MARRUECOS: Aumentan reclamos de verdad y justicia

La destitución en Marruecos del poderoso ministro del Interior Driss Basri otorgó nuevo impulso a los reclamos de verdad y justicia luego de décadas de abusos y corrupción en este país norafricano, según activistas marroquíes.

El despido de Basri, el colaborador más cercano del fallecido rey Hassan II, padre del actual monarca Mohammed VI, era sólo una cuestión de tiempo, pero nadie pensó que ocurriera tan rápido, comentaron observadores políticos de Rabat.

Basri era considerado el poder detrás del trono. Desde su Ministerio controlaba con mano de hierro las fuerzas de seguridad, las comunicaciones, los asuntos internos y la disputada zona de Sahara Occidental.

Ahora, el gobierno debe llevar ante la justicia a los responsables de violaciones a los derechos humanos y exponer a los narcotraficantes conectados con círculos oficiales y financieros, exhortó Abdou Nadi, abogado y miembro de la Liga de Derechos Humanos de Marruecos.

Estas medidas son necesarias "si el rey realmente quiere borrar el negro panorama de este país y convertirlo en una genuina democracia, como lo expresó en sus prometedores discursos", dijo Nadi a IPS.

Sin embargo, el gobierno podría negarse a actuar en ese sentido por temor a represalias, advirtió Smael Nadifi, del Partido Istiqlal, socio de la coalición presidida por el primer ministro socialista Abderrahman Youssoufi.

"Lo que es seguro es que, al despedir a Basri, el rey removió uno de los principales obstáculos en la marcha de Marruecos hacia el cambio y la reforma", dijo Nadifi.

Basri, quien ocupaba el Ministerio del Interior desde 1979, fue sustituido por Ahmed Midaoui, un profesor universitario y ex director general de Seguridad Nacional.

"Es cierto que Basri parecía inapropiado para la nueva era iniciada por la llegada al poder del rey Mohammed, pero esperábamos que su destitución fuera parte de una reforma general", expresó Nadi.

Cuando Hassan designó como primer ministro a Youssufi, un activista de los derechos humanos y líder del alguna vez proscripto Partido Socialista, por el mismo acuerdo otorgó poderes extraordinarios a Basri, quien rendía cuentas directamente al rey.

Según fuentes cercanas al palacio real, la cuenta regresiva para Basri comenzó el pasado octubre, cuando Mohammed lo despojó de dos importantes funciones: la administración de Sahara Occidental y la Inteligencia Interna.

Mohammed también destituyó a Ahmed Azmi, uno de los más estrechos colaboradores de Basri, de su puesto de enlace con la misión de las Naciones Unidas en Sahara Occidental para la supervisión de un plebiscito de autodeterminación.

Así mismo, el rey trasladó funciones de inteligencia del Ministerio del Interior al ejército.

La partida de Basri fue acelerada por la reciente represión de manifestantes en Laayoune, una importante ciudad de Sahara Occidental, donde el independentista Frente Polisario proclamó un levantamiento civil pacífico, revelaron las mismas fuentes.

Decenas de personas murieron y cientos resultaron heridas en los enfrentamientos de fines de septiembre entre los manifestantes civiles y la policía, ayudada por colonos marroquíes, afirmaron fuentes occidentales en Rabat.

La destitución de Basri se debe a que "el joven rey necesita mentalidades nuevas para conducir su nación a destinos más seguros", comentó Salhi Ali, analista de un diario local.

La asunción del rey Mohammed el pasado julio marcó el comienzo de un clima de distensión, en que la gente comenzó a criticar públicamente las prácticas autocráticas y represoras del difunto monarca. (FIN/IPS/tra-en/na/ak/mlm/ip-hd/99

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