Honduras aceptó hoy la iniciativa de Nicaragua para dirimir en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la controversia sobre los límites marítimos en el mar Caribe.
Las relaciones entre Honduras y Nicaragua se deterioraron cuando el parlamento de Tegucigalpa ratificó el 30 de noviembre un tratado de límites marítimos con Colombia que había sido firmado en 1986.
Nicaragua desconoció este tratado, ya que estima que lesiona su soberanía y lo despoja de unos 60.000 kilómetros cuadrados de superficie marítima en el mar Caribe.
El canciller Roberto Flores declaró que Honduras siempre ha mantenido la tesis de resolver las diferencias en la mesa de negociaciones o bien acudir a instancias del derecho internacional para solucionar pacíficamente la controversia.
"Lo que estamos viendo es que Nicaragua retoma el camino hacia la juridicidad para resolver pacíficamente este conflicto y descartan una situación de violencia que sería lamentable", dijo.
El canciller Flores retornó a Tegucigalpa el 8 de diciembre desde Washington y Nueva York y de inmediato informó al presidente Carlos Flores los resultados de sus gestiones ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y la de las Naciones Unidas (ONU), donde Honduras propuso vías pacíficas de solución.
Honduras propuso en esos foros el despliegue de observadores internacionales para evitar un conflicto entre ambos países.
Tras estas reuniones, la OEA enviará en las próximas horas un emisario especial de su secretario general, César Gaviria, para visitar Honduras y Nicaragua con el fin de evitar una escalada de violencia.
La ONU, por su parte, indicó su disposición de intervenir en caso de que se agoten las instancias interamericanas.
Ambos países centroamericanos se acusaron mutuamente, desde la semana pasada, de movilizaciones de tropas en la frontera. Nicaragua solicitó medidas cautelares contra Honduras ante la Corte Centroamericana de Justicia, pero este organismo desestimó la petición, ya que declaró que no tenía competencia.
De igual manera, Nicaragua adoptó medidas unilaterales al gravar con un nuevo arancel las mercaderías procedentes de Honduras, y suspendió el libre tránsito de personas y vehículos al exigir pasaporte y visados, además de permisos para los automóviles.
También condicionó a un permiso el tránsito de aviones comerciales de bandera hondureña sobre su territorio.
Honduras protestó ante estas medidas y demandó a Nicaragua ante la Corte Centroamericana de Justicia, por violación a los acuerdos y tratados del Sistema de Integración Centroamericana.
Al presentar el recurso contra Honduras ante la CIJ, con sede en La Haya, Holanda, Nicaragua alegó que todas las instancias diplomáticas para llegar a un acuerdo fallaron.
Nicaragua sostuvo que los límites marítimos en el mar Caribe no han sido determinados, lo que ha dado lugar desde la década del 80 a frecuentes roces armados y capturas de pescadores en la zona.
En su solicitud, Nicaragua pidió al tribunal mundial que establezca un límite marítimo de acuerdo con principios de equidad y los antecedentes reconocidos por la ley internacional.
Managua expresó que se reserva el derecho a exigir compensación eonómica por la interferencia de las labores de pesca y extracción de recursos naturales por parte de Honduras si éstas son realizadas en la zona que delimitará en el futuro la CIJ.
Antes de 1980, Nicaragua reconocía que la frontera de Honduras llegaba hasta el paralelo 15, pero después de esta fecha indicó que su frontera con Honduras llega hasta el paralelo 17.
Eso convirtió a 60.000 kilómetros de superficie marítima en zona en disputa, en la que existen riquezas pesqueras, así como petróleo y gas natural, según estudios científicos.
Honduras y Colombia se apresuraron a ratificar el tratado de límites suscrito en 1986 al enterarse de supuestos avances de negociaciones entre Jamaica y Nicaragua para delimitar su frontera marítima. Sin embargo, Managua negó esos informes.
Otras versiones indican que Honduras y Colombia reanudaron entre abril y noviembre sus conversaciones para ratificar este tratado, aunque ambos países sabían que se produciría una airada respuesta de Nicaragua.
El canciller Flores dijo que la decisión de Nicaragua de acudir a la Corte Internacional es aceptada por Honduras, ya que lo importante es evitar el uso de la violencia en la solución de este conflicto.
El ministro hondureñose negó a pronunciarse sobre las razones alegadas por Nicaragua para acudir a la CIJ. "Hay que comprender que Nicaragua necesita razones y no es conveniente analizarlas, pero lo haremos después de un detenido análisis", agregó.
Honduras se consideró capaz de repeler cualquier ataque armado de Nicaragua, pero retiró sus tropas de la zona fronteriza para evitar una escalada de la violencia.
Analistas en los dos países sostuvieron que una guerra entre ambas naciones centroamericanas solo agravaría su situación de pobreza, empeorada tras los devastadores daños del huracán Mitch en octubre de 1998.
En mar Caribe también comparten soberanía México, Belice, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Colombia, Jamaica, Gran Caimán y Cuba. (FIN/IPS/jrd/mj/ip/99