IBEROAMERICA: Juventud reclama participación y derechos propios

Una Carta de los Derechos de la Juventud, que deberá aprobarse en la próxima Cumbre Iberoamericana en octubre del 2000 en Panamá, es el objetivo de un encuentro que tiene lugar en esta ciudad brasileña.

La juventud sigue sin la participación en las decisiones y las prerrogativas que corresponden a su papel cada día más importante en la sociedad, según los miembros de la Comisión Internacional por los Derechos de la Niñez y Adolescencia, reunida del jueves a este sábado en la sede del Parlamento Latinoamericano.

La iniciativa del Parlatino, la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y las agencias de Naciones Unidas para Infancia (Unicef) y la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), busca corregir esa laguna.

De esa primera sesión de la Comisión sale un borrador que estará abierto a sugerencias y aportes hasta agosto, cuando una nueva reunión en Panamá deberá concluir la redacción de la Carta, informó el chileno Yuri Chillán Reyes, secretario general de la OIJ, con sede en Madrid.

Definido su texto final, el documento será sometido a los mandatarios iberoamericanos que se reunirán dos meses después, en la misma ciudad de Panamá, acotó.

La juventud, como un sector de la población insuficientemente integrado en la sociedad, es una preocupación creciente de gobernantes y expertos, ante problemas actuales como drogas, violencia y desempleo.

La tasa de desempleo llega a 25 por ciento entre los jóvenes de América Latina, superando el de las mujeres (20 por ciento), y muy por encima del índice general, que quedó en 9,1 por ciento durante el primer semestre de este año, según la Organización Internacional del Trabajo.

Pero los jóvenes y adolescentes, hasta ahora menospreciados y no incorporados al debate social, "no deben ser encarados como un problema, sino como sujetos", señaló Miguel Fontes, secretario para la Juventud de Portugal.

Su situación en América Latina, donde constituyen gran mayoría, es opuesta a la de Europa, cuya población adulta es más numerosa, observó Fontes. La juventud actual, en todos los casos, será el sostén de la sociedad dentro de 15 o 20 años, especialmente del sistema de previsión social, agregó.

Es un sector que debe ser tratado de forma distinta en la legislación, de acuerdo a sus características, sostuvo abogado chileno Gonzalo Berríos, consultor de la OIJ.

Las leyes en general consideran a los adolescentes no imputables hasta los 18 años, pero los castiga con privación de libertad. Las penas alternativas previstas casi nunca se aplican, pero deberían ser prioritarias para los jóvenes, en principio más recuperables, comentó Berríos.

La legislación tampoco hace distinción entre adolescentes o niños de distintas edades, tratándolos por tanto de forma uniforme e inadecuada, opinó.

Por otra parte, muchos gobiernos incluyeron secretarías de la Juventud en su composición, como el de Portugal. En Brasil ya existen en algunos estados, como Goiás, Tocantins y el Distrito Federal, según Sergio Murilo Junior, presidente de la no gubernamental Juventud Latinoamericana para la Democracia.

El gobernador estadual de Sao Paulo, Mauro Covas, anunció que creará esta secretaría durante su gestión, al participar en el encuentro en el Parlatino.

El problema, según Murilo, es que se trata de organismos aislados, que no influyen en otros órganos de gobierno.

"Falta una verticalidad" que le permita a los jóvenes participar en las decisiones que afectan su vida, en la educación, cultura, obras públicas, incluso en economía, temas de otras secretarías que no los escuchan, aseveró Murilo. (FIN/IPS/mo/ag/hd/99

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