URUGUAY: Vázquez anuncia revolución cautelosa en América Latina

El socialista Tabaré Vázquez, que el domingo condujo a la izquierda uruguaya a un histórico triunfo electoral, pronosticó hoy una «revolución cautelosa» en América Latina para terminar con la pobreza extrema y la exclusión social.

Vázquez, candidato de la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), obtuvo el domingo la mayoría relativa de votos y competirá por la Presidencia con el oficialista Jorge Batlle en la segunda ronda electoral, el 28 de noviembre.

El líder izquierdista afirmó que el pueblo latinoamericano desarrolla una «revolución cautelosa» para «superar situaciones que han ubicado a la región en una posición sumergida e injusta con respecto a otras».

América Latina es la región del mundo en la que «se distribuye con mayor iniquidad la riqueza y en la cual la brecha entre los más ricos, que son pocos, y los más pobres, que cada vez son más, es mayor», dijo en conferencia de prensa.

Vázquez señaló que esa situación está pautada por altas tasas de desempleo, salarios bajos y desaparición de beneficios sociales y laborales, y que América Latina no puede «perder la guerra contra pobreza extrema y las situaciones de discriminación».

A su juicio, las naciones latinoamericanas han sido en los últimos tiempos «vanguardistas» en la búsqueda de manera «revolucionaria, pero cautelosa y pacífica» de los cambios que permitan revertir esa situación.

Como ejemplos, Vázquez mencionó el triunfo de la centroizquierdista Alianza en las elecciones de Argentina, el 24 de este mes, y la victoria que «seguramente» logrará en Chile en diciembre el socialista moderado Ricardo Lago.

Al referirse al Mercosur (Mercado Común del Sur), integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Vázquez dijo que es partidario de convertirlo en «una herramienta de trabajo».

Aclaró que esa posición significa que los cuatro países socios deben negociar en conjunto, en vez de hacerlo de modo bilateral, como ha sido la práctica este año de Argentina y Brasil.

También abogó por trabajar en la dirección de procesos de complementación productiva y financiera, así como científica y tecnológica, entre otros.

Esa complementación le permitiría a Uruguay avanzar con su producción en el mercado internacional, para evitar competir con «dos hermanos gigantes» como Argentina y Brasil.

Economistas del EP-FA se entrevistarán a partir de la semana próxima con colegas de la Alianza en Argentina y con autoridades económicas de Brasil, Paraguay y Chile, anunciaron fuentes de la coalición izquierdista.

El EP-FA también se propone mantener conversar con representantes del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington, de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, y con la Comisión Europea, en Bruselas.

Vázquez, que el domingo obtuvo 38,5 por ciento de los votos, frente a 31,3 del liberal Batlle, del Partido Colorado, restó importancia a un anuncio que la semana pasada realizó su asesor económico Daniel Olesker con repercusión en la prensa argentina.

Olesker había dicho que el impuesto a la renta de las personas físicas, uno de los escasos proyectos concretos anunciados por el EP-FA, gravará también los depósitos de no residentes en la plaza bancaria local, que actualmente se ubican en 4.401 millones de dólares y en su mayoría pertenecen a argentinos.

Vázquez ofreció «la más absoluta tranqulidad» a los inversores extranjeros, porque el EP-FA, si logra el gobierno, determinará «reglas de juego claras y precisas».

«No hay nada para inventar», dijo y explicó que el impuesto a la renta de las personas físicas no podrá aplicarse en ningún caso hasta el 2003 o el 2004. El vencedor en la segunda vuelta electoral, en noviembre, reemplazará al presidente Julio María Sanguinetti el 1 de marzo.

Así mismo, aclaró que Uruguay necesita inversiones y que por ello su gobierno no podría incurrir en la contradicción de generar incentivos y por otro lado gravarlos.

La política económica del EP-FA será «absolutamente gradualista» y sólo se tomarán medidas urgentes en la lucha contra la corrupción y contra la pobreza extrema, agregó.

Vázquez, un médico oncólogo de 59 años, de religión católica, dijo que su profesión lo obliga a acatar determinadas normas éticas que le impiden practicar el aborto, aunque éste sea por razones terapéuticas.

El debate sobre el aborto no se trasladó a la campaña electoral, que tampoco fue escenario de discusión de asuntos de política cultural.

El líder izquirdista anunció que en los próximos días identificará con sus asesores los integrantes de su eventual gobierno y adelantó que ante posibles acuerdos con otras fuerzas políticas, excluirá de la negociación los ministerios de Economía, Educación y Defensa Nacional.

También aseguró que, si llega al gobierno, bregará para cerrar la «herida abierta» heredada del régimen militar (1973-1985), aplicando un artículo de la ley de amnistía de 1986 que clausuró los jucios contra militares y policías acusados de violar los derechos humanos.

La ley de 1986 habilita al Poder Ejecutivo a investigar el destino de los detenidos-desaparecidos, una asignatura todavía pendiente.

«Habrá una respuesta (a los familiares) sobre este tema», afirmó Vázquez. La izquierda fue duramente perseguida por la dictadura, que intentó excluirla del escenario político uruguayo.

Aclaró que el mecanismo para llevar adelante esa investigación dependerá de las «circunstancias políticas» luego de un «diálogo con todos los involucrados», entre los cuales se cuentan las Fuerzas Armadas.

La principal fuerza política del EP-FA es el Partido Socialista, de Vázquez, al que acompañan ex guerrilleros tupamaros, comunistas, independientes, democristianos y dirigentes separados de los tradicionales partidos Colorado y Nacional.

El EP-FA aumentó este domingo su votación en Montevideo, donde viven casi 45 por ciento de los habitantes del país y cuyo gobierno municipal controla desde 1990.

La coalición obtuvo casi 50 por ciento de los votos en la capital, según los cómputos oficiales preliminares y, por primera vez logró triunfar en departamentos del interior del país.

El EP-FA logró la victoria en cuatro departamentos, incluyendo a Montevideo, mientras que el gobernante Partido Colorado, que postuló a Batlle, ganó en nueve, y el cogobernante Partido Nacional logró mayoría en seis.

En cuanto al parlamento, la izquierda presentará el bloque más numeroso, aunque lejos de la mayoría absoluta.

En cambio, Batlle podría tener el control del Poder Legislativo, si el Partido Colorado lograse renovar el pacto con el Partido Nacional que dio a la administración de Sanguinetti un amplio respaldo parlamentario. (FIN/IPS/rr/ff/ip/99

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