/Perspectivas 2000/ TECNOLOGIA: El doble filo del progreso

Uno de los grandes retos que presenta el siglo que comienza para los países en desarrollo es cómo aprovechar el poder de las nuevas tecnologías de la información y de la bioingeniería para combatir la pobreza.

"En el siglo XX las naciones dependieron de sus recursos naturales para su riqueza. En el siglo XXI y probablemente mucho más allá, la riqueza dependerá de su capacidad para dominar las revoluciones en física, inteligencia informática y ciencia biomolecular", según Ky Amoako, secretario general de la Comisión Económica de la ONU para Africa.

Pero muchos observadores no creen que los países pobres puedan superar el obstáculo, ya que la mayor parte del conocimiento está concentrado en pocas firmas trasnacionales y el sistema de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) tiene pocos fondos para transferir tecnología al Sur en desarrollo.

"¿Podría un nuevo tipo de investigación hallar la manera de potenciar la ética en común de la humanidad como aquella contenida en la Carta y las convenciones de la ONU?", se preguntó el investigador Parker Rossman.

"Formulamos esas preguntas controvertidas con la presunción de que las tecnologías convergentes y el ciberespacio abren nuevas posibilidades de discusión, debate, experimentación y búsqueda", dijo.

Una de las grandes promesas para el desarrollo económico sustentable reside en las tecnologías informáticas que recorrieron un largo camino desde que el primer computador fuera construido en 1946.

Pero sólo en países poderosos como Estados Unidos hay un alto porcentaje de habitantes propietarios de computadoras.

En esta década, la gran productividad del sector de las comunicaciones llevó a la constante reducción de los precios de las computadoras y los teléfonos móviles.

Si la industria automotriz hubiera tenido la misma evolución, un automóvil costaría actualmente tres dólares, señaló el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Sin embargo, los precios siguen siendo altos en los países en desarrollo debido en parte a los altos aranceles de importación y a la pequeña escala de sus economías. En algunas regiones las políticas gubernamentales son un obstáculo al desarrollo de la tecnología informática.

El PNUD, en su último Informe de Desarrollo Humano, señaló que la mayoría de las personas del mundo nunca usó el teléfono. En Asia meridional, que alberga un quinto de la población mundial, menos de uno por ciento de los habitantes están conectados a Internet.

Las reglas de la nueva revolución informática "se concentran en la integración de los mercados y dejan de lado las necesidades de la gente a la cual el mercado no llega", advirtió el informe del PNUD.

Agunos países en desarrollo liberalizaron su sector de telecomunicaciones. Ghana se convirtió en una de las primeras naciones africanas que introdujo la privatización y la competitividad en todas las áreas de telecomunicaciones vendiendo 30 por ciento de la empresa estatal.

El país, que antes tenía una línea telefónica por cada 400 habitantes y listas de espera de 10 años para instalar una nueva, ahora cuenta con al menos cinco proveedores de teléfonos celulares que proveen 30 por ciento de todas las líneas telefónicas.

Ghana tiene varios proveedores de servicios de Internet, uno de los cuales brinda acceso al medio rural con la ayuda de las oficinas de correo. Sólo en 1997 las líneas telefónicas aumentaron de 90.000 a 120.000, señaló el Banco Mundial.

A pesar de éste y otros ejemplos de liberalización en el sector, los países en desarrollo tienen un largo camino que recorrer.

"Algunos países son más lentos que otros en la adopción de políticas progresistas", señaló Mike Jensen, un consultor sudafricano de tecnología informática.

Los países en desarrollo necesitan adoptar políticas que zanjen la brecha de conocimiento mediante inversiones en educación, por ejemplo. Deben mantener regímenes comerciales abiertos para atraer inversiones y remover trabas a la competencia en el sector de telecomunicaciones, recomendó el Banco Mundial.

Cerca de 25 por ciento de las niñas entre seis y 11 años de edad no van a la escuela y el número de adultos analfabetos sigue aumentando en una época en que la era informática brinda oportunidades sólo a aquellos que tienen buena formación.

Si se reconoce que el conocimiento es el núcleo del desarrollo, "los políticos y legisladores pueden descubrir soluciones inesperadas para problemas igualmente inabordables", según el Banco Mundial.

"Mientras el mundo experimenta el surgimiento de una economía electrónica mundial y avanzan los negocios por vía electrónica en los países industrializados, la prioridad en el desarrollo del sector de telecomunicaciones es que no haya nuevas brechas en los nuevos servicios", dijo Hamadoun Tour, de la Oficina de Desarrollo de Telecomunicaciones de ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones). (SIGUE/2-E

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