Estados Unidos sumó hoy críticas a Colombia, Ecuador, Guatemala, Haití y Perú por violaciones a los derechos humanos a su habitual enjuiciamiento de Cuba, al difundir el informe anual del Departamento de Estado (cancillería) sobre la materia.
El informe, que abarca la situación de los derechos humanos de 194 países y territorios, destacó la "insatisfacción popular en América Latina", demostrada especialmente en Ecuador, donde a fines de enero, una sublevación indígena respaldada por militares causó el derrocamiento del presidente Jamil Mahuad.
También censuró la creciente concentración de la autoridad del presidente Alberto Fujimori en Perú, que consideró una amenaza para la democracia.
Así mismo, se refirió a la guerra entre la guerrilla y el gobierno en Colombia, donde grupos paramilitares vinculados a las Fuerzas Armadas asesinaron a activistas por los derechos humanos, y a la represión de la oposición en Cuba.
También criticó la represión de los sindicatos opositores en Guatemala y el prolongado enfrentamiento entre los poderes ejecutivo y legislativo en Haití.
Por otra parte, el Departamento de Estado sostuvo que las intervenciones en Kosovo y Timor Oriental fueron expresiones de la "voluntad y capacidad (de la comunidad internacional) para actuar contra las más profundas de las violaciones a los derechos humanos".
Otros hitos negativos del año fueron la expulsión por parte de Serbia de casi un millón de albaneses de Kosovo, la "complicidad (de los militares indonesios) en la violencia miliciana en Timor Oriental", y los "horrores perpetrados por rebeldes en Sierra Leona".
El informe también critica el golpe de Estado de Pakistán y la persistencia de gobiernos autoritarios, sobre todo en la antigua Unión Soviética, Medio Oriente y Asia.
En China, la "situación de los derechos humanos se deterioró sensiblemente… mientras el gobierno intensificó los esfuerzos para reprimir el disenso".
Esa situación "no cambiará de la noche a la mañana, pero la incorporación (de China) a la OMC (Organización Mundial de Comercio) aumentará la presión" interna "para que se produzcan mayores libertades personales y políticas", declaró la secretaria de Estado Madeleine Albright al presentar el informe este viernes.
El informe, que fue criticado en el pasado por ignorar los derechos económicos y sociales, prestó más atención este año a los derechos de los trabajadores y al creciente problema del tráfico de personas con fines de prostitución y esclavitud, sobre todo en el caso de mujeres y niños.
Entre uno y dos millones de personas padecen este tráfico cada año, calculó el informe, y esa actividad se convirtió en la tercera fuente de ganancias del crimen organizado, después de las drogas y las armas.
Rusia y Ucrania son los centros de este tipo de tráfico, que también es un gran problema en Bangladesh, Birmania, India, Nepal y Pakistán.
En Africa y gran parte de América Latina el tráfico es en gran medida indocumentado, aunque funcionarios europeos denunciaron el crecimiento de mujeres y niños procedentes de Nigeria, agregó el informe.
El Departamento de Estado elogió la adopción por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de una convención que prohíbe las peores formas de trabajo infantil, pero señaló que el problema sigue siendo grave en "muchas partes del mundo", sobre todo en Asia meridional.
También destacó que en Belarús, Birmania, China, Guatemala y Rusia se reprimen los sindicatos independientes. (SIGUE/2-E