MALASIA: Mahathir sumará nuevo mandato a gobierno de 18 años

La coalición gobernante de Malasia logró la mayoría parlamentaria de dos tercios en las últimas elecciones generales y el primer ministro Mahathir Mohammad obtuvo un nuevo mandato, pero el paisaje político se modificó de manera significativa.

Barisan Nasional (Frente Nacional), la coalición de gobierno, obtuvo 148 de los 193 escaños de la cámara baja del parlamento, mientras la oposición logró 45 en los comicios celebrados el lunes.

A nivel nacional, sin embargo, la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), el grupo dominante en la coalición, perdió varios escaños en favor del Partido Islámico (PAS), que conquistó nuevamente el estado norteño de Kelantan y venció a Barisan en el vecino estado de Terengganu.

El PAS aumentó su número de escaños de ocho a 27 y penetró incluso en Kedah, el estado natal de Mahathir, donde ganó un tercio de los asientos de la asamblea legislativa estadual.

No obstante, la actuación de grupos opositores como el Partido de la Justicia Nacional (keADILan), del expulsado viceprimer ministro Anwar Ibrahim, y el Partido de la Acción Democrática, resultó más pobre de lo esperado.

Aunque esto puede interpretarse como una victoria para Mahathir, en el poder desde 1981, la pérdida del estado petrolero de Terengganu constituyó un duro golpe para su gobierno.

El triunfo del PAS en ese estado significa una fuente de ingresos derivados del petróleo para financiar sus actividades y asegurar su base electoral en los estados norteños, mientras intenta afirmar su creciente influencia a lo largo de la costa oriental y occidental.

Mahathir tiene una gran dependencia de los estados sureños de mayoría malaya, como Negri Sembilan y Johor, la base tradicional de su UMNO. Allí, Barisan aplastó a la oposición.

Barisan también conquistó la mayoría de los 48 escaños en juego en las asambleas estaduales de Sabah y Sarawak.

Lo que más decepcionó al movimiento de reforma ("reformasi") inspirado por la polémica expulsión de Anwar fue el cambio de gran parte de los electores de origen chino hacia Barisan Nasional.

Finalmente, el desplazamiento de malayos desilusionados desde UMNO hacia la oposición no fue suficiente para compensar el desplazamiento de gran parte de la comunidad china, que constituye 30 por ciento de la población, hacia la coalición de gobierno.

"Los chinos se han vuelto votantes puramente pragmáticos. Han perdido el idealismo que tenían", comentó la analista política Maznah Mohamad.

"El cambio en la tendencia electoral de los malayos no compensó el cambio de los chinos, excepto en los estados islámicos" de Kelantan y Terengganu, donde la modificación ha sido progresiva, observó.

"Ese cambio ocurre desde 1990", cuando el PAS arrebató Kelantan a la coalición de gobierno", señaló Maznah.

Agregó que la crisis relacionada con el caso Anwar otorgó a la oposición un gran impulso en esos estados.

En el valle de Klang, donde está situada la capital, Kuala Lumpur, se registró un importante crecimiento de keADILan.

Aunque líderes de keADILan como el vicepresidente Chandra Muzaffar y el abogado de Anwar, Zainur Zakaria, no lograron entrar al parlamento, redujeron notablemente la mayoría anterior de la coalición gobernante.

"Creo que keADILan debería concentrarse ahora en regiones específicas", sugirió Maznah.

"Su mejor apuesta sería concentrarse en el valle de Klang", donde se produjeron masivas protestas contra Mahathir a fines de 1998. "Esa es la zona de la nueva clase media joven, donde keADILan tiene un gran potencial", destacó la analista.

Sin embargo, el electorado joven está frustrado porque la Comisión Electoral no procesó la habilitación de 680.000 nuevos votantes que se habían registrado en abril y mayo de este año.

Estos nuevos votantes, en su mayoría jóvenes, podrían haber marcado una diferencia crucial en el resultado electoral, ya que en muchas asambleas estaduales la oposición no logró la mayoría por un escaso margen.

Otros electores nuevos no habilitados son personas mayores que se registraron este año con el objetivo de votar contra Mahathir en esta elección, en protesta por lo que consideran un abuso de poder.

De todos modos, el paisaje político cambió significativa y quizá irreversiblemente, dado que los musulmanes dominan la oposición por primera vez.

Esta situación será un desafío para los líderes de keADILan y del Partido de la Acción Democrática (cinco y 10 escaños parlamentarios, respectivamente), quienes deberán mantener vivo el movimiento de reforma por otros cinco años en vista del resurgimiento del PAS y la decadencia de UMNO. (FIN/IPS/tra-en/an/ral/mlm/ip/99

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