El gobierno de Estados Unidos coincidió hoy con denuncias de activistas según las cuales paramilitares de derecha reciben en Colombia ayuda de integrantes de las fuerzas de seguridad del gobierno.
Al informe emitido el martes por la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) se sumó este viernes el del Departamento de Estado de Estados Unidos, según el cual la complicidad entre militares y paramilitares afectan la crítica situación de los derechos humanos en varias regiones del país.
El Departamento de Estado dedica 73 páginas de su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo al caso colombiano.
El documento señala que en algunas regiones se constataron acuerdos tácitos entre fuerzas de seguridad locales y grupos paramilitares, que permitían a éstos moverse con libertad de acción para atacar a guerrilleros y civiles.
Así mismo, el informe atribuye asesinatos de civiles tanto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, principal organización guerrillera del país, y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como a los paramilitares de asesinar a civiles.
HRW había afirmado el martes que miembros la mitad de las 18 brigadas del Ejército de Colombia son cómplices de paramilitares de derecha, acusados de 80 por ciento de las violaciones de derechos humanos que se cometen en este país en el marco de la guerra civil.
En su informe "Los lazos que atan: vínculos militares y paramilitares en Colombia", HRW aseguró que los militares tienen evidentes conexiones con paramilitares de derecha e incluso con narcotraficantes.
José Miguel Vivanco, director ejecutivo de HWR, dijo desde Washington a la radioemisora Radionet que el informe fue resultado de cerca de un año de trabajo y varias visitas a Colombia.
La organización recogió "testimonios de víctimas y de testigos presenciales", de ex funcionarios de inteligencia del Ejército, de ex paramilitares, de funcionarios del Poder Judicial y abogados expertos en derechos humanos.
Así mismo, afirmó que se recogieron y confrontaron informaciones procedentes de múltiples fuentes, entre ellas investigaciones de la Fiscalía (órgano investigador de la justicia), de la Procuraduría (fiscal del estado), y de la Defensora del Pueblo (ombudsman).
El director de HWR dijo que la Tercera Brigada del Ejército, que opera en el oeste, creó en 1999 el grupo Frente Calima, compuesto por unas 130 personas, muchas procedentes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar liderada por el empresario cafetalero Carlos Castaño.
"También forman parte de esa organización personal activo, en retiro y reservistas del Ejército afiliados a la Tercera Brigada, que tienen como misión responder a la estrategia insurgente del ELN" (Ejército de Liberación Nacional), dijo Vivanco.
El Frente Calima cuenta con protección, entrenamiento, municiones y hasta uniformes procedentes de la Tercera Brigada del Ejército, según HRW.
Uno de los testimonios sobre las actividades de la Tercera Brigada del Ejército fue entregado directamente a HRW por un ex militar identificado como "Elías", miembro de inteligencia en esa brigada, que se encuentra refugiado fuera de Colombia.
Antes de irse del país, Elías aceptó su responsabilidad directa en los hechos denunciados y brindó testimonio a la Fiscalía.
Para Vivanco, las denuncias no tienen el objeto de entorpecer la ayuda por 1.600 millones de dólares para Colombia que discute el Congreso estadounidense, sino de "enriquecer el debate muy intenso" que se da en Washington sobre el país latinoamericano.
El activista propuso perfeccionar los mecanismos de condicionamiento de esa ayuda "dados los antecedentes y la conducta de las Fuerzas Armadas colombianas". La ayuda y la inteligencia aportadas por Estados Unidos deben ser "debidamente discriminadas" por Washington, agregó.
El analista independiente Ricardo Vargas dijo a IPS que los dos informes dan cuenta de una relación de larga data entre los paramilitares y el Ejército y expresa "uno de los dramas que tiene Colombia como Estado", que es el de su incapacidad para romper ese vínculo.
Los grupos paramilitares de derecha surgieron en los años 80 apoyados por el Ejército y terratenientes para defenderse de los ataques de la guerrilla, pero en 1989 fueron declarados ilegales por sus nexos con el narcotráfico y su participación en violaciones de derechos humanos.
No obstante, organizaciones de derechos humanos acusan a los paramilitares, que suman cerca de 5.000, de encargarse del "trabajo sucio" del Ejército, por lo que cuentan con la tolerancia de sectores militares.
Este jueves, el gobierno de Pastrana advirtió que desvinculará sin previa investigación a los miembros de las Fuerzas Armadas sospechosos colaborar o fomentar actividades paramilitares.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albrigth, dijo al Congreso que el otorgamiento de la ayuda solicitada por Colombia dependerá de la certeza de que solamente se dirija a "posiciones del Ejército que están limpias de violaciones a los derechos humanos".
La Defensoría del Pueblo de Colombia informó este viernes que en 1999 se cometieron en Colombia 403 masacres (155 de ellas atribuidas a paramilitares), en las que perdieron la vida 1.865 personas.
Mientras, la Unión Progresista de Fiscales de España consideró "intolerable" la relación entre militares y paramilitares en Colombia.
Adrián Salazar, portavoz de la Unión, organización que introdujo la demanda contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet en España, consideró "innegable que hay una relación entre miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia y grupos paramilitares de derecha".
Estas relaciones no son institucionales y deben ser perseguidas y sancionadas por el gobierno de Andrés Pastrana, dijo Salazar, quien participó en una conferencia sobre desapariciones forzadas en Bogotá.
El fiscal español señaló también que "es intolerable" que miembros de las Fuerzas Armadas, cuya labor debe ser "perseguir a los paramilitares y defender y garantizar el orden constitucional, salgan en la prensa descalificando los autores del informe de HRW".
Los militares ubicaron a la organización humanitaria "como blanco en el disparadero de cualquier grupo paramilitar al calificarlos de subversivos", agregó. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/00