TRABAJO: La sociedad de la información transforma el empleo

Con los cambios derivados de las nuevas tecnologías, las industrias de la comunicación y del espectáculo alcanzaron una situación en apariencia irreversible, aunque sus consecuencias sobre el empleo y las condiciones de trabajo son disímiles, describió un estudio de la OIT.

Bajo la premisa de que "la sociedad de la información es una realidad", la OIT (Organización Internacional del Trabajo) encaró una investigación sobre las transformaciones operadas en esas actividades con la incorporación masiva de la tecnología digital en el decenio de 1990.

La repercusión de las tecnologías, los efectos de sinergía conexos y el aumento de la eficacia "han influido en la composición y la estructura de la mano de obra y han modificado de manera notoria las condiciones y las modalidades de trabajo", concluye el estudio.

También dictamina que ha mejorado sustancialmente la situación de los trabajadores del sector, especialmente en los últimos años, aunque este es un fenómeno relativamente nuevo, aclara.

La OIT advierte que a mediano plazo, las tecnologías de la información y de la comunicación afectarán prácticamente a todos los empleos.

El trabajo, preparado para un simposio sobre tecnologías de la información que se realizará el 28 de febrero en la sede de la OIT de Ginebra, previene que la aplicación de la tecnología revolucionaria no ha concluido y se esperan aun innovaciones adicionales.

Las tecnologías de la información han acompañado la mundialización, la privatización, la convergencia de los medios de comunicación múltiples, las reestructuraciones y las fusiones y adquisiciones al transformar el sector de los medios de comunicación y del espectáculo.

Ese fenómeno se ha verificado de manera muy considerable en los países industrializados, pero ha repercutido sólo en menor grado en los países en desarrollo, advirtió el estudio.

Por un lado, esas tecnologías han ofrecido nuevos empleos, con frecuencia de naturaleza y calidad diferentes a los anteriores, en particular para las personas que proporcionan contenidos creativos.

También, esos procesos han concebido nuevos productos, modalidades de trabajo y ocupaciones, sin dejar de aumentar la productividad y la calidad técnica.

Pero al mismo tiempo, las nuevas tecnologías provocan una reducción del número de empleos, un desplazamiento de trabajadores y la sustitución de las competencias y tecnologías más antiguas.

La OIT estima que la situación en los países en desarrollo difiere con frecuencia en forma considerable respecto a los países industrializados y "ofrece mayores posibilidades de cambio en el futuro".

Ante esa perspectiva, la institución regida por gobiernos, empresarios y trabajadores recomienda que se preste atención al análisis caso por caso de la situación existente en cada país.

El director general de la OIT, el chileno Juan Somavía, alerta sobre la posibilidad de una "brecha digital" a medida que las diferencias tecnológicas entre ricos y pobres se amplían.

Somavía entiende que "facilitar el acceso a Internet constituye probablemente la manera más eficaz y económica de repartir los beneficios de la globalización a los países en desarrollo".

La evaluación de la OIT sobre los efectos de las tecnologías en el empleo de la mujer en esas ramas de la industria es imprecisa.

"El impacto parece (tal vez) haber mejorado las oportunidades de las mujeres en algunas esferas", sostiene el documento. Sin embargo, acepta que la información disponible sobre la participación de las mujeres es demasiado anecdótica para sacar conclusiones claras.

Pero una actividad, el periodismo, está proporcionando cada vez más oportunidades profesionales a las mujeres, que se encuentran entre los primeros beneficiarios del auge de un nuevo mercado de trabajo en los medios de comunicación.

El informe cita que en Gran Bretaña "hay más mujeres periodistas que nunca". Un estudio de 1998, mencionado por la OIT, "encontró que las mujeres menores de 35 años que trabajaban en periódicos ganaban un salario medio anual de 32.000 libras esterlinas comparado con 25.000 de sus colegas masculinos".

En el caso de las industrias de la televisión y de la radio, la tecnología de radiodifusión por satélite y por cable permite ahora muchos más canales que pueden ser captados al mismo tiempo en los países más distintos, muchas veces en lengua extranjera.

Todos esos factores, dice la OIT, tienen repercusiones importantes en la publicidad, la competitividad, la programación y la dotación de personal, como también en la lengua y la cultura, de muchas empresas de radiotelevisión.

La Federación Internacional de Actores (FIA) informa al respecto que la programación por satélite y cable suele basarse en series de televisión antiguas, programas extranjeros, deportes y películas.

En consecuencia, estima la FIA, ha habido poca inversión nueva en producciones originales por parte de las empresas por cable y por satélite.

De ese modo y con la probable excepción de Estados Unidos, Canadá y Australia, las oportunidades de trabajo para los artistas intérpretes no pueden ser muy distintas de las que podían tener antes de la difusión de los sistemas por cable y por satélite.

Sin embargo, reconoce el estudio, en estos nuevos canales se presentan muchas más oportunidades para los trabajadores de los medios de difusión, incluidos presentadores, periodistas, técnicos y productores.

El simposio, del que participan delegados de 40 países en representación de trabajadores, empresas y gobiernos, se denomina "Coloquio sobre las tecnologías de la información en las industrias de los medios de comunicación y del espectáculo: sus repercusiones en el empleo, las condiciones de trabajo y las relaciones laborales". (FIN/IPS/pc/ag/lb cr/00

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