El rey de Marruecos, Mohammed VI, destituyó hoy al poderoso ministro del Interior, Driss Basri, lo cual indicaría la intención del monarca de imponer un cambio en este empobrecido país africano.
Basri, el colaborador más cercano del padre de Mohammed VI, el fallecido rey Hassan II, era uno de los factores de poder detrás del trono. Desde su Ministerio controlaba las fuerzas de seguridad, las comunicaciones, los asuntos internos y la disputada zona de Sahara Occidental.
Tras la muerte de Hassan en julio, el nuevo rey le quitó poderes a Basri. Se cree que Mohammed VI es aliado político del primer ministro Abderrahman Yussoufi, designado por Hassan el año pasado, pero con una autoridad limitada.
A Basri se lo responsabiliza de la brutal represión en septiembre contra manifestantes de Al Aaiun, en Sahara Occidental, cuando decenas de personas fueron detenidas o desaparecieron, según el independentista Frente Polisario, que instaló un gobierno rebelde en el territorio.
El gobierno anunció el lunes que 25 saharauis fueron condenados a 15 años de prisión por su participación en la violencia, y que se inició una investigación para determinar si las fuerzas de seguridad violaron los derechos humanos.
Rabat negó hasta el momento que se hayan cometido atrocidades durante la represión, en la cual las fuerzas de seguridad recibieron el apoyo de colonizadores marroquíes armados.
El Frente Polisario declaró una "intifada", o levantamiento pacífico, en Al Aaiun y prometió el lunes que continuará la lucha por la independencia.
Marruecos ocupó y anexó Sahara Occidental en 1976 cuando las fuerzas españolas se retiraron del lugar. Desde entonces, Rabat inyectó importantes sumas de dinero en el territorio e instaló a miles de marroquíes con el fin de modificar la composición étnica del lugar.
Una pequeña fuerza de la Organización de las Naciones Unidas fue enviada a la zona con la misión de organizar un referéndum que decida el estatuto futuro del lugar. Pero la consulta se aplazó en varias ocasiones debido a la discrepancia sobre si los colonos marroquíes tienen derecho a votar, como exige Rabat.
En su última declaración pública la semana pasada, Basri dijo que el referéndum, previsto para el próximo año, se debería aplazar por "dos o tres años" más, lo cual fue negado este lunes por el canciller Muhammad Ben Aisa.
Basri estuvo al frente del Ministerio del Interior desde noviembre de 1981.(FIN/IPS/tra-en/na/ak/aq/ip/99
