DESARME: Rusia no cumplirá plazo de destrucción de armas químicas

Rusia es incapaz de financiar la planificada destrucción de unas 40.000 toneladas de armas químicas acumuladas, concluyó la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).

A menos que la comunidad internacional provea los fondos necesarios, las reservas rusas permanecerán más allá de abril del 2007, para cuando todas sus armas químicas deberían ser destruidas, advirtió José Bustani, director general de la OPAQ, una agencia de las Naciones Unidas con sede en La Haya.

Aunque no hay cifras definitivas disponibles, la OPAQ estimó que la eliminación de los depósitos rusos costaría entre 3.000 y 5.000 millones de dólares.

Estados Unidos, por otra parte, está gastando entre 15.000 y 17.000 millones de dólares para destruir unas 31.000 toneladas de sus reservas, señaló Bustani.

Se prevé que el programa de desarme ruso costará menos porque sus agentes químicos serán diluidos o neutralizados y arrojados en su mayoría en terraplenes sanitarios.

La destrucción de las armas rusas es "un gran desafío, no sólo para la Federación Rusa, sino también para la OPAQ y la comunidad internacional", destacó Bustani.

Agregó que en todo el mundo se declararon más de ocho millones de municiones químicas. La Convención sobre Armas Químicas exige la destrucción de todos ellos para abril del año 2007.

La clave para alcanzar este objetivo es la aplicación efectiva de un programa de destrucción de armas químicas en Rusia, destacó el director general.

"Ahora está claro que, como resultado de las dificultades económicas de Rusia, la destrucción de sus reservas de armas químicas definitivamente requerirá un considerable esfuerzo financiero a escala mundial", dijo.

Como resultado de su crisis financiera, Rusia está negociando dos grandes créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Export-Import Bank de Estados Unidos.

Moscú procura un préstamo de 4.500 millones del FMI, en parte para reembolsar créditos anteriores. Los fondos se destinarán principalmente a propósitos de desarrollo.

Al mismo tiempo, el gobierno ruso pretende unos 500 millones de dólares del Export-Import Bank para adquirir equipos estadounidenses de extracción petrolera.

El año pasado, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) acordaron proveer parte de los fondos para financiar la destrucción de las armas químicas de Rusia, pero esos fondos no llegaron.

Desde que la Convención sobre Armas Químicas entró en vigor, en abril de 1997, la OPAQ realizó 561 inspecciones en 31 países, destacó Bustani.

Sesenta instalaciones de producción de armas químicas fueron declaradas inactivas y 14 fueron certificadas como destruidas, mientras cinco recibieron aprobación para su conversión a otros fines, explicó.

Los inspectores de la OPAQ también verificaron la destrucción de unas 3.500 toneladas de agentes químicos y casi un millón de municiones químicas.

Esto es un gran logro para una organización que comenzó sus inspecciones en junio de 1997, destacó Bustani. "No hay lugar para la autocomplacencia, porque todavía estamos ante la punta del iceberg", advirtió.

Aunque las normas de la Convención no permiten identificar a los países por su nombre, Bustani señaló que casi 1.000 fábricas de productos químicos fueron declaradas "de uso dual", y otras 3.500 como productoras "discretas" de químicos orgánicos.

Aunque estos sitios fueron construidos para satisfacer necesidades comerciales legítimas, la naturaleza de su diseño hace posible que sean rápidamente reconvertidos para producir armas químicas o precursores.

Este tipo de instalaciones puede encontrarse en casi todos los países y representa una enorme tarea de verificación para la OPAQ, resaltó Bustani.

Actualmente, Rusia y Estados Unidos son los mayores poseedores de armas químicas del mundo. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/mlm/ip/99

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