RELIGION-NIGERIA: Shariah es causa de violento debate

Los estados del norte de Nigeria consideran la imposición de la ley islámica (shariah), mientras la ciudad de Kaduna vuelve con lentitud a la normalidad después de los tres días de violencia entre la mayoría musulmana y los cristianos que rechazan la iniciativa.

El diputado Binta Koji dijo a la Cámara que unas 100 personas murieron desde el estallido de la violencia en Kaduna el lunes, pero organizaciones de derechos humanos triplican ese número.

"La situación mejora y algunas personas comenzaron a regresar a sus hogares", dijo a los periodistas Fabián Okoye, director de investigaciones y publicaciones de la organización Human Rights Monitor.

Okoye describió a Kaduna como "ciudad fantasma". "La gente se ha ocultado dentro de la ciudad, incluso en sus lugares de trabajo o aglomerados en casas de amigos o familiares", dijo. Los musulmanes abandonaron las áreas de mayoría cristiana y viceversa.

Los comercios y oficinas comienzan a habrir sus puertas, y quienes procuraron refugio en cuarteles militares y policiales ahora se arriesgan a salir.

La Cámara de Representantes de Nigeria encomendó a una comisión visitar Kaduna el día 29 y llamó al gobierno federal a ayudar a las autoridades estaduales a restaurar la paz en la ciudad.

La ciudad no vive una situación similar desde 1967, cuando comenzó en Nigeria septentrional una guerra civil de 30 meses. En Kaduna, capital del estado del mismo nombre, viven un millón de personas pertenecientes a todas las etnias presentes en este país.

La violencia comenzó el lunes, luego de una marcha organizada por la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) para protestar contra la propuesta imposición de la shariah en el estado.

El gobernador del estado, Stephen Shekari, dispuso un toque de queda de 24 horas el miércoles.

La policía advirtió que nadie debe participar en manifestaciones ilegales, que serán reprimidas de acuerdo con la ley. Shekari alertó que las autoridades dispararán sobre los violadores del toque de queda, ahora reducido de 16.00 a 7.00 horas.

El presidente Olusegun Obasanjo condenó el miércoles, en un mensaje emitido por cadena de radio y televisión, todas las "actividades despreciables" realizadas por quienes realizaron actos de violencia en Kaduna.

La democracia, recuperada por el país en mayo pasado tras una prolongada dictadura militar, da "más oportunidad al diálogo pacífico que a la amargura, los enfrentamientos y la violencia".

"El Islam es una religión de paz y la cristiandad fue establecida por el príncipe de la paz. Es una tontería protestar con la violencia. Nuestro gobierno está comprometido irrevocablemente a asegurar la protección de la vida y la propiedad", sostuvo Obasanjo.

El mandatario pidió a los nigerianos más paciencia y moderación para considerar el problema de la shariah, y dijo que su gobierno hará lo que sea necesario para restaurar la ley y el orden.

La destrucción de vidas y propiedades en Kaduna pudo haber sido evitada si los líderes de las dos religiones y sus seguidores hubieran escuchado los llamados previos de paz y de entendimiento mutuo.

Los choques comenzaron el lunes, luego de una movilización masiva de cristianos que se dirigieron rumbo a la sede del parlamento del estado y luego a la gobernación, en una protesta simbólica.

"Los 400.000 manifestantes, que cantaban 'no a la shariah', continuaron a través del poblado y hacia la zona del mercado central, donde se estaba realizando una manifestación musulmana. Muchos comercios fueron saqueados o destruidos", dijo Okoye.

La shariah aún no fue impuesta en Kaduna, pero las autoridades dle estado crearon una comisión para estudiar la propuesta. Fuentes del gobierno local dijeron a IPS que los gobernadores del norte de Nigeria, región de mayoría musulmana, están bajo presión de los clérigos musulmanes.

El gobernador del vecino estado de Niger sancionó la ley local que impone la shariah, previa aprobación parlamentaria.

El estado de Zamfara adoptará la shariah como ley el 29 de mayo. Al menos otros tres estados septentrionales estudian su imposición.

Los opositores a la shariah insisten en que las garantías constitucionales para la libertad de pensamiento, conciencia y de religión. "El gobierno de la federación y de los estados no adoptará ninguna religión como oficial", reza la sección 38 de la carta fundamental.

Sin embargo, la Constitución prevé el establecimiento de la Corte de Apelaciones de la Shariah en cualquier estado que así lo disponga.

"El gobierno debería pronunciarse con rapidez sobre la constitucionalidad de la shariah", exhortó el arzobispo anglicano retirado Abiodun Adetiloye.

Por su parte, el clérigo islámico Muhammadu Maccido, sultán de Sokoto, llamó a cristianos y musulmanes a "aprender a vivir juntos en armonía y a allanar sus dificultades de manera amigable". (FIN/IPS/ro/sm/mj/ip cr/00

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