El cambio del clima previsto por los científicos puede determinar que el calentamiento de la Tierra alcance promedios superiores a los de los últimos 10.000 años, advirtió el secretario general de la Organización Metereológica Mundial (OMM), Goodwin Obassi.
El jefe de esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) escogió "el importante tema del cambio climático que a todos nos interesa" para la conferencia que pronunció el jueves con ocasión de las celebraciones del 50 aniversario de la organización.
Obassi alertó que el cambio climático es una realidad y no una ficción. La evolución del fenómeno acarreará serias consecuencias en los planos físico, ambiental y biológico. También entraña amenazas de graves perturbaciones en el plano socioeconómico.
Las perspectivas de que el clima cambie en el futuro se basan en las evaluaciones de los científicos miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Ese grupo previó de manera explícita hace cinco años que "el cambio del clima debe continuar en el futuro". La estimación se fundó en los resultados suministrados por distintos modelos de circulación general.
Esas simulaciones tuvieron en cuenta la evolución de cierto número de tendencias socioeconómicas que incluyeron, entre otras, crecimientos demográfico y económico, progreso técnico, demanda de energía y proporción de los combustibles empleados.
Las proyecciones del IPCC, elaboradas según seis escenarios socioeconómicos diferentes, muestran que las temperaturas promedio de la superficie terrestre debería aumentar a fin del siglo entre uno y 3,5 grados, aunque el valor más probable se elevaría a alrededor de dos grados.
Otra conclusión se refiere a la elevación del nivel de los mares entre 15 y 95 centímetros, aunque la "mejor estimación" se ubica en 50 centímetros.
La producción y el consumo de energía, al igual que las erupciones volcánicas, arrojan aerosoles (sustancias ultramicroscópicas líquidas o sólidas suspendidas en el aire o en otro gas), en particular aerosoles sulfatados, que tienen un efecto de enfriamiento con relación al balance radiante.
Una última proyección vaticina que las variaciones regionales de la temperatura podrían diferir en forma considerable de la variación media mundial.
Ante ese cuadro, los ecosistemas naturales pueden encontrar dificultades de adaptación al recalentamiento planetario y parte de la flora y de la fauna corre riesgos de desaparecer.
Entre esos ecosistemas se mencionan bosques, praderas y pastizales, desiertos, zonas montañosas, lagos, cursos de agua y zonas húmedas, áreas costeras y océanos. Para protegerlos, se estableció la Convención de la ONU sobre la Biodiversidad.
El calentamiento puede causar también la expansión masiva de las aguas marinas, la fusión de los glaciares y la elevación del nivel de los mares.
Esto tendría serias consecuencias para las poblaciones de zonas litorales poco elevadas y de islas pequeñas, la agricultura, las áreas húmedas, los recursos de agua dulce, los puertos y la actividad económica.
Cerca de la mitad de la población mundial vive en zonas costeras y afronta amenazas de inundaciones debido a los temporales, dijo Obassi.
El fenómeno repercutirá en la distribución regional de los cultivos, aunque la producción mundial de vegetales no debería reducirse. La productividad disminuiría en algunos países, pero aumentaría en otros.
Las consecuencias de la evolución del clima para la salud pueden ser directas e indirectas. Entre las directas, se menciona el riesgo de recrudecimiento de enfermedades como el paludismo, el dengue y la fiebre amarilla.
Por otro lado, mínimos cambios del clima promedio pueden ocasionar grandes modificaciones en la frecuencia y en la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos y, en consecuencia, en el número de algunas catástrofes naturales.
Un aumento de temperaturas acarrearía una intensificación del ciclo hidrológico, lo que ocasionaría sequías más intensas en ciertas áreas e inundaciones en otras.
Al mismo, el riesgo de desertización aumentaría pues el ambiente se volvería más árido y el suelo más degradado por efecto de la erosión, del hundimiento y de las actividades humanas.
Las preocupaciones por el cambio climático crean nuevas necesidades en materia de información científica, con el objetivo de disipar algunas incertidumbres y de ofrecer respuestas a numerosas cuestiones científicas y técnicas, dijo Obassi.
El funcionario declaró la disposición de su agencia a prestar apoyo a las actividades internacionales sobre variabilidad y cambio climático, en los terrenos de la vigilancia, la aplicación, la investigación y la previsión. (FIN/IPS/pc/mj/en/00