AUSTRALIA-INDONESIA: Relación nueva para viejos vecinos

El presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid, aceptó sorpresivamente una invitación para visitar Australia en marzo, lo cual indica la posibilidad de mejorar las relaciones bilaterales que se tensaron cuando Canberra apoyó la independencia de Timor Oriental, ocupado por Yakarta desde 1975.

Hace dos meses, Wahid declaró que Australia había "orinado" en el rostro de Indonesia al dirigir una fuerza de paz en Timor Oriental en septiembre de 1999 y que había actuado en forma "infantil" sobre el asunto de la independencia del territorio.

El canciller australiano Alexander Downer visitó Indonesia la semana pasada, pero no tenía esperanzas de que Wahid aceptara la invitación ya que el presidente indonesio había rechazado en dos ocasiones reunirse con el alto funcionario de Canberra.

La noticia de la próxima visita de Wahid fue bien recibida en este país, pero muchas organizaciones no tienen interés en reanudar una relación que pone énfasis en los vínculos militares y empresariales mientras limita el apoyo a los derechos humanos y el fortalecimiento de la sociedad civil.

El Consejo Australiano para la Ayuda al Exterior (ACFOA), la principal organización de derechos humanos de este país, aceptó con agrado lo que parece ser el comienzo del arreglo de la situación entre Canberra y Yakarta.

"Es la esperanza de ACFOA que la visita inicie una nueva era de comprensión entre nuestros dos países, basada en los objetivos compartidos de estabilidad económica y social, y en la promoción y la protección de los derechos humanos", declaró Janet Hunt, directora ejecutiva del grupo.

"Como herencia de los últimos 30 años de dictadura, Indonesia sigue siendo un polvorín que amenaza la recuperación económica y social. Los esfuerzos del presidente Wahid para dirigir un gobierno civil y relacionarse con la sociedad civil se deben apoyar por todos los medios posibles", agregó.

Tras su reunión con Wahid, Downer manifestó su optimismo. "Hemos pasado por un período difícil, ahora queremos mirar hacia el futuro y reconstruir la relación de manera constructiva", dijo.

El canciller a la sombra del opositor Partido Laborista, Laurie Brereton, dijo que la visita de Wahid "se debe orientar no a la reanudación de los viejos lazos, sino a construir una nueva relación con la nueva Indonesia".

La nueva relación debe ser "construida sobre una amplia variedad de vínculos institucionales y comunitarios. Sobre esta base, Australia e Indonesia podrán evitar los errores del pasado y desarrollar una sociedad más estable y mutuamente beneficiosa", agregó.

Antes de la reunión, Downer hizo todo lo posible por asegurar al gobierno indonesio que, a pesar de que Australia apoyó la independencia de Timor Oriental, no hizo lo mismo con respecto a Aceh e Irian Jaya, zonas rebeldes de Indonesia.

"No queremos que Indonesia se desfragmente. Necesitamos tener una relación constructiva, pero esta se debe basar en el principio del respeto mutuo", dijo Downer.

El portavoz del Consejo Nacional de Resistencia Timorense (CNRT), Joao Carrascaloa, también ve con agrado el deshielo en las relaciones, pero con cautela.

"Nos gustaría que se reanuden las relaciones entre Australia e Indonesia, pero aún quedan muchos problemas con Timor Oriental sin resolver", dijo.

Aunque las Fuerzas Armadas de Indonesia abandonaron el territorio, aún quedan más de 60.000 timorenses del este retenidos en campamentos para refugiados en Timor Occidental, una provincia indonesia, y muchos son intimidados por milicianos antiindependentistas apoyados por los militares indonesios.

La repatriación de los refugiados e impedir que los milicianos ingresen a Timor Oriental por las escarpadas fronteras del territorio son las prioridades de este nuevo estado, según Carrascaloa.

"La falta de seguridad a lo largo de la frontera con Timor Oriental y la repatriación de los refugiados se deben discutir con Indonesia", afirmó.

Carrascaloa espera que la visita de Wahid supere muchas de las dificultades con Timor Oriental. Hasta entonces, desea que Australia no renuncie a defender a los timorenses con el fin de reconstruir sus lazos con Yakarta.

La semana pasada, grupos milicianos incursionaron en reiteradas ocasiones en el enclave de Oecussi-Ambino. "Los militares indonesios no… desarmaron ni desbandaron a las milicias. El gobierno australiano debe indagar enérgicamente al respecto", exhortó Brereton.

Varios analistas critican a los sectores favorables a Indonesia en Australia, conocidos como el "lobby indonesio", que en el pasado defendieron las relaciones con las elites militar y empresarial del régimen del dictador Alí Suharto.

Uno de ellos es Scott Burchill, de la Escuela de Estudios Australianos e Internacionales de la Universidad de Deakin.

"El lobby indonesio sostiene que Australia mató a la gallina de los huevos de oro. De hecho, lo que hizo Australia fue ayudar a la población civil indefensa que padecía el terror de las Fuerzas Armadas de Indonesia" en Timor Oriental, argumentó.

Lo que hace falta es el apoyo económico para la nueva democracia indonesia, señaló.

ACFOA también apoya la ayuda práctica para fortalecer las relaciones entre ambos países. "Esa ayuda debe incluir la asistencia humanitaria en zonas conflictivas, las gestiones de reconciliación y los programas de capacitación para la sociedad civil de Indonesia", dijo Hunt. (FIN/IPS/tra-en/bb/js/aq/ip/00

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