Garantizar la neutralidad permanente del canal interoceánico será el principal reto que deberá enfrentar Panamá en los próximos años, opinaron analistas y expertos en asuntos marítimos de este país.
Para el jurista Adolfo Ahumada, ex negociador del tratado canalero de 1977 entre Panamá y Estados Unidos, en virtud del cual la vía pasó a manos de la nación centroamericana este martes, "el mundo percibe que el canal es un paso seguro y estable" bajo control panameño.
Ahumada declaró a IPS que el principal logro de ese pacto, suscrito por el entonces presidente de Estados Unidos James Carter y el líder panameño Omar Torrijos, fue la eliminación de la Zona del Canal, cuya jurisdicción ejerció Washington hasta octubre de 1979.
Esa zona, dijo, representaba un conflicto para la propia neutralidad y protección de la vía marítima.
El tratado de 1977 otorga a Estados Unidos y a Panamá la responsabilidad de mantener la neutralidad de la vía marítima, para garantizar el tránsito confiable y la seguridad de las naves, ya sea en tiempos de paz o de guerra.
Hasta la fecha, unos 40 países, entre ellos las principales potencias económicas del mundo, han adherido al Tratado de Neutralidad del Canal.
Ahuma sostuvo que tras la entrega simbólica del canal a Panamá quedan pendientes asuntos como la limpieza y descontaminación de los polígonos de tiro, que Estados Unidos considera como una "etapa culminada".
Otro jurista, Jorge Ritter, ex ministro de Relaciones Exteriores, comentó a IPS que la tarea inmediata del gobierno panameño debe ser la "redefinición de las relaciones con Estados Unidos y la creación de los mecanismos que garanticen la efectiva neturalidad del canal, que es su única y principal defensa".
Los opositores al Tratado de Neutralidad han alegado durante años que ese texto está sujeto a una interpretación unilateral de Estados Unidos, debido a enmiendas que le fueron introducidas.
En 1978 el Senado estadounidense aprobó una reserva según la cual si el canal fuese cerrado u obstruido, Panamá y Estados Unidos "tendrán el derecho de tomar las medidas que cada uno actuando independientemente considere necesarias" para reabrir el paso interoceánico.
Ahumada descartó que ello represente un instrumento para justificar intervenciones militares en Panamá, ya que "ninguna enmienda o reserva puede interferir con la neutralidad" que rige el funcionamiento de la vía.
Hace dos décadas, en un mensaje al presidente Carter, Torrijos señaló que "para Panamá será inaceptable cualquier reserva que mancille la dignidad nacional, que tergiverse o cambie los objetivos del Tratado o que esté dirigida a impedir el efectivo ejercicio de la soberanía de Panamá sobre todo su territorio".
Carter presentó entonces una enmienda al Senado para asegurar que la vía interoceánica permanezca abierta, neutral, segura y estable.
Durante los actos protocolares de este martes, el ex presidente reiteró, en representación del actual jefe de Estado de su país Bill Clinton, que "el Tratado de Neutralidad otorga a Estados Unidos el derecho y la obligación" de proteger el canal de cualquier amenaza exterior.
Pero aclaró que esa respuesta sólo se producirá "a solicitud y con la cooperación de Panamá".
Carter opinó que luego de la transferencia, que se concretará el día 31, Panamá enfrentará amenazas derivadas del tráfico internacional de drogas que pueden afectar la seguridad de la vía marítima.
El diputado panameño Miguel Bush, del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), expresó inquietud y preocupación por algunos hechos que rodearon la entrega del canal al país centroamericano.
El parlamentario comentó a IPS que Estados Unidos y Panamá se disponen a suscribir en enero un acuerdo de carácter ejecutivo para el establecimiento de un complejo de seguridad y defensa alrededor del canal.
En noviembre, Bush había divulgado el texto de un memorando bilateral en ese sentido, cuya existencia fue en primera instancia desmentida y luego tácitamente admitida por el gobierno de Panamá .
El canciller José Alemán calificó pese a todo de infundadas las denuncias del legislador opositor, pero el gobierno dispuso el envío de una delegación a Washington en procura de asistencia para el diseño y ejecución de un plan estratégico de seguridad nacional.
Según el ministro de Gobierno y Justicia, Winston Spadafora, el plan será desarrollado por panameños y no incluye la presencia de tropas estadounidenses.
Bush destacó que el PRD se encuentra en "estado de alerta" ante los informes de un posible acuerdo que afecte o altere la neutralidad de la vía marítima.
El ex jefe de estado panameño y ex presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas Jorge Illueca llamó a su vez a las autoridades de su país a buscar apoyos en América Latina para asegurar el respeto del Tratado de Neutralidad. (FIN/IPS/dc/dg/ip/99)