La segunda cumbre de 71 países de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP) comenzó hoy en República Dominicana con estrictas medidas de seguridad y gran presencia internacional de medios de comunicación, pero la población local mostró poco interés en la reunión que concluye este viernes.
El público no oculta su escepticismo sobre el interés político que tiene el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en esta cumbre, en vistas a las elecciones generales de marzo.
"Me lleva el doble del tiempo trasladarme de lugar a lugar. Creo que todo se debe a la política", se quejó un conductor de taxi de Santo Domingo.
El gobierno no escatimó esfuerzos para sacar provecho de la segunda cumbre de mandatarios de ACP, un grupo fundado hace 24 años.
Cuando Fernández llegó a la presidencia en 1996, el país padecía un déficit comercial crónicO que alcanzó 1.600 millones de dólares en 1994 y también soportaba las consecuencias del virtual colapso de 1990 cuando los acreedores internacionales suspendieron sus créditos a Santo Domingo.
Pero los comunicados oficiales preparados para la cumbre destacan los cambios positivos, como el crecimiento de 7,3 por ciento que tuvo la economía en 1998 y el proyectado de 6,5 por ciento para este año.
También se destacan los avances en el área de la inversión extranjera, que alcanzó 730 millones de dólares este año, según un informe preparado por la Oficina de Promoción de la Inversión Extranjera (OPI).
"En los últimos años, República Dominicana sufrió una evolución positiva en su clima de inversión debido a la estabilidad política y macroeconómica existente", señala un comunicado de prensa del gobierno.
Esto, según el comunicado, "generó el interés de las compañías trasnacionales en distintas áreas de producción, que analizan y evalúan la situación de la inversión extranjera para instalarse en el país".
"Digan lo que digan, los pobres seguirán pobres y los ricos seguirán más ricos", dijo un empleado de hotel a IPS.
Pero funcionarios reunidos para la cumbre son optimistas de que la reunión de jefes de gobierno de ACP ayude a crear las circunstancias para lidiar con la desigualdad social dentro del grupo de países en desarrollo.
"No hay problemas conflictivos", dijo un funcionario del Caribe.
Durante la última cumbre celebrada en Gabón en 1997, los jefes de gobierno de ACP reconocieron que la "pobreza generalizada, la exclusión social y la marginación son plagas que afectan a gran cantidad" de los países del grupo.
"La erradicación de las causas de la pobreza, la consecución de la seguridad alimentaria, y la necesidad de integrar todos los sectores de nuestra población a los principales ámbitos de la vida política, económica y social, siguen siendo la prioridad de nuestras gestiones de desarrollo", señaló la Declaración de Libreville.
República Dominicana no es de los países con mayores problemas del grupo, ya que 21 por ciento de su población vive por debajo de la línea de pobreza y el desempleo asciende a 16 por ciento. Pero todos reconocen en este país la necesidad de mejorar la calidad de vida.
Cuando Fernández asumió la presidencia, presentó una serie de reformas dirigidas a regenerar el sector agrícola y a mejorar la competitividad de la industria.
Entre esas medidas estaban el aumento de impuestos a la venta y el precio de la gasolina, lo cual provocó oposición política y más de una vez puso al gobierno al borde del colapso.
En 1996, Fernández negoció una controvertida alianza con el Partido Reformista del ex presidente Joaquín Balaguer con el fin de derrotar al Partido Revolucionario Dominicano de Francisco Peña Gómez. Finalmente, obtuvo 51,25 por ciento de los votos y su rival 48,75 por ciento.
Ahora, cuando se aproxima la elección general, el partido de gobierno espera que el resultado de la cumbre mejore sus posibilidades políticas en los próximos cuatro meses. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/aq/ip/99