El insurgente Ejercito de Liberación Nacional (ELN) de Colombia crece 30 por ciento anual, opera en 45 frentes, con 8.000 efectivos, la gran mayoría de ellos menores de 25 años.
"Seguimos siendo una guerrilla guevarista sin muchas ortodoxias", dijo el comandante Pablo Beltrán, quien desde hace varias semanas tiene su base en Venezuela con la misión no tan secreta de conseguir el espacio político para una convención nacional del ELN con representantes de la sociedad civil.
Al borde del 2000 y después de tres reuniones con el gobierno colombiano en La Habana y cuatro encuentros con representantes de la sociedad civil en Caracas, Beltrán espera una definición sobre este tema antes de fin de año.
El comandante le ha planteado a los negociadores del gobierno que el ELN requiere una zona desmilitarizada de 4.000 o 5.000 kilómetros cuadrados en territorio colombiano, con el fin de hacer realidad esa convención.
"Es una convocatoria del ELN a toda la sociedad para que opine sobre salidas al conflicto colombiano", comentó Beltrán durante un encuentro con corresponsales extranjeros acreditados en Venezuela.
El gobierno deberá responder si acepta conceder esa "zona de despeje". Si la respuesta es negativa, el ELN buscará espacio en otro país, probablemente en Venezuela, pero Beltrán adelantó que en ese caso será difícil instalar un diálogo de paz paralelo.
El grupo guerrillero ha solicitado que la zona desmilitarizada esté ubicada cerca de la ciudad colombiana de Barranca Bermeja, al norte de Bogotá, pero también aceptaría otras alternativas, como el nororiental departamento de Santander, o en las proximidades de la noroccidental ciudad de Medellín.
La convención duraría nueve meses y el ELN espera que medio millar de personas asistan a su instalación.
Después habrá cinco temas para la reflexión, discusión y, eventualmente, para la búsqueda de consenso: derechos humanos y humanitarios, economía y modelos de desarrollo incluyendo narcotráfico, Estado y participación política, recursos naturales y soberanía, y Fuerzas Armadas y seguridad nacional.
Si la convención se realiza en Colombia, y por lo tanto se materializa en forma paralela una mesa de diálogo de paz con el gobierno, todas las conclusiones de esas reflexiones serían enviadas a los negociadores.
Beltrán dijo que el ELN está de acuerdo con la idea de auspiciar un tiempo de paz. Pero el grupo guerrillero también considera que "no habrá paz sin justicia social".
El ELN está preocupado por las privatizaciones a precios de gallina flaca y por la corrupción, indicó Beltrán, quien también precisó que tiene "un deslinde categórico con el narcotráfico" y considera esta actividad como "crimen de lesa humanidad".
A las puertas del año 2000, el grupo insurgente "rechaza más gente de la que incorpora" en un escenario donde muchos jóvenes "quieren ser guerrilleros", dijo Beltrán.
"El ELN no paga sueldos", declaró el comandante guerrillero. "No tiene dinero, porque una guerra cuesta mucha plata" y por eso se basa en el voluntariado, "clave para mantener una tropa sin salarios".
Beltrán aseguró que una persona entra por su propia voluntad al ELN y puede irse de la misma manera. Dentro de la organización guerrillera "tenemos una democracia" y cada cinco años 100 delegados de los diversos frentes eligen al comando central.
Ese comando está integrado por cinco personas, una de las cuales es Beltrán, quien estudiaba ingeniería petrolera cuando se incorporó a la guerrilla en los años 70.
"Yo era un tirapiedras", recordó Beltrán, quien a comienzos de la década del 80 se fue a la montaña, que es su hogar cuando está en Colombia.
"Las montañas son seguridad, y nuestro mandato nos obliga a estar en zonas de seguridad", comentó el comandante guerrillero, quien remató que "por fortuna existe Internet", la red mundial de computadoras. (FIN/IPS/lc/ag/ip/99