Los familiares del niño balsero cubano Elián González en Miami apelaron la sentencia judicial que rechazó el pedido de asilo político para el menor y puso la decisión sobre su destino en manos de la fiscal general, Janet Reno.
La apelación, presentada en una corte de Atlanta horas después de la sentencia del juez Michael Moore, pronunciada el martes, se basa en una ley estadounidense que prevé el derecho de "cualquier" extranjero a solicitar asilo político.
"Cualquier extranjero significa también Elián González", dijo Kendall Coffey, abogado de la familia que tiene la custodia temporal del niño, de seis años.
El destino de Elián es tema de debate desde el 25 de noviembre, cuando fue hallado cerca de la costa del estado de Florida aferrado a un neumático.
Su madre, su padrastro y otros nueve cubanos perecieron ahogados tras el naufragio del bote en que intentaban llegar a Estados Unidos.
En Washington, Reno declaró que realizaría consultas con otros funcionarios del Departamento de Justicia sobre la manera de reunir a Elián con su padre, quien lo reclama desde Cuba, de modo rápido y ordenado, pero no fijó ningún plazo.
"Hace cuatro meses que Elián fue separado de su padre y perdió a su madre. Es hora de que este niño, que ha pasado por tanto, continúe su vida junto a su padre", agregó.
Fuentes gubernamentales también declararon que la administración de Bill Clinton se esforzará por resolver rápida y definitivamente el caso de Elián.
Los grupos cubano-estadounidenses opuestos al régimen socialista del presidente cubano Fidel Castro se movilizaron por Elián casi desde el momento de su hallazgo en el mar. Funcionarios de gobierno temen que los grupos más radicales recurran a protestas masivas para impedir su retorno a Cuba.
"Comprendo las fuertes emociones que desató este caso desde el principio, pero confío en que la comunidad aceptará la decisión de la Corte y apoyará el proceso de reunión de Elián con su padre", expresó Reno.
Juan Miguel González, el padre del niño, afirma que no sabía nada sobre la partida de Elián hacia Estados Unidos, y mucho menos la aprobaba.
Luego de su rescate por un grupo de pescadores, Elián fue colocado temporalmente bajo la custodia de su tío abuelo, Lázaro González, quien posteriormente presentó el pedido de asilo en representación del menor.
Desde ese momento, Elián se transformó en el centro de una guerra verbal entre su padre y el gobierno cubano por un lado, que exigen el retorno del niño a Cuba, y su tío abuelo y las fuerzas anticastristas de Florida por otro, que intentan retenerlo.
A comienzos de enero, el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), dependiente del Departamento de Justicia, ordenó la devolución de Elián a su padre, en una decisión respaldada por el presidente Clinton.
Sin embargo, la ejecución de la orden fue suspendida en espera de la decisión de un tribunal federal sobre el pedido de asilo.
Mientras, la situación de Elián se transformó en una causa célebre entre los cubanos de ambos lados del estrecho de Florida.
En Cuba, decenas de miles participaron en marchas en reclamo del retorno del niño, y Castro envió incluso a su canciller en una misión diplomática a Europa para recabar apoyo internacional hacia la posición de su gobierno.
Por otra parte, grupos anticastristas de Miami realizaron manifestaciones igualmente fervorosas en reclamo de la permanencia del menor en Estados Unidos, para que crezca "en libertad" en lugar de devolverlo al estado "totalitario" de Castro.
Algunos cubanos de Miami consideran que Elián es "El Milagro", rescatado por Dios para realizar el sueño de la liberación de Cuba del régimen de Castro, en un paralelismo con Moisés, quien de bebé fue rescatado de las aguas y luego condujo a los judíos hacia fuera de Egipto.
Pero el caso trascendió el sur de Florida. La saga de Elián se transformó en el tema más tratado en los noticieros de televisión de Estados Unidos, después de las elecciones presidenciales primarias, durante enero y comienzos de febrero.
No obstante, la mayoría del público estadounidense cree que Elián debe ser devuelto a su padre, según encuestas de opinión pública publicadas en ese período.
Legisladores republicanos de extrema derecha intentaron sacar el caso del ámbito del INS introduciendo un proyecto de ley sin precedentes que otorgaría a Elián la ciudadanía estadounidense.
Si Elián fuese ciudadano, su custodia dejaría de ser un asunto de inmigración y debería ser decidido por la justicia en base a sus "mejores intereses".
Pero este esfuerzo fracasó debido a la oposición de demócratas e incluso algunos republicanos, que prefirieron la resolución del asunto en los tribunales. Su posición fue respaldada por una intensa campaña de presión conducida por las abuelas de Elián, traídas a Washington por el Consejo Nacional de Iglesias.
En el plano jurídico, sin embargo, los abogados de Lázaro González arguyeron que el INS violó los derechos del niño al negarle una audiencia sobre asilo político luego de su rescate, dado que "cualquier" extranjero tiene derecho a pedir asilo.
Por otra parte, los abogados del gobierno sostuvieron que la voluntad del padre de Elián, en ausencia de su madre, tiene mayor peso que la de su tío abuelo.
Funcionarios del INS se reunieron con Juan Miguel González y concluyeron que su deseo de reencontrarse con su hijo es auténtico y que no hay motivos para pensar que era un padre abusivo.
Además, Washington arguyó que permitir la permanencia de Elián en Estados Unidos contra la voluntad de su padre sentaría un precedente muy peligroso.
Decenas de miles de niños extranjeros ingresan cada año a este país, y concederles el derecho a pedir asilo sin el consentimiento de sus padres trastornaría todo el sistema nacional de inmigración.
Así mismo, ignorar la voluntad del padre del niño crearía un precedente perjudicial para los intereses de los padres estadounidenses en países extranjeros. El derecho internacional siempre otorga el derecho de custodia a los padres, a menos que éstos sean abusivos. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/mlm/ip-hd/00
