las herramientas con que cuenta.
Alain Dejammet, embajador de Francia, expresó que aliviar el sufrimiento de los civiles es la tarea de agencias de la ONU, y que el Consejo no puede dejar de actuar ante las crisis humanitarias.
Annan señaló que las experiencias de la última década en Africa, Asia y los Balcanes "enseñaron que nuestra misión humanitaria es a la vez más prometedora y más peligrosa que cualquier otra tarea de la ONU".
"Hemos visto que la acción humanitaria puede salvar vidas, pero también que puede ser explotada y aprovechada en forma indebida, por quienes no aceptan los principios humanitarios y sólo desean subvertir esas acciones para desarrollar sus propias políticas inhumanas", añadió.
El embajador egipcio, Ahmed Aboul Gheit, dijo que las acciones humanitarias deben respetar tanto las normas del sistema de asistencia como las de la nación en que se llevan a cabo, y que el Movimiento de Países no Alineados seguirá está comprometido a defender la diferencia entre acción humanitaria y mantenimiento de la paz.
Los argumentos más fuertes fueron planteados por Pal, quien sostuvo que el Consejo de Seguridad suele autorizar acciones humanitarias en nombre de "la comunidad internacional" pero en realidad no la representa.
El embajador indio alegó que la integración del Consejo no es representativa, y que los métodos de trabajo aplicados por ese organismo no permiten tener en cuenta con mayor amplitud las posiciones de los países del mundo.
"Hay temores bien fundados de que el Consejo no actúe por razones humanitarias, sino por otras menos elevadas", apuntó.
Pal pidió a los miembros del Consejo que imaginaran lo que ocurriría si todos los países se adjudicaran los derechos y deberes invocados por el organismo de la ONU para decidir intervenciones humanitarias.
El embajador preguntó si un país que sufre hambre porque las cosechas se perdieron tiene derecho a atacar a una nación vecina para robar sus granos, invocando el deber humanitario de salvar vidas.
También señaló que firmas farmacéuticas con el monopolio de los medicamentos usados contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) mantienen el precio de esos productos tan alto que los hacen inaccesibles para miles de personas que mueren a causa de esa enfermedad.
"¿Tiene un Estado diezmado por el sida derecho a apropiarse de esos medicamentos por la fuerza, si le es posible, en nombre del deber humanitario de proteger a sus ciudadanos?", preguntó. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mp/hd ip/00