ESPAÑA: Amplia mayoría pide a ETA mantener sus armas en silencio

La gran mayoría de ciudadanos de España, incluyendo a los vascos, pide a la organización ilegal ETA que mantenga la tregua unilateral decidida el 16 de septiembre de 1998 y que este viernes se propone levantar.

El gobierno español y el autónomo vasco, todos los partidos políticos, los parlamentos autónomos y el nacional, sindicatos y organizaciones no gubernamentales convocaron a la población a manifestarse en rechazo de nuevos atentados.

Este jueves, incluso, se produjo un hecho significativo frente al parlamento de Navarra, una región que el movimiento nacionalista considera vasca pero que está integrada como una comunidad autónoma en el Estado español, por decisión de sus ciudadanos en un referéndum.

Por primera vez, los diputados de Euskal Herritarrok (EH, coalición ligada a ETA), participaron junto a parlamentarios de los demás partidos navarros en un acto de reclamo a ETA para que mantenga en silencio sus armas.

Los representantes de EH se diferenciaron portando un cartel en el que señalaban "Necesitamos la paz. Estamos por el proceso democrático".

También se realizaron manifestaciones pacifistas en Madrid y otras ciudades españolas, y se espera con especial atención la protesta convocada para este viernes en todo el País Vasco por el presidente del gobierno autónomo, Juan José Ibarretxe.

ETA declaró una tregua unilateral y por tiempo indefinido el 16 de septiembre de 1998, basándose en un acuerdo firmado el mes anterior entre esa organización ilegal y los moderados Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA), que gobiernan el País Vasco.

Los firmantes del acuerdo se comprometieron a convocar elecciones constituyentes y elegir un gobierno para todo Euskal Herría (País Vasco), integrado por Navarra, las tres provincias que integran el País Vasco español y las tres que están bajo soberanía francesa.

Sin embargo, Aunque ETA exhibió una copia firmada de ese acuerdo, el PNV y EA negaron su existencia.

El PNV, al que pertenece Ibarretxe, aprobó este jueves una declaración en la que afirma que "la violencia de ETA, aparte de suscitar el odio general, perjudica el progreso de la opción nacionalista vasca".

El centenario partido dice apostar por el futuro, "partiendo de la realidad política y marcos jurídicos vigentes, que respeta", lo cual significa acatar la Constitución española y el Estatuto de Autonomía del País Vasco.

En otro tramo, el PNV sostiene que "apuesta inequívocamente por un ámbito jurídico-político que abarque a todos los vascos y que contenga el respeto efectivo a su ser nacional y a la realidad histórica, cultural y lingüística, así como el derecho a definir su propio futuro, su articulación interna y su relación externa".

Este párrafo de la declaración es considerado en medios políticos vascos como una respuesta indirecta a la demanda etarra de pugnar por la unidad de las siete provincias, pero sin pronunciarse por una asamblea constituyente y elecciones en todo el territorio reclamado.

También indica tener en cuenta "la nueva perspectiva europea y los cambios de naciones y fronteras en su ámbito", para manifestar su convencimiento de que ha llegado la hora de caminar hacia una expresión colectiva, "como pueblo, en el concierto europeo".

La referencia a la situación europea se relaciona con la tendencia a aliminar las fronteras en la Unión Europea.

El PNV llama más adelante a todas las fuerzas nacionalistas, incluyendo a ETA y a los grupos políticos afines, a dialogar para establecer los contenidos, modos y ritmos "para afrontar el problema político vasco".

A las manifestaciones masivas y declaraciones se sumaron los obispos del País Vasco y Navarra, ofreciendo su ayuda "para reencausar los acontecimientos futuros por el camino de la justicia y la libertad".

Los prelados agregaron que conquistar la paz "es una tarea de todos" y solicitaron a ETA que "replantee la decisión adoptada", (…) "recogiendo una voluntad absolutamente mayoritaria de la sociedad".

El líder de EH, Arnaldo Otegui, coincide en que la mayoría quiere la paz y así lo afirmó a la radio Ser.

"La mayoría de la sociedad vasca no está de acuerdo con el instrumento de lucha que utiliza por ETA", más allá de que hay muchos sectores que coinciden con sus aspiraciones independentistas, dijo.

Otegui considera que "la interrupción del alto el fuego es una decepción para todo el mundo, incluyendo a ETA, porque significa que durante 14 meses no hemos sido capaces de concretar el proceso de paz".

El dirigente independentista disculpa a ETA y critica a los gobierno de España y Francia, "que han mantenido una posición de absoluto sabotaje", por haber detenido a miembros de esa organización durante la tregua.

Puntualiza, finalmente, que "por el momento ETA no ha roto la tregua, y es algo que no deseamos que ocurra".

En un sentido contrario se manifestó el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, quien cree que "ETA puede actuar más pronto que tarde".

La organización ilegal vasca anunció en un comunicado divulgado el domingo pasado que a partir de este viernes quedaría en sus manos hacer saber a sus comandos cuando comenzar a realizar acciones, aunque no dijo cuando volvería a cometer atentados.

Esas palabras abren un compás de espera que podrá prolongarse más allá de este viernes. Su rectificación llegaría a través de un nuevo comunicado, basado en un compromiso de reanudar las negociaciones con el gobierno.

En cambio, la ratificación de su anuncio se conocería por el estruendo de una bomba o el tableteo de una metralleta, según todos los antecedentes de ETA. (FIN/IPS/td/dm/ip/99)

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