Un grupo de expertos convocados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) concluyó que en el ordenamiento jurídico internacional existen procedimientos para proteger a los grupos más vulnerables de la población contra la discriminación racial.
Sin embargo, esos instrumentos permanecen en estado abstracto, como apenas una teoría, porque los estados no los aplican o no los incorporan a la legislación nacional, dijo el experto holandés Theo van Boven.
En otros casos, los recursos jurídicos contra el racismo están disponibles en los ordenamientos nacionales, pero el público los ignora o, aún más grave, teme ejercerlos, dijo.
Pero a menudo, para muchas víctimas del racismo se presentan escasas esperanzas de cambio. Esas personas o esas comunidades nacieron en una situación de discriminación, en la que permanecen toda su vida, describió Van Boven, miembro del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CEDR).
Por ese motivo, la disponibilidad de recursos legales contra el racismo puede transformar la vida de las víctimas y también de los sobrevivientes de las manifestaciones más graves de discriminación, como el tráfico de mujeres, las formas contemporáneas de esclavitud y los trabajadores indocumentados.
El seminario, realizado en Ginebra entre los días 16 y 18, recomendó que la protección y los remedios contra la discriminación no se limiten a medidas dentro de los campos civil y político.
También deben abarcar las áreas económica, social y cultural, dijo la presidenta del seminario, la filipina Virginia B. Dandan.
En una evaluación de las resoluciones aprobadas por el seminario, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, atribuyó importancia a la atención prestada a los grupos más vulnerables.
En ese sector, Robinson identificó a los más marginalizados, los más pobres, los menos educados, que "con frecuencia son los que menos fortuna tienen en el acceso a los procedimientos de recursos oficiales", dijo.
La funcionaria incluyó a las personas sin ciudadanía, los inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados, pueblos indígenas, extranjeros, niños, jóvenes y mujeres.
El seminario expresó en una de sus resoluciones preocupación por la ausencia de medidas legales de protección para los extranjeros que se encuentran presos en países en desarrollo.
Robinson observó que, en muchos países, las poblaciones minoritarias constituyen un sector substancial entre las poblaciones de las prisiones. Además, la representación relativa de ese grupo se encuentra en aumento con relación al total de los internos carcelarios.
Para proteger a las víctimas del racismo, las recomendaciones del seminario exhortan a los estados a establecer instituciones nacionales independientes y dotadas de recursos adecuados para su funcionamiento.
Los gobiernos deben reconocer el importante papel fiscalizador de las instituciones nacionales de derechos humanos, pero también deberán admitir la valiosa función crítica y constructiva de las organizaciones no gubernamentales en la labor de esas entidades, dijo.
Es importante que las víctimas del racismo dispongan de mayor asistencia legal para usar los recursos previstos por el ordenamiento jurídico, explicó Van Boven.
Sin embargo, el experto holandés opinó que el problema de la discriminación racial "no se reduce a una cuestión de procedimiento o de recursos individuales".
Lo que se requiere, afirmó, son cambios en las políticas de redistribución de los recursos "porque muchas formas de discrimación racial estaán relacionada con cuestiones estructurales y con la represión económica y política".
Con respecto a la Conferencia Mundial contra el Racismo, que se realizará el año próximo en Sudáfrica, Van Boven opinó que ya se anticipa extremadamente compleja debido a la transformación percibida en el fenómeno de la discriminación.
Cuando se debatían en el pasado las cuestiones sobre el racismo en reuniones internacionales, las miradas se dirigían hacia áreas determinadas como Sudáfrica o Medio Oriente. Hoy, en cambio, "cada vez comprobamos más que el racismo está en todos nuestros países", explicó.
"Ya no podemos apuntar el dedo a otra parte y alegar que el racismo es un asunto ajeno", dijo. Se trata de un problema mundial, pero también de un problema de cada país individual.
Robinson adelantó que las conclusiones del seminario serán presentadas a la primera reunión del comité preparatorio (Prepcom) de la Conferencia Mundial contra el Racismo.
La primera Prepcom se efectuará en Ginebra del 1 al 5 de mayo, apenas concluidas las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, previstas también en Ginebra, del 22 de marzo al 27 de abril. (FIN/IPS/pc/mj/hd/00