Los días en que México era principalmente zona de tránsito de drogas hacia Estados Unidos quedaron atrás, y la creciente demanda, especialmente en los estratos sociales pobres, lo transformó en país de alto consumo.
La introducción de productos como el crack, de bajo precio, y la reducción del costo de otras drogas, favorecieron la demanda de sectores pobres de México, señaló este jueves Sergio Uribe, de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas.
Parte de las drogas que van a Estados Unidos se queda en América Central y México y las usan los más pobres, advirtió Uribe en entrevista con una radioemisora.
El patrón de consumo pasó de 3,9 a cerca de 5,5 por cada 100 habitantes en la última década y la demanda de atención clínica por problemas derivados del uso de drogas se incrementó 80 por ciento, según la secretaría (ministerio) de Salud.
Los datos oficiales no reflejan la dimensión real del problema, que es aún mayor, pero son una referencia importante, dijo Rogelio Araujo, de la fundación Ama la Vida, una organización privada de rehabilitación de adictos.
La JIFE presentó el miércoles en varios países su informe de 1999. En el caso de México se registra un "sensible" incremento del consumo de drogas, principalmente de cocaína, indicó José Vila del Castillo, representante del organismo.
La Procuraduría General de la República detuvo en 1998 a unas 50.000 personas por posesión de drogas. Veinte mil fueron remitidas a centros de atención, pues presentaban signos de adicción.
El uso de cocaína en México se triplicó entre 1993 y 1998 y el de drogas en general aumentó 30 por ciento, señaló la JIFE.
Por México pasa alrededor de 70 por ciento del contrabando de drogas hacia Estados Unidos y, de acuerdo con informes de Washignton, este país es el segundo productor de heroína de América Latina, después de Colombia.
El promedio de edad de quienes han consumido alguna vez drogas descendió de 12 a 10 años en los últimos años, la marihuana se consolidó como el estupefaciente más popular, pero el uso de cacaína es cada vez más frecuente y ya llega a sectores de bajos recursos.
En México, que tiene 100 millones de habitantes, 2,2 millones de personas entre 12 y 65 años de edad "alguna vez en su vida" consumieron marihuana, 691.218 cocaína, 381.976 inhalantes, 171.889 alucinógenos y 42.972 heroína, según información de 1998.
Aunque el uso en México de drogas como marihuana es considerado alto, es aún muy inferior al de países como Estados Unidos, indicaron las autoridades de Salud.
Mientras cerca de 3,5 por ciento de la población mexicana confiesa haber consumido alguna vez drogas ilícitas, la proporción es en Estados Unidos de 34 por ciento.
El problema de las drogas está relacionado con múltiples factores. Los principales son la desintegración familiar, la pobreza, la falta de expectativas, la desorientación y la presencia de una cultura consumista, dijo Araujo.
El gobierno de Ernesto Zedillo mantiene vigentes programas de prevención y rehabilitación y varios medios de comunicación realizan campañas contra las drogas.
Sesenta por ciento de los Treinta por ciento de los jóveEn 1994 un 30 por ciento de los jóvenes detenidos en centros carcelarios para menores confesó que consumía alguna droga. En 1997 la cifra se elevó a 60 por ciento, informa
Veinte por ciento de los delitos cometidos en el país tienen asociación directa con el uso de drogas, advirtió el estatal Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones.
Más de 14.000 niños que trabajan o viven en las calles de las urbes mexicanas se drogan diriamente, reveló el año pasado un estudio del Instituto Mexicano de Psiquiatría y del estatal Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. (FIN/IPS/dc/ff/ip/00