El resultado de las elecciones generales en Malasia mantuvo a muchos rostros conocidos en el gobierno, pero el antes predecible escenario político del país sufrió algunos cambios significativos.
Algunos analistas afirman incluso que la Organización Nacional de los Malayos Unidos (UMNO) del primer ministro Mahathir Mohamad, que ha dominado la política local durante décadas, tendrá problemas pronto.
La UNMO sigue siendo el principal partido de la gobernante coalición Frente Nacional, que obtuvo 148 de las 193 bancas parlamentarias en las elecciones generales del 29 de noviembre.
Pero en las elecciones anteriores el Frente Nacional había logrado 16 bancas más, y el partido de Mahathir, que obtuvo 72 bancas, sufrió un duro revés en la zona central musulmana. Los analistas afirman que el primer ministro tendrá que dar algunas explicaciones si desea continuar siendo el líder de la UNMO.
La UNMO realizará elecciones internas antes de fin de año, y la posición de Mahathir dentro del partido se ha convertido en materia de especulación tras la pérdida de votos musulmanes.
"Como líder del Frente Nacional, (Mahathir) ha cumplido, pero creo que su posición en la UMNO no es totalmente segura. Tiene muchas preguntas que responder", dijo el especialista en política Johan Saravanamuttu.
Todos los líderes religiosos musulmanes postulados por el Frente Nacional fueron derrotados. Johan opinó que el golpe más fuerte que sufrió la coalición fue el triunfo del laureado escritor Shahnon Ahmad, autor de un libro satírico sobre la actualidad malasia titulado "Mierda", sobre el ministro de Asuntos Islámicos de Mahathir.
Los analistas afirman que ahora más líderes de la UMNO verán a Mahathir como un lastre político, a pesar de que resistió las presiones del Fondo Monetario Internacional durante la reciente crisis económica regional y mantuvo a flote al país.
"Es una crisis de legitimidad", explicó Johan.
El experto afirmó que la situación del partido del primer ministro "dista mucho de ser estable" ya que "Mahathir no tiene a nadie a cargo de la cartera de Asuntos Islámicos y cayeron varios ministros y viceministros de la UMNO. Es como una pequeña crisis dentro del partido", indicó.
A estos problemas se agrega el alejamiento de los seguidores de Anwar Ibrahim, el ex viceprimer ministro destituido por Mahathir, y preso desde septiembre del año pasado bajo la acusación de sodomía, añadió.
La esposa de Anwar, Wan Azizah Wan Ismail, lidera el liberal Partido por la Justicia Nacional, integrante de la coalición opositora Frente Alternativo junto al Partido Islámico (PAS) y al Partido Acción Democrática (DAP), multiétnico pero con base mayoritaria en la etnia de origen chino.
Wan Azizah fue elegida para ocupar una banca parlamentaria en las elecciones del mes pasado.
El PAS logró 27 de las 45 bancas obtenidas por el Frente Alternativo, y recibió 60 por ciento de los votos en el estado peninsular de Terengganu, muy preciado por su riqueza en petróleo.
Según los analistas, el avance de la oposición entre los malayos, que representan algo más de la mitad de la población, pondrán a la UMNO en aprietos, y que las dos opciones posibles para el partido de Mahathir pueden traerle problemas.
Una de esas opciones es fortalecer su identidad islámica, pero eso podría poner en peligro el apoyo no malayo que cultivó en forma asidua y exitosa durante la campaña electoral.
La otra opción es ignorar el desafío del PAS como competidor por los votos musulmanes, pero esto implicaría el riesgo de que continúe el crecimiento de la oposición.
Algunos observadores piensan que la UMNO optará por un proceso de islamización moderado, mientras asegura a los no musulmanes que sólo el Frente Nacional les asegurará la libertad religiosa y cultura libremente, una promesa que también hace la oposición.
Pero no sólo la UMNO realiza una severa autocritica en estos días. También lo hacen los partidos opositores, y una de sus principales preguntas es si deben seguir dentro del Frente Alternativo.
Hay indicios de que el DAP está considerando seriamente la posibilidad de separarse de esa alianza, luego de que su secretario general, Lim Kit Siang, perdiera su banca parlamentaria.
El DAP aumentó a diez su número de bancas en las elecciones de noviembre, pero Lim renunció a la secretaría general, haciéndose responsable por la pérdida de votos de malasios de ascendencia china que prefirieron al Frente Nacional.
Lim adjudicó el "retroceso" del DAP al "éxito de la campaña de miedo y falsedad del Frente Nacional, que confundió y atemorizó a los votantes tradicionales del DAP y los indujo a creer que un voto para el DAP era un voto para el PAS y para un estado islámico".
Sin embargo, muchos malasios de ascendencia china votaron a los partidos opositores. Tanto el Frente Nacional como el Frente Alternativo convocaron a malasios de distintas etnias, y no se plantearon cuestiones étnicos importantes durante la campaña.
Chong Eng, el subsecretario general de DAP, aseguró que el Frente Alternativo seguirá funcionando mientros los partidos que lo integran respeten el manifiesto fundacional de la coalición.
"El DAP intentará trabajar dentro del Frente Alternativo. Una coalición alternativa es la única respuesta a la hegemonía política del Frente Nacional", afirmó.
El futuro político de Anwar no es claro. Sigue habiendo interés público en su juicio, pero no es seguro que ese interés se mantenga.
La presencia de Wan Azizah en el parlamento podría recordar a muchos malasios el fenómeno del movimiento "Reformasi", que reclamó cambios profundos, del cual Anwar fue uno de los principales impulsores.
Los analistas afirman que si los malasios votaron por la estabilidad política, como aparentemente lo hicieron, eso es lo que obtendrán en los próximos meses.
Más allá de eso, las perspectivas son confusas, en parte porque la UMNO no está muy segura acerca de sus próximos pasos, y sobre todo porque no está claro quién podría ser el sucesor político de Mahathir. (FIN/IPS/tra-en/an/cb/js/at/mp/ip/99