Malasia se prepara para las elecciones generales del día 29 mientras la oposición se queja del breve período de campaña, el poco acceso a los medios de comunicación y las irregularidades en las listas electorales.
El período de campaña oficial sólo abarca nueve días, desde el día de la postulación de los candidatos, el sábado 20, hasta la víspera de los comicios.
Aunque las campañas breves son habituales en Malasia, este período demasiado corto no permite a los partidos opositores el acceso suficiente a la televisión, la radio y la prensa, por lo que tienen poco tiempo para llegar a los votantes, afirmaron los críticos.
Los partidos opositores censuraron a la Comisión Electoral y dijeron que este período de campaña, similar al permitido en los comicios de 1986, es el más corto en la historia del país.
"El corto período de campaña es de esperarse", dijo el analista Zaharom Nain.
"La oposición siempre trabajó en desventaja, pero no pueden afirmar que no están listos o que no lo esperaban", señaló.
Las reglas de las elecciones desempeñan un papel crucial a la luz de las últimas ecuestas, que muestran que cuatro de cada 10 votantes todavía no decidieron a quién votarán en las elecciones convocadas por el gobierno la semana pasada.
Zaharom dijo que la oposición tiene una difícil tarea por delante al no tener un acceso justo a los medios, que evitan ofender al gobierno.
"Por lo que he visto, los medios principales casi no cubrieron a la oposición, a menos que fuera para minimizarla o desacreditarla. Repentinamente, ministros que nunca fueron citados en los medios ahora aparecen y realizan campañas valiéndose de su posición gubernamental", agregó.
Expertos en política afirmaron que la fuerza de la coalición gobernante reside en el dinero, la maquinaria del Estado, los medios de comunicación y la ventaja que tiene el primer ministro Mahathir Mohamad por ocupar ese cargo.
La ventaja de los medios será esencial. "Por supuesto que no es democrático ni representativo, pero eso es lo que sucede cuando tienes a los medios totalmente en manos del gobierno", dijo Zaharom.
Treinta y dos partidos políticos se disputan las 193 bancas parlamentarias y las 394 bancas estatales, pero la verdadera competencia será entre la gobernante coalición Frente Nacional y el Frente Alternativo.
El Frente Alternativo, que postula como primer ministro al ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim, destituido y procesado por el gobierno, comprende al nuevo Partido Justicia Nacional, el Partido Islámico, el multiétnico Partido de Acción Democrática y el pequeño Partido del Pueblo de Malasia.
La oposición intentará reducir la mayoría de más de dos tercios que tiene el Frente Nacional en el parlamento.
Mientras, observadores del proceso electoral cuestionaron la integridad de las listas electorales.
Funcionarios de la Comisión Electoral reconocieron haber borrado de las listas a apenas unos 300.000 votantes fallecidos de un total de 500.000. Poco más de 9,6 millones de habitantes de la población de 20 millones están habilitados para votar.
Unos 680.000 nuevos votantes que se registraron para votar en abril y mayo no tendrán derecho a voto. Muchas de las 300.000 solicitudes de cambio de dirección todavía no fueron procesadas.
Budi, un grupo de ciudadanos que dirige la organización independiente Control Electoral de Ciudadanos Malasios, que comprende 42 organizaciones no gubernamentales, verificó las listas electorales de la Comisión Electoral, disponibles en un CD- ROM.
Según el encargado de proyectos de Budi, Kamarul Osman, 64.701 votantes tienen documentos de identidad iguales a las de otros inscriptos. "También confirmamos que hay muchas direcciones (de votantes) que no existen", agregó.
En algunos casos, las casas de los votantes existen "pero sus habitantes no corresponden a las personas de las listas electorales", dijo Kamarul.
Un fenómeno común entre los documentos de los votantes que presentan irregularidades es la inexistencia de fechas de nacimiento, señaló.
A su juicio esto podría permitir que personas jóvenes voten en nombre de personas mayores o de fallecidos. Casi 4,9 millones de los 9,6 millones de votantes no tienen fecha de nacimiento, señaló Kamarul.
De hecho, Pemantau y otros activistas lanzaron una campaña de firmas pidiendo una reinscripción masiva de votantes antes de las elecciones. A su juicio, se debería utilizar esta nueva lista de registro en lugar de la lista electoral de que dispone la Comisión Electoral, que se basa en datos recopilados en 1958.
Los funcionarios de Budi también censuraron el proceso de votación por correo para los militares y afirmaron que no hay necesidad para ello si los soldados están dentro del país.
Unos 235.000 integrantes del personal de seguridad y sus cónyuges tienen derecho a votar por correo, pero Wan Abdul Majid Wan Abdullah, brigadier general retirado de las fuerzas aéreas y vicepresidente de Budi, dijo que en realidad muchos de ellos ni siquiera ven sus papeletas de votación.
"En los 34 años que estuve en el servicio militar, no voté ni una sola vez", dijo Wan Abdul Majid a IPS.
Desde que comenzó a revelar las irregularidades en la votación por correo, Wan Abdul Majid sufrió personalmente, ya que perdió su cargo de director en dos compañías públicas.
Sus dudas respecto de la integridad de los votos por correo son compartidas por otra integrante de Budi, Maizun Ayob, quien se retiró de la secretaría de suministros del ejército. "Ninguno de nosotros votó nunca (en el ejército) y alguien votó en nuestro nombre. No sabemos quién", dijo.
Hay quienes sospechan que los votos son registrados por otros militares debido al tiempo limitado de que disponen para entregar las papeletas de votación postal.
Los 235.000 votantes por correo pueden no parecer muchos, pero podrían influir en el resultado electoral si se toman en cuenta a sus cónyuges y el hecho de que están dispersos en 193 distritos electorales donde las mayorías ganadoras en muchas áreas tienen poca ventaja.
Esta vez se prevé que los votos por correo serán más cruciales, ya que los malasios están aparentemente divididos en partes iguales respecto de su apoyo a la coalición gobernante de Mahathir.
"No hay motivo por el cual no se puede tener un centro de votación en una base militar", agregó Wan Abdul Majid.
En esta ocasión, la Comisión Electoral afirmó que manejará los votos por correo en las bases en lugar de dejarlo en manos del Ministerio del Interior o del Ministerio de Defensa, pero los delegados de los partidos no serán testigos del proceso. (FIN/IPS/tra-en/ann/js/at/aq/ip/99