El ciclón tropical Eline provocó lluvias torrenciales en zonas previamente inundadas de varios países de Africa austral y se constituyó en un desastre de magnitud desconocida en las últimas décadas en la región propensa a la sequía.
Antes del ciclón, un fenómeno meteorológico caracterizado por fuertes lluvias y vientos, anormales precipitaciones ya habían causado inundaciones que hasta el momento mataron a decenas de personas y dejaron a miles sin hogar ni alimentos en Botswana, Mozambique, Sudáfrica, Swazilandia y Zimbabwe.
Las inundaciones destruyeron puentes, caminos, tierras agrícolas y casas. Hasta el momento, Mozambique fue el más afectado por el desastre que dejó a cerca de un millón de personas sin hogar y habría costado la vida a 67 personas en el país.
Pero la situación se agravó esta semana cuando Eline trajo más lluvias que habrían provocado las peores inundaciones en 50 años en Mozambique.
Durante el fin de semana, la Organización de Unidad Africana apeló a la solidaridad de los estados miembros y de la comunidad internacional para brindar ayuda urgente a los miles de damnificados en Mozambique.
Varias organizaciones internacionales están ayudando en Botswana, Mozambique y Sudáfrica.
En Zimbabwe, unas 22.000 personas se quedaron sin hogar en la zona de Beitbridge, en la frontera meridional con Sudáfrica. Cientos más necesitan ayuda de emergencia en otras localidades.
El ciclón, que hasta el momento pasó por Madagascar, Mozambique y Zimbabwe, dejó a su paso tal destrucción que las autoridades aseguran llevará años repararla.
Unas cinco personas habrían muerto cuando Eline golpeó primero a Madagascar el jueves de la semana pasada. Los fuertes vientos y lluvias causaron serios daños en Antananarivo y otras ciudades.
Como ocurrió luego en otros países, el fenómeno derribó árboles y casas e interrumpió la electricidad y las comunicaciones telefónicas.
En Mutare, localidad oriental de Zimbabwe fronteriza con Mozambique, 60 por ciento de la población se quedó sin electricidad mientras todos los teléfonos de las zonas rurales afectadas quedaron sin línea.
El ciclón derribó puentes en Mozambique y partes de Zimbabwe, así como cultivos listos para la cosecha.
Las autoridades advirtieron a los habitantes junto al crecido río Limpopo, que separa a Zimbabwe de Sudáfrica, que el mismo podría desbordarse en cualquier momento debido a las inundaciones.
El gobierno de Zimbabwe asegura que está preparado para el desastre, pero no todos opinan lo mismo. Un ejemplo que apoya esa duda es la situación de Harare, la capital de 1,6 millones de habitantes que sólo cuenta con ocho ambulancias para toda la ciudad.
Crece el temor de que las inundaciones provoquen brotes de cólera y tifus en las zonas afectadas.
La policía de Zimbabwe comenzó a trasladar a las familias que viven cerca de ríos crecidos a zonas más altas. La Unidad de Protección Civil pidió al gobierno que declare desastre nacional a las inundaciones.
En Botswana, las autoridades están alertas ante la inminente llegada del ciclón Eline que provocará más lluvias al país inundado. En sólo tres días, el territorio habitualmente árido recibió el equivalente de más de la mitad de sus precipitaciones anuales.
Las inundaciones en Botswana provocaron nueve muertes y dejaron a 90.000 personas sin hogar hasta el momento, dijeron las autoridades. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/en/00