Una nueva herramienta de investigación descubrió que la desaparición de los bosques vírgenes de Africa central y Canadá es peor de lo que habían calculado los expertos.
La información fue reunida por el proyecto Observador Mundial de Bosques (GFW) que se inició hace dos años para combinar imágenes satelitales, sistemas de información geográfica, programas de trazado de mapas, el uso de Internet y observación directa de grupos ecologistas y comunidades de todo el mundo.
El proyecto, que pertenece al Instituo de Recursos Mundiales, tiene el fin de ayudar a los gobiernos, grupos ecologistas y compañías a trazar mapas e impedir la desaparición de bosques naturales vírgenes, algo que ocurre con creciente rapidez en la actualidad.
Lo que GFW hace es reunir a los interesados y "brindarles la información sobre lo que ocurre con los bosques", dijo Jonathan Lash, presidente del grupo ambientalista con sede en Washington.
Pero el mapa trazado hasta el momento por GFW en Africa central y Canadá no es positivo, dijo Dirk Bryant, director del proyecto.
"Hace dos años, documentamos que sólo 20 por ciento de los bosques históricos del mundo siguen intactos o relativamente intactos", dijo Bryant.
Al ritmo actual, el Instituto de Recursos Mundiales estimó que se perderá un 40 por ciento adicional en los próximos 10 o 20 años. "Ahora parece que hemos subestimado la amenaza en algunos lugares", como en Africa y Canadá, dijo.
El Instituto de Recursos Mundiales divulgó varios mapas e informes que revelan la tala generalizada de los bosques de la cuenca del Congo, y grandes proyectos de minería, energía y construcción de carreteras en los de Canadá.
"Por primera vez, hemos trazado la actividad maderera en la cuenca del Congo, una de las regiones que contiene el bosque tropical más grande del mundo después del de Amazonas", dijo Bryant.
Según un informe de Camerún, la mayor parte de la tala, que abarca a 76 por ciento del total de la zona forestada del país, es ilegal.
Entre 1959 y hoy, al menos 81 por ciento de los bosques sin proteger de Camerún fueron destinados a la actividad maderera, señala el informe.
Unas 25 compañías madereras y personas controlan más de 75 por ciento de las concesiones forestales del país y casi un tercio del total corresponde a tres compañías francesas.
En Gabón, según GFW, las zonas forestadas concedidas con fines comerciales se duplicaron en los últimos cinco años. En 1957, menos de 10 por ciento de los bosques del país habían sido concedidos. En la actualidad la cifra corresponde a más de la mitad.
Pero la industria maderera es vulnerable a los cambios del mercado porque depende de la exportación de una sola especie de árbol, el okoume.
El informe también reveló que la mitad de la madera que Gabón exportó entre 1995 y 1997 se envió a países asiáticos, y que en Canadá, de las 10 principales especies forestales, al menos dos tercios de la zona que ocupan se destinó a la actividad maderera.
Las carreteras y otros caminos fragmentaron a más de la mitad de los bosques en 70 por ciento de las principales regiones forestales de Canadá, agregó el informe.
Más de 80 de los bosques ribereños de la provincia canadiense de Columbia Británica, que alberga 20 por ciento de los bosques tropicales templados del mundo, se concedieron a compañías madereras.
En los bosques boreal y taiga del país hay al menos 300 represas hidroeléctricas, 80 minas en actividad y más de 1.400 asentamientos.
Aunque no se sabe el impacto que pueden causar estas actividades en los bosques, el GFW señaló que este hábitat frío es especialmente sensible al desarrollo, sobre todo porque el frágil terreno limita el crecimiento vegetal.
El informe también reveló que, aunque los indígenas norteamericanos reclaman muchos de los bosques canadienses, estas zonas se conceden en gran medida a compañías privadas.
Con frecuencia esto provoca disputas por el control de las tierras, según el informe. GFW "no sólo se refiere al ambiente, sino a la gente", dijo Romeo Saganash, integrante del Gran Consejo de los Cree, un grupo indígena norteamericano, presente en la conferencia de prensa del martes.
En los próximos meses, GFW publicará informes sobre la situación de los bosques en Chile, Indonesia, Rusia y Venezuela, anunció Bryant.
La información que proporciona el proyecto es vital para detener la destrucción de los bosques que aún quedan en el mundo, dijo Lash, del Instituto de Recursos Mundiales.
En su sitio en Internet, GFW emplea un mapa interactivo y nuevos programas de computación que permiten la integración de información local con imágenes satélitales. El sitio también recibe información o comentarios directamente en línea.
En los próximos cinco años, la red internacional se extenderá a 21 países y cubrirá 80 por ciento de los bosques que aún quedan en el mundo, según Bryant.
El proyecto abarca en la actualidad a unos 75 afiliados nacionales y recibe fondos de fundaciones de Estados Unidos, Europa, organismos gubernamentales y compañías como IKEA, la cadena sueca de venta de muebles.
IKEA aportó 2,5 millones de dólares a la iniciativa porque, explicó, GFW ayudará a la compañía a asegurar que para el 1 de septiembre del 2000 sus productos madereros no se originen en bosques vírgenes.
"Para cumplir con este objetivo, debemos saber dónde están los bosques naturales intactos y cuáles necesitan protección", explicó Jan Kjellman, presidenta de IKEA América del Norte. (FIN/IPS/tra-en/dk/ks/aq/en/00