Expertos de 30 países de Africa, América Latina y el Caribe acordaron proyectos de cooperación para combatir la desertización, causa de emigraciones del medio rural a las ciudades y al exterior.
El segundo Foro de Africa, América Latina y el Caribe, celebrado del 6 al 8 de este mes en Malí, aprobó un programa de intercambio técnico y científico, informó una portavoz del secretariado de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación (UNCCD), radicado en Bonn.
La portavoz, Sonia Filippazzi, señaló que el Foro, realizado en Banako, la capital, por la UNCCD y el gobierno de Malí, tuvo participación de 60 especialistas y de representantes de organizaciones internacionales y no gubernamentales.
Las investigaciones presentados en la reunión de Banako indican que al emigración puede ser tanto causa como efecto de la degradación de los suelos.
Los asistentes resolvieron el intercambio de expertos en asuntos ambientales entre Africa, América Latina y el Caribe este año y el próximo, para ampliar el conocimiento de los procesos de desertización en cada una de esas regiones.
Los participantes en el programa de intercambio estudiarán asuntos relativos a manejo del agua, conservación de los suelos y de médanos, reforestación, sistemas de alerta rápida, planes nacionales de acción y otras iniciativas relevantes en el combate contra la desertización,
A las propuestas detalladas que Argentina, Benín, Costa Rica, Cuba, Malí, México, Perú y Venezuela expusieron en el Foro se sumarán otras en los próximos meses, en el marco de la cooperación Sur-Sur contra la degradación de los suelos y la pobreza, señaló el viernes Filippazzi a IPS.
Venezuela comprometió en Malí un aporte de un millón de dólares para facilitar y apoyar el intercambio Sur-Sur de expertos, y será sede el tercer Foro, en fecha aún indeterminada.
Cuba organizará el quinto Foro, mientras que el cuarto se realizará en Africa. El primero se celebró en la nororiental ciudad brasileña de Recife, en 1998.
Filippazzi señaló que dos de cada tres familias de la oriental región de Kayes, en Malí, consideran que sólo emigrando al extranjero tendrían posibilidad de hacerse una vida digna.
Cerca de la mitad de la mitad de la población masculina se ha marchado en los últimos 15 años de Kayes, para dirigirse a países africanos vecinos o a Europa.
En Burkina Faso, la desertización es causa de 60 por ciento de la emigración del campo a los centros urbanos. Familias enteras abandonan las áreas rurales debido a las reiteradas sequías y al empobrecimiento de las tierras de cultivo.
Los campesinos de la costa meridional de Perú siguen igual destino, como consecuencia de las sequías y de los graves efectos del fenómeno climático de El Niño. Uno de cada cinco habitantes de esa zona se marchan por año a las principales ciudades peruanas.
En México, la desertización está estrechamente asociada con la pobreza y la marginación, afecta 47 por ciento del territorio nacional y determina grandes movimientos de población, ya sea internamente o hacia el exterior.
Más de 100.000 pequeños centros poblados surgieron en México de 1970 a 1995 y se calcula que entre ocho y 10 millones de personas emigraron a Estados Unidos en ese periodo. México tiene en la actualidad 91 millones de habitantes.
Un representante de Portugal anunció que su país, convencido de la importancia de la implementación de la UNCCD, realizará a fines de este año dos seminarios de capacitación e intercambio con países africanos de habla portuguesa, especialmente con Cabo Verde y Mozambique.
Los asistentes al Foro de Banako también solicitaron el aumento de la participación de los organismos multilaterales y de los donantes internacionales para atender las necesidades de los países afectados por la desertización.
El Foro aprobó una declaración de principios y compromisos, que será presentada el mes próximo ante la conferencia cumbre del Grupo de los 77 y China, a realizarse en Cuba. (FIN/IPS/tra- en/jrc/sm/ff/en/00