La arraigada convicción de que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) comenzó en forma espontánea en Africa es cuestionada por un escritor británico que asegura que la enfermedad fue introducida en el continente por investigadores occidentales.
En su libro "El río: Un viaje de regreso a la fuente del VIH y el sida", Edward Hooper sostiene que esto ocurrió cuando los investigadores hicieron pruebas para una vacuna contra la poliomelitis en los años 50 y 60 en Africa oriental y central.
Hooper sospecha que la vacuna usada en el programa experimental CHAT fue contaminada accidentalmente por un virus de mono con trazas del virus simiesco de inmunodeficiencia.
Esta no es la primera vez que se propone la teoría, porque un artículo publicado en la revista estadounidense Rolling Stones hizo la misma afirmación en 1990, y los críticos de Hooper recurrieron a la investigación que siguió a ese artículo para rechazar sus conclusiones.
Según Lisa Jacobs, del programa conjunto de la ONU sobre VIH/sida (Onusida), la "increíble" hipótesis intrigó a la comunidad científica y la validez de la teoría fue puesta a prueba.
"El resultado fue que había demasiadas lagunas para convertirla en una teoría útil. Esto también es válido para el libro de Hooper. La mayoría de los expertos, que basan sus opiniones en el terreno científico, creen que la teoría de Hooper es muy improbable", agregó.
Un diario británico afirmó que el argumento de Hooper ha sido rechazado por "la mayoría de la comunidad científica".
Pero el escritor tiene sus defensores, y estos arguyen que los estudios realizados tras el artículo de Rolling Stones, basados parcialmente en una publicación posterior, "demostraron ser erróneos".
La semana pasada, otro diario estadounidense expresó que "los expertos que escriben en periódicos de investigación aprecian la diligencia y la erudición del señor Hooper y la plausibilidad de su teoría".
Desde que fue detectado por los médicos en 1981, los orígenes del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que causa el sida, han sido un misterio, y la desesperada búsqueda de respuestas sobre su génesis ha originado mitos y variadas teorías.
Entre las explicaciones más extravagantes hubo una que afirmó que el VIH fue traído desde el espacio exterior y es un agente de guerra biológica interestelar.
Por su parte, los virólogos han dado razones más posibles como la que sostiene que un antecesor del VIH podría haber "saltado" de los simios a los humanos si la sangre de un mono tuvo contacto con una herida o una membrana mucosa, como el ojo.
No obstante, expresó un comunicado de Onusida, las respuestas convincentes siguen siendo elusivas.
La comunidad médica cree que el VIH podría haber penetrado en la población humana en algún momento de los años 70 como resultado de "la urbanización, los viajes baratos y las grandes guerras internacionales que aumentaron la posibilidad de que gente de distintas comunidades tuvieran contacto sexual".
La región más afectada del mundo es Africa subsahariana, donde más de 3.800 víctimas de VIH/sida son detectadas diariamente, y el 90 por ciento se contagió por contacto heterosexuaL.
Según un estudio del Banco Mundial, el sida está provocando un saldo "devastador de sufrimiento y muerte en Africa".
De los 30 millones de personas que contrajeron la enfermedad en todo el mundo, 63 por ciento son de Africa, un continente habitado sólo por 10 por ciento de la población mundial.
El estudio señala que el sida supera a la malaria y otras afecciones como principal causa de mortalidad entre personas de 15 a 49 años de edad en más de 15 países.
Esa abrumadora realidad llevó a la comunidad médica de Occidente a recibir con hostilidad la investigación sobre el origen de la enfermedad, explicó Bill Hamilton, un experto en biología evolutiva en la Universidad de Oxford, quien escribió el prólogo del libro de Hooper.
"No pueden creer que un desastre de semejante magnitud pueda haber sido causado por alguien de su propia gente", añadió. Hamilton encontró a muchos expertos que se negaron a discutir en público la teoría de Hooper.
"Sólo un colega dijo que suponía que podría haber algo de verdad en la teoría pero que no publicaría nada al respecto. Explicó que podía perder el subsidio del ente de estudios médicos que lo patrocina", dijo.
Lo que más impresionó a Hamilton sobre el relato de Hooper fue "la sincronización de tiempo y lugar".
"Ninguno de los hechos constituye una prueba, pero tomados todos juntos, la tendencia y acumulación de datos es impresionante. Al menos la teoría de la VOP (vacuna oral contra la poliomelitis) sobre el origen del sida merece nuestra atención", expresó.
En su libro, Hooper reta a la comunidad científica que ponga a prueba sus conclusiones. Quiere que una de las muestras conocidas de la vacuna sospechosa, todavía conservada en el Instituto Wistar de Estados Unidos, sea analizada para determinar si contiene el VIH o trazas del virus simiesco.
Pero para lograrlo Hooper deberá seguir su labor de persuasión.
El instituto Wistar se muestra reacio a autorizar la entrega de una muestra de CHAT. Así mismo, un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) le expresó a Hooper que el origen del sida era algo que "hoy no interesa". (FIN/IPS/tra-en/mmm/mk/ego/aq/he/99