/REPETICION CORREGIDA/ CUBA: Castro quiere tirar sus cartas ante la OMC

El presidente de Cuba, Fidel Castro, deberá decidir entre su deseo de ser testigo y protagonista del lanzamiento de la Ronda del Milenio y la conveniencia de viajar a Estados Unidos en medio de nuevas amenazas contra su persona.

Más allá de su interés por la situación económica global, el mandatario de 73 años está dispuesto a hacer lo imposible por no perder la tribuna de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Analistas locales estiman que si depende de su voluntad, Castro asistirá aunque sea por un día a la III Conferencia Ministerial de la OMC, prevista para la ciudad estadounidense de Seattle del 30 de este mes al 3 de diciembre.

De los resultados de esa cita dependerá el lanzamiento de una ronda multilateral de negociaciones que deberá establecer las normas del comercio desde los inicios del siglo XXI.

Fuentes cercanas a la cancillería cubana dijeron a IPS que Seattle sería el escenario ideal para que Castro exponga sus concepciones sobre las relaciones económicas internacionales y "defienda a camisa quitada las posiciones de los países en desarrollo".

"¿Qué se nos ofrece?", preguntó el presidente cubano en mayo del pasado año a los asistentes a la II Conferencia Ministerial de la OMC, realizada en ocasión del 50 aniversario del Acuerdo General de Aranceles y Comercio, predecesor de la OMC.

"Los países del Tercer Mundo han ido perdiendo todo: aranceles que protegían sus nacientes industrias y generaban ingresos, convenios de productos básicos, asociaciones de productores, tratamientos preferenciales, (o sea), cualquier instrumento para proteger el valor de sus exportaciones y contribuir al desarrollo", afirmó.

En la reunión de mayo, considerada un eslabón preparatorio de las conversaciones que comenzarán el próximo martes en Seattle, Castro propuso incluir en la agenda de la OMC el "injusto intercambio comercial", el "peso insoportable" de la deuda externa, y el caso de la reducida ayuda oficial al desarrollo.

El presidente viajaría a Seattle luego de celebrarse los días 15 y 16 en La Habana la IX Cumbre Iberoamericana, que se pronunció por impulsar ante la OMC la reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio de bienes.

Castro incluiría también en sus notas los resultados de a Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno de los más de 70 países miembros del Grupo Africa, Caribe y Pacífico (ACP), que debe realizarse el jueves y viernes de esta semana en Santo Domingo.

El encuentro del ACP, donde Cuba participará en calidad de observador, deberá elaborar una posición común sobre el futuro de la Convención de Lomé, que regula las relaciones económicas entre la Unión Europea y sus antiguas colonias.

Pero, de darse finalmente el viaje a Seattle, el mandatario tendría que solicitar visa estadounidense, cumplimentar otros compromisos con autoridades, universidades y organizaciones que se declaran "amigas de Cuba" y, también, enfrentar una posible orden de arresto en Estados Unidos.

El diario de Miami El Nuevo Herald reveló este martes que el congresista repúblicano de origen cubano Lincoln Díaz Balart solicitó a la fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, la detención de Castro por la muerte de ciudadanos estadounidenses.

Díaz Balart acusa al presidente cubano de la muerte de cuatro pilotos del grupo anticastrista Hermanos al Rescate, derribados por la Fuerza Aérea de Cuba el 24 de febrero de 1996.

Cuba asegura que el incidente, que provocó una crisis con Estados Unidos, se produjo cuando las avionetas de Hermanos al Rescate violaban el espacio aéreo de este país. Washington, por su parte, sostiene que el derribo ocurrió sobre aguas internacionales.

"La posibilidad de ese encausamiento existe", dijo Ileana García, experta en derecho internacional de la firma Ferrel, Schultz, Cartel and Fertel, con sede en Miami.

García afirmó a El Nuevo Herald que las autoridades federales pueden iniciar un proceso contra un mandatario extranjero cuyo gobierno sea responsable del asesinato de ciudadanos de Estados Unidos.

"No hay impunidad diplomática en ese caso", aseguró Díaz Balart. El congresista citó como ejemplos la causa iniciada contra el chileno Augusto Pinochet en España y el caso del ex presidente de Panamá, Manuel Antonio Noriega, encausado y condenado por tribunales estadounidenses.

Observadores locales estimaron que las amenazas podrían tener un efecto contrario al esperado y convertirse en uno de esos retos que Castro se siente obligado a afrontar.

En cualquier caso, fuentes del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense aseguraron el lunes que Cuba no ha pedido aún visa para que su presidente viaje a la reunión de la OMC.

El jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Fernando Remírez de Estenoz, dijo al diario The Seattle Times que la asistencia de Castro al encuentro de la OMC "probablemente no será conocida hasta el día antes de su inauguración".

Según The Seattle Times, la delegación cubana a la reunión ministerial estará integrada por unas 20 personas, entre ellas el vicepresidente Carlos Lage, el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, y el ministro de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas.

Fuentes del exilio cubano en Estados Unidos afirmaron la pasada semana que Castro viajaría a Seattle con el objetivo principal de buscar apoyo entre congresistas estadounidenses para el levantamiento del bloqueo contra la isla.

Reportes de prensa aseguran que la Universidad del estado de Washington, donde se encuentra Seattle, ya tiene preparado un podio para que Castro pronuncie una conferencia magistral el jueves 2.

Para la próxima semana, la Sociedad de Amistad Seattle-Cuba programa actividades en solidaridad con la isla, y el congresista demócrata Jim McDermott planea una recepción para la delegación que este país enviará a la reunión de la OMC. (FIN/IPS/da/ff/ip/99

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