TRABAJO-MEXICO: Sindicato denuncia explotación de maquiladoras

La explotación laboral en las fábricas de zona franca de México se agravó en 1999 y las quejas presentadas contra ese sector por parte de los trabajadores aumentaron 25 por ciento, señaló hoy un organización sindical independiente.

Salarios irregulares, derechos sindicales acotados, violación de reglamentos ambientales y acoso sexual son realidades que se agudizan año tras año en las denominadas maquiladoras, dijo a IPS Bertha Luján, coordinadora del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), que dice aglutinar a 30.000 obreros y campesinos.

A diferencia de lo que sostiene el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, que se felicita por el crecimiento del sector y afirma que es una fuente segura de empleo, el FAT asegura que un gran porcentaje de estas fábricas son centros de explotación.

La maquila es una forma de subcontratación internacional en la que un país, generalmente industrializado, provee capital, tecnología e infraestructura a otro, que pone el territorio y la mano de obra.

Entre 1980 y septiembre de 1999, el número de fábricas de este tipo instaladas en México, principalmente de origen asiático y estadounidense, pasó de 620 a 3.384, mientras las presonas empleadas, en su mayoría mujeres, aumentó de 119.546 a 1,1 millones.

Luján indicó que los centros de atención laboral del FAT, instalados en zonas de frontera con Estados Unidos, donde se ubican 61,5 por ciento de las maquiladoras, recibieron en 1999 entre 12 y 13 quejas diarias de parte de trabajadores.

Hubo un claro aumento en relación a 1998, cuando el promedio de denuncias diarias era de 10, dijo la coordinadora del FAT, miembro de la Coalición por Justicia en las Maquiladoras, integrada por asociaciones, sindicatos y organizaciones no gubernamentales de Canadá, Estados Unidos y México.

Luján indicó que las quejas recibidas se refirieron sobre todo a discriminación laboral, por género, acoso sexual y despidos injustificados.

La producción del sector maquilador, que en su mayoría se exporta y consiste sobre todo en televisores, computadoras y vestimenta, representa alrededor de 40 por ciento de las ventas externas totales de México.

El desempleo en las ciudades donde se encuentra el mayor número de estas fábricas son los más bajos de México. Mientras en la capital el desempleo abierto es de 3,3 por ciento, en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, es de 1,5 por ciento.

El gobierno alega que las maquiladoras, cuyo funcionamiento es vigilado por autoridades federales y donde la mayoría de los sindicatos son controlados por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), vinculada al gobernante Partido Revolucionario Institucional, cumplen con normas laborales y ambientales.

En los últimos años, en algunas plantas los trabajadores pretendieron conformar sindicatos independientes a la CTM, pero fracasaron debido a presiones de empresarios y del mismo gobierno, denuncio el FAT.

Interesado en sacar un mejor provecho económico a las maquiladoras, el gobierno inicio en 1997 un programa de desarrollo de proveedores cuyo objetivo es cambiar la relación entre abastecimiento de materia prima y producción.

Sin embargo, poco ha cambiado hasta ahora. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática señalan que 97,4 por ciento de los insumos de las maquiladoras es importado.

En las maquiladoras mexicanas se discrimina la mano de obra femenina y se bloquea el trabajo sindical, indican informes de la organización internacional Human Rights Wacht, con sede en Estados Unidos.

Los beneficios económicos de las maquiladoras se logran a costa de la integridad física y mental de cientos de mujeres, generalmente provenientes de sectores pobres, apunta el grupo humanitario.

El gobierno mexicano tolera generalmente la explotación laboral en el sector ensamblador, concluyó Human Rights Wacht.

La organización ecologista Greenpeace afirma, por su parte, que el sector maquilador también genera contaminación, ya que esas fábricas producen residuos químicos peligrosos que no reciben tratamiento y son depositados al aire libre o enviados a drenajes y ríos. (FIN/IPS/dc/ag/lb hd/00

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