ASIA: Conferencia de activistas pide desarme nuclear regional

Más de 150 activistas y académicos, reunidos en Bangladesh y provenientes en su mayor parte de Asia Meridional y el Sudeste Asiático, pidieron la transformación de la región en una zona libre de armas nucleares.

La primera conferencia por el desarme nuclear tras los ensayos de armas nucleares de India y Pakistán en mayo de 1998 se llevó a cabo en Dhaka entre el viernes y el domingo, y enfatizó la inmoralidad, ilegalidad e irracionalidad estratégica de las armas nucleares.

Los activistas pidieron que India y Pakistán detengan y desmantelen de inmediato sus programas para producir bombas nucleares y proyectiles que las trasladen, firmen el Tratado para la Prohibición Total de Ensayos Nucleares (CTBT) y otros acuerdos restrictivos, y se sumen al esfuerzo por el desarme mundial.

La conferencia, realizada bajo el lema "La paz construye, las bombas destruyen", debatió diversas cuestiones relacionadas con las armas nucleares, la sociedad y la seguridad.

Se analizó el riesgo que representa la existencia de por lo menos 35.000 armas nucleares en el mundo y el estado de las negociaciones internacionales para el desarme, tras los ensayos de India y Pakistán en 1998, el crecimiento de la Organización del Tratado del Atléntico Norte y el rechazo del CTBT por parte del Senado estadounidense.

Los activistas discutieron los vínculos entre armas nucleares, militarismo, derechos humanos y democracia, y respaldaron las dos principales estrategias planteadas para lograr la abolición de las armas nucleares en el mundo.

Una de esas estrategias busca que se apruebe una Convención Internacional sobre Armas Nucleares, y la otra propone un avance gradual.

La segunda implica acuerdos parciales en que los países se comprometan a no ser los primeros en lanzar ataques nucleares, desactiven el alerta de sus sistemas bélicos, separen las cabezas nucleares de los proyectiles, detengan y prohíban la producción de material fisible y establezcan zonas libres de armas nucleares.

La conferencia destacó la importancia de establecer tales zonas en todo el Hemisferio Norte, incluyendo a Asia Meridional, pidió a Bangladesh y Sri Lanka que adhieran al Tratado de Bangkok para establecer una zona libre de armas nucleares en el Sudeste Asiático, y recomendó que Nepal sea declarado una zona de paz.

En la Declaración de Dhaka, aprobada por la conferencia, se condenó a India y Pakistán por "adherir a la doctrina de la disuasión y emprender el desarrollo de armas nucleares y de medios para lanzarlas".

Esa actitud "puso en grave riesgo la seguridad de ambos países y la de toda la región, y causó un retroceso en las negociaciones para el desarme nuclear mundial, imitando a los Estados hegemónicos cuyas armas nucleares son el mayor peligro para la seguridad mundial", afirmaron los activistas.

En la declaración se deploró "el reciente endurecimiento de las posiciones favorables al desarrollo de armas nucleares en la región", expresado en el Borrador de Doctrina Nuclear elaborado por India en agosto de 1999 y en el anuncio de que Pakistán instalará un organismo de comando y control de su armamento nuclear.

También se señaló que "la nuclearización ha aumentado la desconfianza y la hostilidad entre India y Pakistán, como quedó de manifiesto en su conflicto de Kargil (en 1999, en la región fronteriza de Cachemira), y fortaleció las tendencias políticas nacionalistas, militaristas, autoritarias y centralistas en ambos países".

La conferencia jerarquizó las cuestiones regionales, pero también subrayó la necesidad de formar una coalición de activistas por la paz y el desarme nuclear, que trabaje tanto en Asia como en escala mundial.

La declaración final pidió que las cinco grandes potencias nucleares, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, "aprueben de inmediato nuevas medidas de desarme", y rechazó "todas las propuestas sobre sistemas balísticos de misisles, incluyendo las de investigación".

La conferencia fue organizada por las organizaciones no gubernamentales Foco Sobre el Sur Global y Biblioteca de Desarrollo Comunitario. La primera de ellas ha realizado durante años campañas sobre conceptos alternativos de seguridad y relaciones entre seguridad, política económica y comercio.

Los activistas afirmaron que las armas nucleares y la generación de energía nuclear son "hermanos siameses", porque la segunda crea la infraestructura necesaria para el desarrollo de la primera.

Por lo tanto, sostuvieron que "la abolición de las armas nucleares no será posible si no se pone fin a la dependencia de la generación de energía nuclear, que tiene además efectos nocivos sobre la sociedad y el ambiente", e instaron a desarrollar "fuentes de energía alternativas y sustentables en la región".

Los activistas pidieron que Bangladesh rechace las propuestas de grupos de presión que procuran instalar una planta de generación nuclear en ese país. El proyecto es impopular porque implica serios riesgos ambientales y sanitarios, sin ofrecer beneficios relevantes en materia económica.

Participaron en la reunión activistas de Bangladesh, Filipinas, India, Indonesia, Japón, Malasia, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y varios países del Pacífico Sur, además de representantes de organizaciones internacionales como la Iniciativa Para la Paz de La Haya y la Asociación Internacional de Abogados contra las Armas Nucleares.

La conferencia finalizó con una marcha conjunta de delegados de India y Pakistán, quienes ofrecieron memorandos a los representantes diplomáticos de ambos países, aceptada por los paquistaníes pero no por los indios.

La reunión expresó la tendencia creciente de las organizaciones de la sociedad civil a ocuparse de cuestiones que hasta hace poco no se consideraban incluidas en su marco de acción, incluyendo las vinculadas con la seguridad, el comercio y las normas laborales. (FIN/IPS/tra-en/pb/an/ap ip/00

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