DERECHOS HUMANOS: Aumenta el extremismo religioso, según ONU

El extremismo religioso está en aumento en todo el mundo, pese a algunos progresos limitados sobre libertad de culto desde el fin de la guerra fría, denunció la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

«Ninguna religión está libre del extremismo», declaró Abdelfattah Amor, relator especial de la ONU sobre intolerancia religiosa.

En un informe de 23 páginas a la Asamblea General, Amor puntualizó que la intolerancia religiosa debe ser considerada dentro del amplio contexto de las condiciones económicas, políticas y sociales que la fomentan.

«A nivel nacional e internacional, sistemas económicos, políticos y sociales injustos que realmente constituyen violaciones de derechos socioeconómicos, culturales y políticos contribuyen a crear o incentivar el extremismo», observó.

Su informe contiene ejemplos de discriminación abierta o encubierta contra cristianos, musulmanes, hinduístas, adventistas del septimo día, testigos de Jehová y los cientólogos.

Las minorías religiosas, especialmente la musulmana, han sido objeto de prejuicios y estereotipos, señaló Amor, y agregó que el Islam sigue siendo asociado al terrorismo y el fanatismo, particularmente por los medios de prensa de Estados Unidos, Alemania y Australia.

Si bien reconoce el peligro representado por los grupos fundamentalistas que proclaman su fidelidad al Islam, el estudio señala la importancia de «distinguir a esos extremistas que usan al Islam con fines políticos y que son minoría, de la mayoría de los musulmanes que practican el Islam según los principios de tolerancia e indiscriminación».

El informe indica la persistencia de varios tipos y grados de fundamentalismo islámico, especialmente en Afganistán, Bangladesh, Indonesia, Níger y Pakistán.

«Sin embargo, el fenómeno se ha propagado a otras religiones, como se ha visto con el recrudecimiento del extremismo hindú dirigido contra comunidades cristianas y musulmanas, y en forma potencial contra minorías religiosas en India e incluso en Nepal», observó.

El extremismo musulmán, que también estalló en Indonesia, en algunos casos generó violentos contrataques de extremistas cristianos. El Judaísmo igualmente es objeto de distorsión por extremistas judíos, según el estudio.

El fanatismo, por lo tanto, puede ser interreligioso (dirigido contra comunidades que profesan una fé diferente), intrarreligioso (dentro de la misma religión, en particular, entre sectas) e incluso de ambos tipos.

«El ejemplo más contundente es el del movimiento Talibán (gobernante en Afganistán) que, en nombre de la religión, persigue tanto a minorías no musulmanas como a las minorías afganas islámicas (como los chiítas) y a la mayoría sunnita, sujetas al poder de Talibán», expresó Amor.

Las víctimas más comunes del fundamentalismo religioso son las minorías, como en Afganistán, India, Indonesia, Israel, Níger y Pakistán, y las mujeres, como en Afganistán.

«Las mujeres son el blanco principal de la maldad conocida como extremismo religioso», agregó el estudio. Algunas tradiciones atribuidas a la religión muy a menudo son obstáculos para implementar leyes que traten más justamente a las mujeres.

La mayor parte de la discriminación femenina deriva de la exigencia de que las mujeres reciban autorización del hombre para obtener pasaporte o viajar al exterior (como en Gabón, Kuwait, Arabia Saudita y Yemen).

En Arabia Saudita, por ejemplo, esa libertad de movimiento parece estar restringida o incluso es inexistente, debido a que una mujer que va al exterior para estudiar debe estar acompañada por un miembro de la familia.

Además, las mujeres sauditas tienen prohibido conducir automotores y son segregadas en autobuses e instalaciones públicas.

Según el informe de Amor, incluso la legislación nacional de algunos países favorece a los hombres en perjuicio de las mujeres, como en los procedimientos de divorcio (Bangladesh y Brunei).

Además, en el caso de los testigos judiciales, la declaración de un solo hombre equivale a la de dos mujeres (Kuwait y Arabia Saudita).

En Kuwait, una mujer musulmana no puede casarse con un hombre que no profesa su religión. Finalmente, la legislación puede requerir que las mujeres se vistan de determinada manera.

«El caso más flagrante e insidioso en el cual las mujeres son totalmente privadas de sus derechos resulta de leyes que reconocen la transmisión de la ciudadanía a los hijos sólo a través de la línea masculina», apuntó Amor.

Pese a algunos progresos limitados en materia de libertad religiosa, especialmente desde el final de la guerra fría hace una década, persisten las manifestaciones de intolerancia basadas en la religión y otras creencias, y está en aumento el extremismo religioso, denunció el relator especial.

En su discurso a los delegados, Amor dijo que se necesita urgentemente «una estrategia de prevención» para contrarrestar la intolerancia religiosa.

Esa estrategia debería estar centrada en educación y diálogo, porque la única manera de erradicar la intolerancia es cambiar la mentalidad de la gente, dijo Amor.

Los esfuerzos preventivos deberían comenzar con los niños, porque los programas escolares en algunos países contienen «un himno virtual a la intolerancia», no mencionan otras religiones o presentan la propia religión del país como única.

Amor dijo a los delegados que el diálogo es el segundo factor crítico para inculcar tolerancia y, según cree, su mandato como relator especial debería ser cambiado para concentrarse no en la «intolerancia» sino en la «libertad religiosa y de opinión». (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ego-mlm/hd-cr/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe