MEXICO: Maestría de negociadores llevó a acuerdo comercial con UE

México se graduó de maestro de las negociaciones comerciales, al lograr un acuerdo de liberalización comercial con la Unión Europea (UE), seis años después de obtener lo mismo de Canadá y Estados Unidos, sus socios en el TLCAN.

Para algunos observadores, el éxito debe considerarse doble, pues la UE y el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los dos mercados más grandes del mundo, son modelos de integración que requieren distintas estrategias de negociación.

Otros, como los grupos sindicales opositores, creen que no hay tal éxito, pues lo acordado perjudica al país.

Con el TLCAN, la apertura de los mercados se inició en 1994, y con la UE, comenzará a mediados del año próximo, si el Senado mexicano y el Parlamento Europeo aprueban los acuerdos anunciados el miércoles en Bruselas.

A pesar de tener una industria dependiente del exterior, exportaciones con escaso insumo nacional, poca investigación ciéntifica, bajos salarios y problemas de empleo, México conquistó en menos de 10 años el puesto 12 en el comercio mundial y desplazó a Japón como el primer socio de Estados Unidos.

Hoy, México presenta un comercio exterior por más de 240.000 millones de dólares al año, cuatro veces más que hace 10 años. Es la primera potencia comercial de América Latina, con una participación de 43 por ciento en las exportaciones totales de la región y de 38 por ciento de las importaciones.

Los negociadores comerciales de México marcaron una senda en América Latina y ahora se desempeñan como consejeros de gobiernos que buscan acuerdos con Estados Unidos y Europa, señaló a IPS Germán de la Reza, experto en cuestiones de integración e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Con un equipo de negociadores encabezado por Herminio Blanco, hoy secretario (ministro) de Comercio, y antes, en el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994), negociador para el TLCAN, el gobierno mexicano cerró de 1992 a la fecha convenios con Canadá, Estados Unidos y la UE.

Blanco y su grupo lograron además en ese período el ingreso de México como miembro de pleno derecho a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y al foro de Cooperación Asia-Pacífico. El país también firmó acuerdos de libre comercio con Bolivia, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Venezuela.

México negocia ahora tratados con Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Perú, Israel y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

"Sin duda, los últimos gobiernos de México dieron muestras de gran dinamismo en la negociaciones comerciales y hoy son líderes en ese tema en América Latina", dijo Carlos Rosso, especialista en relaciones internacionales.

Pero la red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, que reúne a sindicalistas opositores y economistas, afirma que la agresiva apertura comercial sólo trajo desempleo, especialmente en la pequeña industria, mayor dependencia del exterior, caída de los salarios y pérdida de derechos laborales.

Las industrias maquiladoras, que se alimentan de insumos nacionales en menos de un cinco por ciento, contribuyen hoy con 45 por ciento al total de las exportaciones mexicanas.

Según Rosso, la producción de industrias que utilizan bienes intermedios importados para reexportarlos con el agregado de algún insumo o mano de obra nacional, representaba en 1980 diez por ciento de las ventas de México.

Hoy, 60 por ciento de los bienes vendidos al exterior llegan primero como importación, afirmó.

Muchas empresas transnacionales, de las ramas automovilística, vestido y computación, entre otras, se asentaron en México en los últimos años y desde aquí exportan sus productos.

Las empresas foráneas consideran atractivo este país por su mano de obra barata y sus laxos derechos laborales, opinó Rosa Piñón, investigadora sobre temas de integración.

Alrededor de seis por ciento de las empresas mexicanas tienen capacidad para exportar, mientras que la mayoría, que emplean el grueso de la mano de obra, no venden ni compiten en el exterior, reconoció la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores.

El acuerdo de libre comercio con la UE es un golpe más a las pequeñas industrias, muchas de las cuales simplemente tendrán que cerrar ante la competencia desmedida, dijo Adán Rivera, portavoz de la Asociación de Industriales de la Transformación.

Más allá de las críticas que puedan hacerse al libre comercio, hay que reconocer que los negociadores de México demostraron habilidad y se ganaron el respeto de todo el mundo, dijo De la Reza. (FIN/IPS/dc/ff/if/99

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